Santo Tomás de Aquino (1225-1274), el «Doctor Angélico», patrono de la educación católica
Artículo especial: los pontífices, el periodismo y los medios
Reportaje realizado por Marta Lago al padre Manuel María Bru Alonso para Zenit
Sacerdote y periodista, el profesor Bru es director de la
programación
socio-religiosa de
MADRID,
viernes, 5 septiembre 2008
(ZENIT.org).- En la serie "Papeles de Información Religiosa"
-del
Observatorio de
--Zenit: De su estudio se desprende el rassgo común de
León XIII, san Pío X, Benedicto
XV, Pío XI y Pío XII (pontificados que abarcan de
--Manuel María Bru: Las leyendas neegras sobre la historia de
Evidentemente entre estos papas se da una progresiva
sensibilización respecto a
este tema: si para León XII en un sano debate plural la
libertad de expresión
estaba subordinada a la verdad, para Benedicto XV, sin contradecir este
extremo, era fundamental la libertad de expresión
precisamente para frenar la
abusiva instrumentalización de la comunicación de
masas por parte de los
regímenes autoritarios.
--Zenit: Por su parte, el beato Juan XXIIII profundizó en los
medios de comunicación
como armas de la verdad, de la honestidad y de la caridad.
¿En qué consistió su
consiguiente llamamiento a la responsabilidad del periodista?
--Manuel María Bru: Para Juan XXIIII el periodista era un
verdadero artista.
Admiraba esta profesión en un tiempo en el que, en no pocos
ambientes, era
despreciada. Por eso su llamamiento a la responsabilidad del periodista
no lo
hacía desde una exhortación a una exigencia
moral, sino desde una altísima
estima respecto a la formación necesaria y la
delicadísima actividad
periodística, pues el periodista, decía
él, "necesita la delicadeza del
médico, la facilidad del literato, la perspicacia del
jurista, el sentido de
responsabilidad del educador". Es una formulación de
máximos, no de
mínimos, porque el "deber ser" de ésta como de
otras profesiones,
consiste en su "verdadero ser".
--Zenit: Recién cumplidos 30 a&ntillde;os de su muerte,
Pablo VI ha sido recordado por la
fuerte actualidad de su magisterio, por ejemplo, en su
Encíclica Humanae
vitae. Como primer "sacerdote y periodista" que
ocupó
--Manuel María Bru: Le dice que lo suyo es un verdadero
sacerdocio, un
verdadero servicio al hombre y la sociedad desde el uso de la palabra.
Para él,
el comunicador era un investigador de la actualidad, un buscador de las
causas
y de las consecuencias de los acontecimientos, al servicio de un
conocimiento
de los mismos para que los hombres sean cada vez más
respetuosos con la
dignidad humana, más solidarios, y estuviesen más
unidos. Por eso la
comunicación en sí misma, en todas sus vertientes
y formatos, bien hecha, era
para él pre-evangelizadora. Y el anuncio
explícito del evangelio por los medios
de comunicación, ya lo sabemos, lo ponía al mismo
nivel que la catequesis o la
predicación. Además de su riquísimo
magisterio directo, hay que ponerle su
rostro y su impronta personal tanto al decreto conciliar Inter Mirifica como
a
la instrucción pastoral Communio
et Progressio, que sigue siendo la carta magna
de la comunicación social cristiana.
--Zenit: Albino Luciani también conntaba con una trayectoria
periodística hasta su elección
como romano pontífice. Tomó el nombre de Juan
Pablo I por sus dos predecesores.
Usted define la comunicación en el Papa Luciani como
"empatía".
¿Encarnaba así también la forma de
comunicar de Roncalli y Montini?
--Manuel María Bru: Aportaba la emppatía personal
del primero y proponía la
empatía pastoral del segundo. Él era el mejor
ejemplo del tipo de comunicación
social de la que hablaba, una comunicación al servicio del
encuentro, del
entendimiento, del diálogo. El Papa de la sonrisa
tenía una capacidad especial
de visualizar ese gran principio de sus antecesores de que la
comunicación
social tiene como única meta y como único sentido
y "brújula" la
comunión.
--Zenit: Primer Papa "mediático" y de la
globalización, Juan Pablo II indicó
en el mundo de la comunicación un nuevo areópago
para la evangelización.
¿Cuáles fueron las razones de este apremio?
¿A quién se dirigía?
--Manuel María Bru: Juan Pablo II ddio un giro de
180º al magisterio de
Hay dos frases en su último texto sobre la
comunicación social, la carta
apostólica "El rápido desarrollo", que lo dicen
todo: por un lado,
que "el fenómeno actual de las comunicaciones sociales
impulsa a
--Zenit: Usted sintetiza que Benedicto XVII indica además en
los medios un nuevo
areópago para la comunión. ¿En que
sentido utiliza este término respecto a la
actividad periodística y mediática?
--Manuel María Bru: Benedicto XVI eestá
desarrollando el rico magisterio de Juan
Pablo II y de los papas precedentes buscando nuevas implicaciones de
sus
fundamentos teológicos y nuevas aplicaciones
prácticas a los nuevos desafíos
que se presentan. La teología de la comunión, en
todos sus aspectos, sobre todo
en el de la teología fundamental y el de la
eclesiología, impregnan hasta hoy
todas sus referencias a este tema. Pero también ha tomado el
relevo de Juan
Pablo II de ofrecer nuevos conceptos con gran capacidad persuasiva para
recordar las exigencias éticas del uso de los medios, tanto
por parte de los
emisores como de los receptores. Por eso, si el Papa Wojtyla hablaba de
la
video-dependencia o de la televisión como niñera
electrónica, el Papa
Ratzinguer habla de la info-ética, porque es tan necesaria
en este mundo como
la bio-ética.
--Zenit: En pleno Año Paulino, Beneedicto XVI acaba de
recordar la predicación del
Apóstol de las gentes en Atenas, primero en el
Ágora y luego en el Areópago,
como un modelo sobre la forma de traducir el Evangelio en las culturas
del
lugar y del momento. Como sacerdote y periodista,
¿cómo sugiere usted la
aplicación del paradigma paulino en nuestro complejo
panorama
mediático-tecnológico?
--Manuel María Bru: Creo que entre todas las
características personales del
Apóstol de
Una de las grandes intuiciones del magisterio de
Revista
Digital Fides et Ratio - Noviembre de 2008