Adoro te devote, latens deitas, quae sub his figuris vere latitas: tibi se cor meum totum subicit, quia te conemplans totum deficit, visus, tactus, gustus in te fallitur. Sed auditu solo tuto creditur, credo quiquid deixit Dei Filius: nil hoc Verbo veritatis verius.
Sección Anecdotario:
El milagro de Lanciano
Llamamos
transustanciación al extraordinario milagro que todos los días ocurre en las
misas, cuando el pan y el vino son consagrados en el altar y se convierten, por
la intercesión del Espíritu Santo, en el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor
Jesucristo. Creemos en
esta maravilla los católicos y nuestros hermanos ortodoxos. Sin embargo, otras
iglesias cristianas separadas desestiman la transustanciación, y algún que
otro falso historiador (Dan Brown) sostiene sin documentación que ha sido
adoptada de diversos cultos paganos. Nada más alejado de la realidad...
Se
han documentado al menos ochocientos milagros eucarísticos en el mundo todo a
lo largo de la historia del cristianismo, pero quizás por haber sido el primero
del que existe registro, el más trascendente es sin dudas el de Lanciano.
Allá
por el siglo VIII de
nuestra era, un monje de la orden de San Basilio se hallaba celebrando la Santa
Misa en la iglesia de San Legonziano en Lanciano, Italia. Según las crónicas,
el sacerdote había dudado de la consagración. En plena ceremonia, la hostia se
convirtió en Carne y el vino del cáliz se convirtió en Sangre, la cual se
coaguló en cinco fragmentos irregulares de distintos tamaños.
Figura
1.- El milagro de Lanciano en la Carne
Pero
el Milagro no sólo sorprendió a los entonces presentes... ya que la Carne y la
Sangre se preservan incorruptas hasta la actualidad, sin que medie ningún proceso de conservación. Ambas pueden
apreciarse en la Iglesia de San Francisco en Italia.
Los
primeros estudios de corte científico se practicaron en el remoto 1571, pero es
prudente que consideremos los hallazgos más recientes, practicados en 1970 y revisados en 1990.
Según estos trabajos (encarados por prestigiosos médicos italianos de la talla del Profesor Doctor Eduardo Linoli y del Profesor Adjunto Ruggero Bertelli, ambos de universidades seculares), la Carne conserva la forma de la hostia, con un diámetro de 6 cm, con una laceración central levantada en forma de pliegues. La porción inferior es más gruesa que la superior, sugiriendo el corte transversal de un órgano cavitado. El examen microscópico de la pieza ha revelado que pertenece a la especie humana, y específicamente, se trata de tejido cardiaco, incluyendo miocardio, endocardio e incluso secciones del nervio vago. En términos simples, la Carne es corazón humano estructuralmente completo.
Figura
2.- Corte histológico demostrando la presencia de músculo cardíaco, un vaso
sanguíneo e inervación en una «biopsia» de la Hostia de Lanciano
La Sangre, por su parte, está separada en los 5 coágulos que antes citamos, con un total aproximado de 15 gramos. El estudio bioquímico por inmunoelectroforesis ha revelado que se trata de sangre humana, del inmunotipo AB (vale destacar esta información coincide con el mismo grupo sanguíneo del Santo Sudario).
Figura 3.- Prueba de aglutinación que demuestra el grupo sanguíneo de la Sangre de Lanciano
No debemos olvidar, además, que la Carne y la Sangre se
encuentran exactamente en las mismas condiciones en que se presentaron a los
fieles... hace 1300 años, lo cual hace más asombroso aún, si cabe, a este
Milagro.
Pero quizás lo más trascendente sea recordar que, en realidad, todos somos testigos DIARIOS del milagro maravilloso que representa la transustanciación, regalo único que Cristo nos lega con su presencia en cada sagrario del mundo.
Como comentario final, quien desea ampliar la información puede consultar la página oficial del Santuario: http://www.cmns.mnegri.it/miracolo/welcome.html
Revista Digital Fides et Ratio - Mayo de 2006
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