Crux Sancta sit mihi lux, non Draco sit mihi lux, Vade Retro Satana,
numquam suadeas mihi vana, sunt mala quaea libas, ipse venena vivas
Un antiguo
precepto en Biología
sostiene que “la ontogénesis resume la
filogénesis”, esto es, que el desarrollo
embrionario reproduce lo ocurrido presuntamente en la
evolución. Así, todos los
seres vivos somos una única célula al principio,
con posterior aparición de
tejidos, órganos más complejos y una
progresión hasta el nacimiento.
Sin embargo, el
descubrimiento de
embriones fósiles que datan, en teoría, de hace
500 millones de años, debe
hacer reflexionar sobre aquel viejo axioma… y sobre la misma
idea de la “evolución
de las especies”.
Según publicó Science, el Dr James Hagadorn, del Amherst College de Massachusetts, lideró un equipo de investigación formado por científicos de 15 países que descubrió cerca de 160 embriones fosilizados de al menos 1000 células cada uno en un yacimiento en China. Se trata de animales primitivos, probablemente espongiarios, que fueron virtualmente “disecados” por las nuevas técnicas de tomografía con rayos X de alta energía, con la cual se obtuvieron cortes milimetrados para el análisis preciso.
Imágenes por tomografía de los embriones fósiles (microfotos de la Universidad de Oxford)
Los biólogos documentaron la presencia de diferenciación celular y de divisiones celulares asincrónicas, que no son habituales en las mitosis. Además, lograron descubrir la presencia de organelas, esto es, de las estructuras subcelulares encargadas de procesos específicos, como las mitocondrias.
El sorprendente
grado de conservación,
por un lado, y la presencia de desarrollo embrionario en las formas
hipotéticamente
más primitivas de animales pluricelulares, por el otro,
vuelven a poner en tela
de juicio los conceptos actuales sobre la presunta evolución
de las especies.