Credo in unum Deum, Patrem omnipotentem,
factorem coeli et terrae, visibilium omnium et invisibilium.
Nuestra
concepción del Universo se basa en 3 dimensiones físicas: la longitud, la
anchura y la altura. Desde el punto de vista de la física, Einstein introdujo
la idea de una verdadera cuarta dimensión representada por el tiempo. De todos
modos, en el mundo cotidiano estamos habituados a que los objetos se definan
como tridimensionales.
Sin embargo, la
complejidad maravillosa de
Para una mejor comprensión, un buen ejemplo de un cuerpo geométrico fractal es una nube. Como todos los fractales, es demasiado irregular para poder describirla en los términos geométricos habituales (esfera, cilindro, cono, etcétera). Además, posee detalle a cualquier escala de observación que, en modelos teóricos, son infinitos. Por ello podemos afirmar que las nubes o las montañas son verdaderos fractales naturales, como también lo son el árbol bronquial y el sistema circulatorio, entre otros. Además de las ya mencionadas, el propio Mandelbrot definió una de las principales características de los fractales que es la autosemejanza. Los fractales tienen la misma estructura en sus partes y en el todo, que pueden representarse a escala. En palabras del matemático: "Las nubes no son esferas, las montañas no son conos, las costas no son círculos, las cortezas de los árboles no son suaves y nada, excepto la luz, viaja en línea recta".
Fractales naturales
Con anterioridad a Mandelbrot, el
sueco Niels von Koch había concebido los primeros modelos de fractales a través
de lo que hoy día conocemos como “la isla de Koch”. En términos simplificados,
si se parte de un triángulo equilátero donde la longitud de cada lado es la
unidad y dividimos cada lado en tres partes iguales, intuitivamente
comprendemos que cada parte mide 1/3 de lado. Ahora bien, si sustituimos el
segmento central por 2 segmentos de tamaño idéntico formando una especie de
“diente”, damos lugar a una poligonal cuya longitud es 3·4··1/3=4. Si se repite
la operación, el mismo cálculo nos dará 16/3. Si perpetuamos la operación
indefinidamente, obtendremos la ya mencionada “isla de Koch” o “copo de nieve
de Koch” que aquí vemos:
La isla de Koch
En la operación n-ésima la curva
estará formada por 3·4N
trozos, de perímetro 4N
/3N-1. Cuando n tiende a infinito, el perímetro de la
curva es… infinito, pese a que ocupa un área limitada del espacio.
¿Acaso el Universo creado responde a una descripción fractal? Un ejemplo interesante propuesto por los matemáticos son los perfiles de los ríos. Una alternativa empírica es cubrir el contorno geográfico con rectángulos (“cajas”, por el calco en la traducción del inglés “box”) y contar el número de las mismas para cada escala de tamaño.
Medición por "cajas" de la longitud y la dimensión geométrica de un río
Por métodos técnicos que
exceden el objetivo de este artículo, la aplicación de las propiedades de la
potenciación y la función logarítmica nos permite deducir que la costa de un
río tiene dimensiones fraccionarias, lo cual no parece encajar con facilidad en
nuestra concepción observacional del Universo.
Como puede apreciarse,
esta concepción de la realidad no es un patrimonio de las Ciencias Exactas o de
Nuestra limitada capacidad requiere del apoyo de sistemas
informáticos y modelos teóricos para simplemente aproximarnos a la comprensión
de