Santo Tomás de Aquino (1225-1274), el «Doctor Angélico», patrono de la educación católica
Artículo especial: reportaje a Mirjana, vidente de Medjugorje
Se conoce que los testigos de las apariciones de Nuestra Señora de la Paz en Medjugorje han recibido, al igual que en Fátima, secretos revelados por la Santísima Virgen con relación a acontecimientos que serán la consecuencia de nuestra falta de conversión.
Las advertencias marianas son frecuentes en sus apariciones, y siempre ha quedado claro que nuestra oración y penitencia pueden torcer el curso de la historia si así nos lo proponemos.
Cuando corría 1991, décimo aniversario de las primeras apariciones, la periodista Janice Connell le realizó una entrevista a una de las videntes, Mirjana, acerca de los mencionados secretos. A continuación transcribimos el diálogo entre ambas:
Janice Connell: – Ya han transcurrido diez años desde que estas grandes apariciones comenzaron. Mirando hacia atrás, parecería que la Virgen te dio todos los diez secretos muy rápido.
Mirjana: –
Yo tuve suficiente tiempo. Puede parecerte muy rápido a ti, pero yo había
tenido más tiempo con la Virgen que los otros videntes que estaban aquí en
Medjugorje. Ellos estaban constantemente rodeados de gente, le preguntaban a la
Virgen por los sacerdotes y por todos los que aquí venían. Mi tiempo con Ella
era privado y completamente concentrado.
JC: – ¿Puedes repetir una vez más qué te está permitido decir acerca de
los secretos?
M: – Los primeros dos secretos serán advertencias para el mundo: acontecimientos que se han de dar antes de que un signo visible le sea dado a la humanidad. Estos ocurrirán durante mi vida. Diez días antes del primero y del segundo secreto se los notificaré al Padre Petar Ljubicic. Él orará y ayunará durante siete días y luego los anunciará al mundo.
JC: – Muchos evangelistas estos días están hablando del fin del mundo. ¿Ha
de sobrevivir el mundo a los secretos que tú conoces?
M: – El mundo de Dios no cambia. Todo pasa menos la voluntad de Dios. Aquellos que oran entienden.
JC: – ¿Tú te consideras más brillante que los otros videntes y por
esto pudiste absorber esos tremendos hechos más rápido?
M: – No.
JC: – ¿Cómo te acuerdas de los secretos?
M: – Los tengo escritos.
JC: – ¿Con
tu propia escritura?
M: – No.
JC: – ¿Con
la escritura de la Santísima Madre?
M: – Recibí una esquela de la Santísima Virgen con los secretos escritos en
ella.
JC: – ¿Es
cierto que sólo tú puedes ver lo que está escrito?.
M: – Sí.
JC: – ¿Dónde guardas esa esquela?
M: – En la casa de mi familia, en Sarajevo, en mi dormitorio de allí.
JC: – ¿La
guardas en Sarajevo? ¿Y si la necesitas aquí?
M: – La guardo en Sarajevo.
JC: – Si yo mirase a la esquela, ¿qué podría ver?
M: – Cada uno que la vio, vio algo diferente.
JC: – Pero,
sólo tú puedes leer lo que está escrito.
M: – Sí.
JC: – ¿Los
diez secretos están escritos en la esquela?.
M: – Sí.
JC: – Eso
significa que no tienes que recordar los secretos. Puedes sacar esa esquela y
leerlos.
M: – Recuerdo todo. No necesito de la esquela para recordar los secretos.
JC: – ¿Es
cierto que conoces el día y la fecha de cada cosa?
M: – Sí.
JC: – Mirjana, ¿estás segura de que no olvidarías nada? ¿Conoces el día, el minuto y la hora?
M: –
Conozco el día y la fecha.
JC: – ¿No
te da miedo, Mirjana, especialmente a medida que los días del cumplimiento se
acercan? (Mirjana se encoge de hombros y mira para otro lado)
JC: – ¿Puedes compartir si los secretos traen buenas o malas nuevas?
M: – Bien,
el primer secreto quebrará el poder de Satanás, y es por eso que ahora está
tan agresivo.
JC: – Con respecto al primer secreto, algunos te han citado diciendo que toda una parte del planeta quedaría desolada, que sería totalmente destruida, que ninguna vida crecería en ese lugar. ¿Es esto cierto?
M: – No
recuerdo haber hablado de ello con nadie. Por favor, pide a las personas que no
hablen de los secretos. Por favor, pídeles a aquellos que conocen las
apariciones de la Virgen de aquí que se concentren en la Voluntad de Dios.
Nuestra Madre Santísima dice que deberíamos orar más, y deberíamos amar a
Dios como nuestro Padre. Deberíamos aceptar los mensajes de oración, ayuno,
conversión y reconciliación que Dios está mandando al mundo por medio de la
Madre Bendita de Jesús. Si hacemos esto, no tendremos miedo de nada, no
importará lo que el futuro nos pueda deparar.
JC: – Mirjana, la gente habla de tres días de tinieblas, de grandes olas...
M: – Yo no hablo de esas cosas, ni nunca he hablado de ellas. Dios es paz. Dios es amor. Los mensajes de la Santísima Madre aquí son mensajes de paz, de modo que todos sus hijos de la tierra puedan experimentar el amor de Dios.
Revista Digital Fides et Ratio - Marzo de 2007