Una historia de la magia

Tercera entrega: rebeliones de los duendes

Desde 1800 los duendes han tenido varias revelaciones, pero ninguna tan importante como la denominada "revelación de la independencia".

En ésta lograron lo que pocas de las demás criaturas pueden presumir: Su independencia de los magos, sus leyes y su comunidad.

Fue firmada por el en aquellos tiempos actual  presidente del consejo de duendes, Calv el Pelado  y decretada por la Organización Fundamental de la comunidad Duendica.

La dependencia Duendica implicaba el poder de crear y abolir sus propias leyes, vivir como una comunidad independiente del ministerio de la magia ( a pesar de tener un departamento allí en la división de Seres) y su propia organización monetaria y territorial.

Sin embargo los duendes se han mezclado tanto entre los magos que realmente estas leyes de independencia no son en realidad muy utilizadas.

Es cierto que en algunos países tienen sus propios estados, pero vemos como buen ejemplo Gringotts, totalmente manejada por duendes, y sin embargo, en el territorio de la comunidad de magos.

A fin de cuentas, cuando se decreto el estatuto en 1896, tanto la comunidad duendica al completo, como los representantes de la comunidad de magos y algunos de Centauros y Sirenas (los cuales también son comunidades independientes a la de los magos) al principio los brujos estuvieron un tanto renuentes a darles tantos privilegios, y lamentablemente esto infundió a muchos intentos de ataque por jefe de ejército Pato el Pie Grande y el jefe de la armada duendica Tosc el Hosco.

Finalmente aceptaron el decreto, y las comunidades una vez más se dividieron. Sin embargo, ésta fue sólo la más importante y menos sangrienta de todas sus reveliones.

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Ninguno de estos datos es nombrado en la saga salvo el hecho de que los duendes han tenido reveliones.