Santo Tomás de Aquino (1225-1274), el «Doctor Angélico», patrono de la educación católica
Artículo especial: el poder de la oración
-por el Padre José Martínez Colin-
Para
nuestra sección de invitados especiales, contamos en esta edición de Fides et
Ratio con la reproducción debidamente autorizada de los párrafos escritos por
el padre José Martínez Colín para la serie de artículos «La voz del Papa»
del formidable portal católico Encuentra.com
Podemos
ser muy poderosos: el poder de la oración
1)
Para pensar
El
Papa Benedicto XVI, al igual que Juan Pablo II, ha dedicado varios momentos para
hablar con los jóvenes. Un tema que le gusta recordarles es el de procurar
tener un encuentro vivo con Jesús. Y para ello invita a tener ratos de oración
con el Señor. Hay un relato que nos puede ayudar a comprender lo valiosa que es
la oración constante.
Sucedió
en la Segunda Guerra Mundial. Un oficial alemán estaba en un hospital francés
mortalmente herido. Una monja, también alemana, lo atendía y entendiendo que
era católico quiso llamar a un sacerdote para que lo asistiera espiritualmente,
pero él no quería ni oír hablar de religión.
Entonces
la monja le dijo «Pues rezaré por usted para que el Señor toque su corazón».
El oficial le dijo que era inútil y que se cansaría, pues no estaba dispuesto
a cambiar de opinión. Pero la monja le respondió «Pues no crea que es tan fácil
que me canse. Por ejemplo, llevo dieciséis años rezando todos los días por la
conversión de una persona». El oficial se sorprendió: «Deberá ser una
persona que quiere mucho, ¿acaso es su padre o su hermano?». «Pues no, ni
siquiera lo conozco. Resulta que mi madre era sirvienta de una condesa en
Alemania. Y ésta tenía un hijo que vivía desordenadamente y alejado de Dios.
Entonces la condesa le pidió a mi mamá que me pidiera rezar por ese hijo.
Desde entonces así lo he hecho y también otras monjas rezan por esa intención.
Según me ha escrito la condesa su hijo está herido en la guerra».
El
oficial, muy nervioso, le preguntó con mucho interés a la monja: «¿Y su mamá
se llamaba Beata?» La monja respondió: «Sí. Pero... ¿acaso es usted es el
hijo de la condesa llamado Carlos?». Efectivamente así era. El oficial se
conmovió al saber cuánto habían rezado por él y se convirtió en ese
instante. Aceptó recibir los sacramentos y poco después moría piadosamente.
2)
Para pensar
Con
la oración somos poderosos, pues es el Señor el que lleva a cabo las cosas.
Hemos de orar con la confianza de que Dios siempre nos escucha y Él sabe lo
mejor que nos conviene.
Es
válido rezar por nuestras necesidades, pero no podemos hacer depender nuestro
amor a Dios de que se resuelvan exitosamente. Nuestra oración ha de ser la de
un hijo de Dios que confía que Dios le concederá lo que le convenga.
Pensemos
cómo es nuestra confianza y perseverancia en la oración.
3)
Para vivir
Se
precisa, pues, procurar tener al día un momento para hablar con el Señor. Y
como fruto de esa oración, muchas veces descubriremos ahí cuál es la voluntad
de Dios, y así, ponerla después en práctica.
También
el Papa nos lo recuerda en la carta del apóstol Santiago: «Pero tenéis que
poner la Palabra en práctica y no sólo escucharla engañándoos a vosotros
mismos- "no como quien la oye y luego se olvida, sino como quien la pone
por obra"; ése será bienaventurado al llevarla a la práctica"»
(St 1, 22s).
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José Martínez Colín es sacerdote, ingeniero en Computación por la
Universidad Nacional Autónoma de México y Doctor en Filosofía por la
Universidad de Navarra -
Revista Digital Fides et Ratio - Enero de 2007