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La plaza de armas en Santiago constantemente es vitrina de la enorme fauna de nacionalidades que alberga nuestro país. Aunque no deja de ser solo una ilusión, pues según el último censo, el porcentaje de inmigrantes apenas alcanza el 1,2 % de la población. Aun así, diariamente inmigrantes de diversas culturas y naciones se instalan y desarrollan su vida en Chile con el fin de optar a una mejor vida. Lamentablemente muchos ven sus sueños truncados ante la eventual postura del chileno ante los extranjeros. Se calcula que alrededor del mundo, sin contar refugiados ni emigrantes irregulares, 180 millones de personas viven en un país distinto al de su nacimiento, fundamentalmente debido a migraciones laborales, tema que parece ser un fenómeno en expansión en la mayoría de las naciones. La migración no solo facilita el intercambio cultural, sino que también ayuda al desarrollo de la tolerancia ampliando nuestra visión del mundo.
Las colonias inmigrantes en Chile son una realidad. Desde su surgimiento como nación, nuestro país ha estado marcado por la llegada de extranjeros que, solo con un poco de dinero en los bolsillos y sueños en sus retinas, se aventuran en tierras desconocidas con el fin de aspirar a una mejor vida. Basta con observar a las colonias alemanas en el sur del territorio nacional para saber que tratamos con una situación que lleva su tiempo.
Y es que nuestro país se fundo bajo las bases de la migración. El chileno mismo es producto y resultado de este proceso. Es por eso que resulta tan curioso la poca congruencia que existe con relación a la postura que adoptamos frente a la eventual llegada de estas personas, y el poco apoyo que muchas veces les otorgamos. Transformando que lo que partiese como un sueño, termine en un martirio.
Las colonias extranjeras en Chile son lideradas por los peruanos con casi un 30% del total de inmigrantes, seguidos por argentinos con un 26% y bolivianos cercanos al 10%.
Son estas colonias las principales víctimas de vicios, discriminación, racismo y abusos laborales, por el solo hecho de tener una patria diferente.
Había un peruano, un argentino y un chileno...
Frases y chistes que comienzan con esta oración son muy habituales dentro de nuestra cultura. Denotando una evidente subestimación de otras culturas respecto a la propia.
¿Somos discriminadores los chilenos? La respuesta a esta interrogante no puede ser contestada con un simple sí o no. Nunca es bueno generalizar, lo que sí podemos aseverar es que existe una notoria postura despectiva hacia los inmigrantes sudamericanos, especialmente hacia los peruanos, quienes muchas veces, sin importar sus capacidades, tienen que resignarse a labores sin ninguna proyección, futuro o respaldo. Muchas empresas abusan de esto, contratando extranjeros con el propósito de ahorrar gastos, lo que no es más que la muestra explicita del constante abuso que deben aguantar quienes arriban a la nación.
La discriminación y racismo son un asunto preocupante. Verdaderos grupos de acción en contra de los forasteros se han formado, atacando, violentando e implantando el miedo en este sector. Sin ninguna base mas que el propio odio.
Una encuesta realizada por Retina Social marcó que el principal factor de aversión hacia los extranjeros se debe a un latente temor hacia los extranjeros, causado por los grandes índices de desempleo que se vive en el país. Lo que significaría que el chileno ve la llegada de inmigrantes, como una amenaza para sus aspiraciones laborales. Otro de los resultados dejó expuesto que la colonia más afectada es la peruana, ya que hacia ella es donde se dirigen los principales ataques y discriminaciones. Haciendo que muchos no solo la vean como una amenaza, sino también como un “parasito” de la sociedad que solo contribuye al aumento de la pobreza y delincuencia... [Siguiente]
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