Sanctus, Sanctus, Sanctus, Dominus Deus Sabaoth. Pleni sunt coeli et terra gloria tua. Hosanna in excelsis
Sección Historia: La historicidad de los nietos de Noé (primera parte)
Hemos evaluado con anterioridad las evidencias históricas del Diluvio Universal, tras el cual los hijos de Noé, al abandonar el arca, poblaron con su descendencia la tierra postdiluviana.
Los capítulos décimo y undécimo del sublime libro del Génesis describen la genealogía de los tres jóvenes (Sem, Cam y Jafet) así como el fenómeno de Babel, analizado en artículos previos.
En esta primera parte del ensayo, trataremos de seguir los pasos de uno de los tres hijos de Noé a través del propio relato de las Escrituras y de otras evidencias a la luz de los historiadores.
Figura 1.- Probable imagen aérea del Arca de Noé
Puntualmente, las primeras letras de este escueto análisis están dedicadas a Cam, cuyos descendientes, según el testimonio bíblico, poblaron el África y el sudoeste de Asia. De acuerdo al relato del Génesis (Gen 10,5), este hijo de Noé le dio al constructor del arca al menos cuatro nietos:
(1) Cus, término hebreo con el cual se designa a la región del Este africano que ocupan las actuales Etiopía y Eritrea (de hecho, las extraordinarias crónicas de Flavio Josefo mencionan a los habitantes de la región como «cusitas»). Uno de sus ulteriores descendientes fue Nemrod, fundador de las civilizaciones babilónicas.
(2) Misraim, vocablo con el que los textos hebraicos del Antiguo Testamento mencionan a Egipto (es interesante destacar que, en la descripción del funeral de Jacob, se menciona a la región egipcia como Abel Misraim). Además, es el ancestro del pueblo filisteo.
(3) Phut, nombre con el que se designó en tiempos mosaicos a la actual Libia, hecho también atestiguado por Flavio Josefo
(4) Canaán, nombre que incluso en el Nuevo Testamento se le da a Palestina, Israel y Jordania. Entre sus descendientes se cita a Het (fundador del imperio hitita, mencionado en la Biblia y confirmado muchos siglos después por la arqueología) y a Sidón, fundador de la ciudad homónima. Por otro lado, se menciona a Canaán como el predecesor de los jebuseos (Jebus es el nombre dado a Jerusalén en el Antiguo Testamento: Jc 19,10)
A lo largo de este ensayo en tres partes, intentaremos maravillarnos una y otra vez de la historicidad concreta de los textos bíblicos y del don de la revelación de Dios a través de los mismos.
Revista Digital Fides et Ratio - Diciembre de 2006