Revista Horda
N° 1-Año 2000
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HORACIO RAVA: el combate interminable 1920-1940

Daniel Guzmán
Prof.de Historia

  Desde sus primeros pasos culturales en la Brasa con aquel artículo sobre la literatura de César Tiempo de 1927, había ya en su escrito un esbozo de su tendencia boedista. Soñaba con la unión de intelectuales y proletarios, pues pensaba en la suerte del habitante de nuestros campos, que sufría bajo la opresión política y empresarial.

   Cuando se lanza en el proyecto Vertical (1937-1940) su pensamiento esgrime posturas no ajenas a la intelectualidad argentina, que bajo el impacto de la guerra civil española, está convencida, de la lucha universal contra todo sistema totalitario que se despliegue en el mundo. Horacio Rava no escapa a la época (1930-1940), como intelectual socialista, creía en la intelectualidad  como agente de cambio cultural y social, y siente que el liberalismo cultural está traicionando a la democracia y al pueblo, pues actúa como sucursal del capitalismo colonizador.

  En sí la crisis moral, para Rava sería contenida por una izquierda ya purificada de las traiciones del golpe septembrino del 30. Claro la persecución de Elías Castelnuovo, Héctor Agosti, José Portogalo, y Aníbal Ponce, escritores que no compartían la bonanza económica de la Argentina conservadora, denunciada  en la editorial de septiembre del 37 (Vertical N° 2), mostraba cada vez más la acentuada regeneración de la izquierda combativa.

  Combate universal, que en Rava funcionaba como superador del localismo nacionalista, sin olvidar que el mismo pensaba que la liberación del mundo occidental, implicaba también la liberación del  americano.

  Pero para pasar a la etapa emancipatoria, la conciencia de clase era tan importante en Santiago del Estero, como en cualquier parte del planeta, Rava se quejaba de la ausencia de la misma en el gremio docente (editorial sobre la huelga docente de 1938, Vertical N° 9) lo cual explica su fracaso en los movimientos huelguistas.

  Horacio Rava que era docente, conocía el interior, y esa conexión con la docencia, abrió las puertas de Vertical  a muchos maestros, cuya producción literaria todavía no había tenido acceso a la publicación masiva, como ocurrió en la revista de Rava. Muchos docentes entre ellos Rava, pensaba a la educación como niveladora social, y creía en ella como solución a los problemas socio-culturales santiagueños que limitaban su crecimiento económico y político.

  Rava se convenció que la burguesía producía un sistema totalitario, y presidentes como Agustín Justo, y Roberto Ortiz, hacían peligrar los logros democráticos, en retirada ante el avance del individualismo capitalista y el corporativismo nacionalista. La política santiagueña, casi caudillismo para el pensador santiagueño, había creado un sector político totalmente dependiente del centralismo porteño y de sus capitales extranjeros.

  Horacio Rava  como otros intelectuales de la Brasa, empezaban a ver que la cultura era clave, para la construcción de una sociedad más justa, pero a sabiendas que todo despliegue constructivo exigiría un espíritu de combate comprometido con la realidad.
 
 

BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA
Vertical, Santiago del Estero, N°1 al 17, 1937-1940
RAVA, Horacio.   Los escritores y la Brasa, su influencia en la literatura santiagueña y argentina, en: El Liberal, Santiago del Estero, 75° aniversario, 1973.
RAVA, Horacio.  Presencia del maestro en la producción poética de Santiago del Estero.  Santiago del Estero, 1959.

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