Revista Horda
N° 2-Año 2001
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BREVE ACERCAMIENTO A LAS CULTURAS PRECOLOMBINAS Y SU DEVENIR HISTORICO A PARTIR DEL DESCUBRIMIENTO Y CONQUISTA



 

Lic. Andrés Lora Bombino
 

 El arribo a tierras americanas el 12 de octubre de 1492 de una expedición europea dirigida por el Almirante Cristóbal Colón indica un hecho histórico de radicales cambios en el mundo hasta entonces conocido e incluso algunos historiadores europeos consideran la fecha como fin de la llamada Edad Media.
 A partir de este momento se ha tejido una historia de encuentros y desencuentros que a más de quinientos años de iniciada no deja de ser polémica e interesante por lo que ha traido consigo para la historia, en sentido general.
 Al respecto el Dr. Antonio Núñez Jimenez expresó:

 “(...) La versión del llamado Descubrimiento de América es, hasta hoy, casi enteramente una versión europea, comenzando por el mismo concepto descubrimiento(...)1 y es realmente así aún hoy día, al cabo de medio milenio de efectuado, América no fue descubierta por España pues existen datos fidedignos de otros pueblos del norte de Europa que ya habían puesto su planta en la misma, sin contar las posibilidades de que pueblos navegantes de regiones del pacífico hayan arribado a nuestras costas en tiempos en que aún España se encontraba en una gran atraso en su desarrollo cultural, económico y político.
 Por tanto a lo largo de la historia de varios siglos diferentes teorías y conceptos han devenido ilimitada polémica en función de dejar sentada una verdad lo más cercana posible a la realidad histórica, sin obviar por supuesto los intereses particulares de las partes interesadas o actuantes en el proceso.
 Al respecto el intelectual dominicano Juan Bosch nos dice:
 (...) Todo el esfuerzo que se ha hecho, y el que pueda hacerse en el porvenir, por presentar el descubrimiento y la conquista del nuevo mundo como el producto de Renacimiento español, carece de base histórica. Colón es un hombre del renacimiento italiano, pero la participación de España en el descubrimiento no tiene nada que ver con el Renacimiento; no se debió a la ciencia cosmográfica española, ni a la organización marítima de Castilla, ni a la superioridad de sus navegantes; no se debió a la riqueza del reino de Isabel y ni siquiera a la de los reinos unidos de Castilla y Aragón. La causa es de otro orden (...)2.

 Hasta 1492 España había liberado una larga guerra contra los árabes y el catolicismo, religión de los distintos estados europeos servía de sustento ideológico al nuevo imperio en vías de desarrollo, lo que creó las condiciones para que se hicieran a la mar la expedición de Colón en la búsqueda de una nueva ruta a las Indias.
 España no se encontraba lista, en ningún sentido, para la faena emprendida que le llevaría a cabo mediante el despojo, asesinato o sumisión de las tierras y pueblos que encuentran. Quedaba demostrado así para la historia, el carácter económico de la empresa de Colón.
 En el umbral de la historia americana la conquista europea cortó a filo de espada la evolución de las sociedades nativas. Cae sobre los aborígenes como el alud de un mundo más desarrollado en todos los órdenes y, por ende, más poderoso...su resultado es el aniquilamiento de las formas propias del vendico...De repente, los indígenas ven con estupor precipitarse sobre sus series e instituciones un cataclismo, que en los instantes del desconcierto inicial no atinan a atribuir sino a deidades malignas o fuerzas nebulosas de la naturaleza que arrasan su aparto social y desarbolan su estructura familiar y religiosa3.
 Por tanto este encuentro entre el europeo y el amerindio ha resultado un truma de enormes repercusiones en el nuevo  y  viejo mundo del que hoy todavía la inmensa mayoría de nuestros pueblos aborígenes no se ha podido recuperar pues incluso en algunos casos, como el cubano, el choque fue tan violento que llevó consigo el exterminio total en los habitantes autóctonos de la isla.
 La histroriografía española siempre ha tratado de presentar este suceso trascendental como algo excepcional, meritorio, digno de loas y alabanzas y todo aquello que lo contradiga cae de lleno en lo que ellos llaman "“la leyenda negra”.
 Pero tanto existe una firme convicción de que el choque  de estas dos culturas produjo un genocidio y un cultiricidio con nuestros primeros padres y que por tanto la fecha del llamado “descubrimiento” más que fecha de festejo es signo de conmemoración y lucha por el bien de América latina en esta era de globalización y neoliberalismo que trata de destruir la identidad latinoamericana forjada a golpe de tesón y sangre en estos más de quinientos años desde 1492 hasta nuestros días.
 A la llegada de los conquistadores europeos, principalmente españoles, a la América ubicada al sur del río Bravo, la población indígena que allí habitaba la calcula  el Dr. Antonio Nuñez Jiménez entre unos 10 y 40 millones de habitantes4, que se encontraban en distintos estadios de desarrollo cultural, sin embargo, algunos habían avanzado tanto en el dominio de las ciencias, la escritura, la cosntrucción de templos y palacios y dominio de la agricultura que cosntituyen ejemplos de lo que se hubiese podido alcanzar si la llegada del hombre blanco no hubiese arrasado con pueblos y sus respectivas culturas.
 (...) Las cultura más desarrolladas del México antiguo, principalmente la maya, mixteca, tolteca y azteca llegaron a poseer sistemas propios de escrituras...puede decirse que la escritura maya fue la más desarrollada del México antiguo por esa época que coincide con el esplendor clásico de las ciudades del mundo maya, ellos llegaron a tener un hondo sentido del tiempo y de la historia, y su calendario era dos diezmilésimos más cercano al año astronómico que el nuestro...5
 Entre las realizaciones arquitectónicas de los mayas tenemos los templos de Chichén itzá, Petén, Uxmal y otros donde se pueden apreciar las grandes dotes que poseían sobre el arte de construir. No solamente se destacaron en estas ramasa del saber, las riquezas de su alfarería, piezas fundidas en oro, ídolos, sino en la poesía, la danza y la música.
 No fueron estos pueblos situados en Mesoamérica únicamente los que gozaron de un alto grado de desarrollo, en las rregiones andinas los incas fueron extraordinarios en sus construcciones, carreteras y ciudades, entre ellas el Cuzco que todavía se conserva. En general, los amerindios domesticaron, numerosas especies vegetales como la yuca, papa, maíz, cacao y otras muchas. En regadíos hicieron notables obras y las telas confeccionadas por los indios paracas del Perú maravillaron a los conquistadores por su belleza y colorido.
 Ellos habían establecido, de acuerdo con sus propios niveles de desenvolvimiento político, sus instituciones propias, con todo esto queremos destacar el hecho de que llamar bárbaros a todos los indígenas de América latina está muy lejos de ser cierto y no fue todo más que una falacia y artimaña de los conquistadores para justificarse ante el mundo por sus crímenes.
 Aún hay más, se han encontrado cráneos de pueblos suramericanos que presentan huellas de haber sido trepanados, algo desconocido por los europeos y que las operaciones tuvieron éxito queda probado con estudios realizados en los mismos que dan a conocer que hubo formación del callo en el hueso, hecho que nada más que ocurre estando con vida el operado y hay algunos que presentan más de una huella de trepanaciones realizadas en distintos tiempos.
 En su historia de España y América J. Vincens Vives ha expresado. “Los españoles, pues, haciendo casi tabla rasa de lo que hallaron, implantaron con absoluta naturalidad sus formas de vida, sin comprender desde luego, lo trágicamente destructivos que resultarían para el mundo indígena”6.
 ¿Que recibimiento ofrecían los amerindios a los primeros descubridores y conquistadores?

 Sin lugar a dudas el carácter pacífico de los habitantes de los primeros lugares donde Colón toca tierra y las condiciones existentes en la zona donde habitaban los mayas y aztecas prepararon las condiciones para que a la llegada del conquistador fuera recibido con grandes muestras de halago y simpatía y en algunos casos eran considerados como dioses.
 Sin entrar en detalles puede afirmarse que en el Valle de México existían condiciones propicias para que un invasor se aprovechase de ellos sin escrúpulo alguno con el único propósito de enriquecerse a toda costa y sin reparar en medios.
 Hablando sobre la conquista de América por los españoles, el escritor dominicano Juan Bosch apunta: “(...) Dado el paso del Descubrimiento, absolutamente inesperado, España –y en España Castilla- tuvo que dar el paso siguiente, que fue el de la Conquista. Y para eso no estaba preparado el país conquistador. No estaba preparado porque no era una sociedad burguesa, y sólo una sociedad burguesa hubiera podido explotar el imperio que había caído en sus manos; y no lo estaba, porque sin haber producido una burguesía, España –especialmente Castilla- estaba viviendo una dualidad entre pueblo y Estado, o lo que es lo mismo, entre los castellanos y su Reina, y también entre los de Aragón y Castilla”. (...)7
 De desdicha histórica y un crimen natural calificó nuestro héroe nacional José Martí la conquista de América, agregando “(...) El pretexto es que la civilización, que es el nombre vulgar con que corre el estado actual del hombre europeo, tiene derecho natural de apoderarse de la tierra ajena perteneciente a la barbarie, que es el nombre que los que desean la tierra ajena dan al estado actual de todo  hombre que no sea de Europa o de la América europea (...)”8.
 Estas palabras de Martí dichas en otras circunstancias bien pueden aplicarse al proceso de colonización. Gonzálo Fernández de Oviedo en su Historia general y natural de las Indias defiende los intereses del imperio y para justificar la brutalidad de la conquista presenta a los indígenas americanos como “pobladores bárbaros, infieles incapaces a los que España está en el deber de civilizar y convertir en cristianos”9.
El propio Diego Velázquez “(...) participa del criterio de que los conquistadores se han visto obligados a recurrir a la violencia para cumplir su misión apostólica (...)10.
O sea, que desde los primeros tiempos de la colonización ya se encontraba una justificación al crimen indiscriminado apelando a que fue necesario para cristianizarlos, al respecto escribe Ramiro Guerra “(...) El indio, en plena libertad, entregado a sí mismo no podía, díjose, ser enseñado a vivir como los cristianos, ni adiestrado en el trabajo y las industrias, ni convertirla la fe ni instruído en las enseñanzas de la Iglesia (...)11.
 Y sobre aquellos en quien pesaba la obligación de hacer cristianos a los indios, el propio Ramiro Guerra escribe “(...) El Clero no fue siempre en la época un factor de moralización; a la inversa, contribuyó a veces a promover conflictos y escándalos de la peor especie en la colonia” (...)12.
 La economía colonial española se basaba en la explotación ilimitada del trabajo indígena, en el saqueo y engaño a millones de nativos y al respecto escribe Ramiro Guerra: “... Las horribles condiciones de trabajo en los lavaderos de oro han sido descritas vívidamente por las Casas, quien no sólo vio funcionar de cerca sino que los poseyó él mismo y los que puso en producción con indios encomendados, en los primeros años de su llegada a Cuba. Los indios trabajaban desde el amanecer y cavaban la tierra o la arena aurífera hasta el medio día, sin comer ni beber. A esa hora se suspendía la faena para que comiesen algunos granos, maíz más generalmente, casabe y agua... las bestias con que acarrean eran los mismos indios, a toda manera de carga y peso. Los hacen trabajar en fiestas y domingos, porque aquellos días los envían cargados de herramientas a las mismas (...)13.
 Que el pensamiento de los españoles en relación con los indios de América no cambió en nada ya después de la independencia de las colonias es buena muestra  del diálogo sostenido entre Miguel de Unamuno (considerado uno de los intelectuales de más prestigio en España en las primeras décadas del presente siglo) y la gran poetisa Gabriela Mistral. Al decirle ésta a Unamuno que aún quedaban indios en América, él le respondió: ¡No importa¡ ¡Qué desaparezcan¡, a lo que indignada le respondió Mistral: “¡Ustedes mataron muchos, pero no los acabaron¡14
 Los defensores a ultranza del colonialismo español se remiten a las disposiciones dictadas por el Real Consejo de Indias donde aparecen Reales Ordenes en defensa de los indios de América, pero al respecto el historiador soviético Iósif Grigulévich destaca: “(...) Por su actividad el Consejo (se refiere al Real Consejo de Indias) recordaba una gigantesca máquina, de la cual fluían en torrente interminable las más diversas indicaciones y disposiciones: durante los años de la colonia fueron editadas más de cien mil. Muchas llegaban a los dominios españoles con un retraso de más de un año, y otras se archivaban. Cuando estas disposiciones no correspondían a  los intereses de la administración colonial se utilizaban la fórmula “Obedezco, más no cumplo (...)15
 

 Pacificar llamaban los conquistadores a la acción de apropiarse de los territorios ocupados por los indígenas y para hacerlo no repararon en medios por crueles o inhumanos que fuesen. Ya hemos dicho que los españoles fueron bien acogidos a su llegada y que a favor de los mismos estaban algunas pugnas entre los propios naturales que trajeron como resultado que hubo grupos que apoyaron a los conquistadores en contra de sus propios hermanos, ejemplo de ello lo tenemos en los tlaxcaltecas y texcocanos que lucharon al lado de Cortés y también la aparición por regiones del Valle de México de distintos fenómenos atmosféricos que fueron interpretados como presagios de origen divino que los atemorizaron y al presentarse los conquistadores los reciben con toda clase de presentes y halagos, pese a todo esto la sed de sangre de los recién llegados no se calmaba fácilmente y así tenemos las matanzas realizadas en Cuba en Caonao y la del Templo de México-Tenochtitlan y Cholula en el Valle de México, que no fueron las únicas pero que nos sirven como muestra de nuestros planteamientos sobre el carácter genocida de la conquista.
 Relata Fernando Portuondo y del Prado “...Un deplorable incidente interrumpió  la pacífica ocupación de la isla (se refiere a Cuba). Al llegar a Caonao, pueblo no muy distante del lugar donde hoy se levanta la ciudad de Camaguey, los conquistadores encontraron reunidos a dos millares de indios en una plazuela, todos en cuclillas, esperándolos con muchos casabe y pescado. Comenzó la acostumbrada distribución de las vituallas a la tropa, cuando uno de los españoles sacó su espada y se lanzó sobre un indio, acción que fue imitada por otros soldados produciendo terrible matanza. Esta resultó espantosa al penetrar los españoles en una casa de grandes proporciones donde estaban reunidos unos quinientos indios, de los cuales muy pocos tuvieron la oportunidad de huir. “Iba el arroyo de sangre, como si hubieran muerto muchas vacas” cuenta el padre Las Casas testigo de aquella inútil carnicería (...)”16.
 La matanza realizada por los hombres de Hernán Cortés, es otra muestra de lo que fue el genocidio español en el Valle de México. La fiesta de Tóxcatl que se celebraba en el Templo Mayor en honor del dios Huizilopochtlie era la fiesta principal de los habitantes de México-Tenochtitlan y los aztecas ofrecen una en honor de las españolas, lo que aceptó Cortés.
 El día señalado la fiesta comenzó como usualmente se realizaba con cantos y bailes, enlazando un canto con el otro. En el momento culminante aparece Diego de Alvarado con un grupo de sus hombres en son de guerra, cierran las puertas que daban acceso al llamado Patio Sagrado, cercan a los que se encontraban bailando y se lanzan al lugar donde se encontraban bailando y se lanzan al lugar donde se encontraban los atabales, dándole un tajo al que los tocaba, le cortaron ambos brazos y luego lo decapitaron y su cercenada cabeza fue a caer en un lugar lejano.
 Al momento todos los españoles comienzan a atacar con sus lanzas y espadas a los presentes. A algunos los atacaron por detrás cayendo a tierra con sus entrañas dispersas. A otros les desgarraron la cabeza, quedando las mismas hechas trizas. A muchos los hieren en los hombros y a muchos en el abdómen, cayendo sus entrañas al suelo y muchos corrían inutilmente arrastrando sus intestinos que se enredan entre sus piernas. La sangre de las víctimas corrían tal como si fuera agua y se iba encharcando y el hedor de la sangre se alzaba en el aire17.
 La religión fue un arma de fuerza utilizada por los conquistadores, ellos hacían escarnio de los dioses de los amerindios, con furor se derribaban sus ídolos y templos y se prohibían sus tradicionales costumbres religiosas, había que cristianizarlos por grado o por fuerza. Es imposible que aquellos sacerdotes que vinieron con los conquistadores pudieran hacerse entender con los nativos ya que no hablaban la misma lengua y por medio de gestos o señales no se podía lograr una buena comunicación por lo que es lógico que cuando se les mostrase una Biblia no supiesen de que trataba dicho libro y si se les daba en sus manos en numerosas ocasiones la arrojaban al suelo, trayendo por consecuencia una represión sangrienta por medio de las armas donde perecían cientos y cientos de indios.
 Pacificar llamaban los españoles a la acción de apropiarse de los territorios de América y para lograrlo se valieron de numerosos medios. Ya hemos hablado de las matanzas masivas, pero existió también el uso del cepo y de la tortura. Quedan pinturas de los amerindios donde se aprecian a muchos de ellos apresados en cepos, cortándoles los brazos y lo que es aún más horrible el uso de fieros perros azuzados contra indefensos indios que resultaban destrozados y comidos por estos animales. Las palizas se propinaban sin reparar sexo ni edad.
 Después de los descubrimientos de portugueses y españoles y que eurgen controversias entre a quienes pertenecían las tierras descubiertas, el Papa Alejandro VI en su famosas Bula Intercétera otorgó la soberanía de las tierras descubiertas por Colón a los Reyes de Castilla a partir de un determinado meridiano geográfico, pero les impuso el, deber correlativo de tratar humanamente a los indios y convertirlos a la fe católica y a su vez éstos compensarían esta cristiana tarea con trabajo, es por ello que el sistema de las encomiendas surge del la dificultad que la Bula del Papa creó para poder esclavizar abierta y legalmente a los indios18.
 Es así como la servidumbre fue el estado de los indios mansos, como la esclavitud lo fue el de los rebeldes. Fue Diego Velázquez el que realizó los primeros repartimientos o encomiendas, a cada conquistador dio un pueblo mayor o menor según la categoría del favorecido. El propio Velázquez manifestó que “(...) participa del criterio de los conquistadores se han visto obligados a recurrir a la violencia para cumplir su misión apostólica y defiende la tesis de que la encomienda indígena no es un sistema de explotación sino el justo pago que los naturales de América ofrecen a los blancos europeos a cambio de su conversión”19.
 Y de todos es sabido que las encomiendas no fueron más que campos de concentración de trabajo forzoso, donde miles y miles de indios perdieron sus vidas por los malos tratos y el trabajo excesivo a que no estaban habituados a los que hay que añadir aquellos que prefirieron suicidarse en masa para escapar de su agonía.
 No solamente fue la violencia y los malos tratos lo que ocasionó la masacre de aborígenes que fueron ellos portadores, como la viruela que era desconocida totalmente y que produjo una gran mortalidad en aquellos que resultaban afectados.
 La conquista de América por los españoles es un baldón para la humanidad, se arrasaron pueblos, ciudades, templos y culturas. Muy poco es lo que hoy día podemos conocer de las lenguas, costumbres, fiestas religiosas, literatura y conocimientos científicos de nuestros antecesores y en el caso práctico de Cuba podemos preguntarnos ¿qué nos queda hoy de taínos, siboneyes y otros núcleos culturales que vivían aquí a la llegada de Colón?. Gracias a la abnegada labor de especialistas en arqueología y etnografía algo se ha podido conocer, pero esos restos no quedaron en nuestro suelo por la bondad del conquistador, si no a pesar suyo. Todavía nosotros tenemos muchos enigmas que resolver y al igual que nosotros en América latina mucho es lo que queda por conocer, sin contar aquello  que nunca jamás llegaremos a saber por haberse destruido todas las fuentes históricas que pudieran desentrañar.
 Hemos calificado de Genocidio y Cultiricidio lo realizado por los conquistadores en nuestras tierras, refiriéndonos solamente a la etapa de la conquista, pues si analizamos lo que fue el colonialismo español en América latina, estas páginas de horror que hemos descrito quedarían pálidas ante la sangre de miles y miles de nuestros hermanos que los combatieron con armas en la mano.
 

Universidad Central Martha Abreu de las Villas, Cuba
 
 
 
 

Citas
1. NUÑEZ JIMENEZ, Antonio. Eurocentrismo versus americanismo (artículo). Revista Islas.
2. BOSCH, Juan.  De Cristóbal Colón a Fidel Castro, pág. 15.
3. Selección de lecturas. Historia de América I, Tomo I, pág. 67.
4. NUÑEZ JIMENEZ, Antonio. Ob. Cit.
5. Visión de los vencidos, pág. 173.
6. VINCENS VIVES, J. Historia de España y América.  Tomo III, Pág. 388.
7. BOSCH, Juan.  Ob. Cit., pág. 15.
8. MARTI; José.  Obras completas.  Tomo VIII, pág.  335.
9. ALMODOVAR MUÑOZ, Carmen.  Antología de la historiagrafía cubana, pág. 62.
10. Ibídem, pág. 63.
11. GUERRA, Ramiro.  Manual de Historia de Cuba, pág. 41.
12. Ibídem, pág. 75.
13. Ibídem, pág. 37.
14. NUÑEZ JIMENEZ. Ob. cit.
15. GRIGULEVICH, Josif.  Luchadores por la libertad de América, pág. 10.
16. PORTUONDO, Fernando. Historia de Cuba, pág. 66.
17. Visión de los vencidos, pág. 81.
18. GUERRA, Ramiro.  Ob. cit.,pág. 40.
19. ALMODOVAR, Carmen.  Ob. cit, pág. 28.
 
 
 

Bibliografía
 

1.ALMODOVAR MUÑOZ, Carmen.  Antología de la historiografía cubana.  Editorial Pueblo y Educación, Ciudad de la Habana, 1986.
2.BOSCH, Juan.  De Cristóbal Colón a Fidel Castro.  El Caribe frontera imperial.  Casa de las Américas, La Habana, 1981.
3.CASAS, Bartolomé de.  Brevísima relación de la destrucción de las Indias.  Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1977.
4.GARCILASO DE LA VEGA, El Inca.  Comentarios reales sobre los incas.  Casa de las Américas, La Habana, 1973.
5.GRIGULEVICH, Josif.  Luchadores por la libertad de América latina.  Editorial Progreso, Moscú, 1985.
6.GUERRA Y SANCHEZ, Ramiro.  Manual de Historia de Cuba.  Consejo Nacional de Cultura, La Habana, 1962.
7.Historia de América I.  Lecciones de lecturas. Tomo I, 1980.
8.Historia de Cuba. Manual de las FAR (Segunda edición).  Dirección política de las FAR, La Habana, 1968.
9.MARTI PEREZ, José.  Obras Completas (Tomo VIIII).  Editorial Nacional de Cuba, La Habana, 1964.
10. NUÑEZ JIMENEZ, Antonio.  Eurocentrismo versus americanismo. Consideraciones en torno al V Centenario del Descubrimiento de América. Encuentro de dos mundos, en : Revista Islas, N° 86, enero/abril, 1987, Universidad Central de las Villas.
11.PICHARDO, Hortensia.  Documentos para la historia de Cuba (Tomo I).  Edditorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1977.
12. PORTUONDO Y DEL PRADO, Fernando.  Historia de Cuba (6° edición).  Editora del Consejo Nacional de Universidades, La Habana, 1977.
13. Visión de los vencidos. Relaciones indígenas de la conquista.  Biblioteca del estudiante univerisitaro, Universidad Autónoma de México, 1982.
14. VINVENS VIVES, J.  Historia de España y América. Tomo III.  Barrcelona, 1961.

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