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Moneda de Constantino convertida en colgante de oro.
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A través de los siglos, el prestigio del imperio se mantuvo intacto por mas de 900 años, durante los cuales el sólidus de oro, o nomisma bizantino conservó todo su valor, a pesar del paso del tiempo.
Cada emperador ordenó la impresión de esta moneda con su rostro, con la cruz, a veces con su hijo co-emperador, con su regente, y a veces con el rostro de cristo.
Esta es solamente una muestra de unas 20 monedas de oro de distintas épocas, lo que nos dará una idea de la belleza de las mismas.
La mayoría de las monedas proceden del libro "La Iconoclastia Bizantina", de André Grabar, que figura en nuestra bibliografía, y están en dicho libro en blanco y negro, así que el dorado que presentan es por un tratamiento que le he dado a los archivos con Adobe Photoshop, con lo cual se pudo lograr que se vean con un poco más de claridad.
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