El sacrificio y la expiación |
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1º Tesis En el Antiguo Testamento, la expiación fue el paso del pecado al sacrificio por imposición de manos sobre la cabeza de la victima. En
el Antiguo Testamento, la expiación fue normalmente usada a través del
sacrificio de un animal. (ej. Éxodo 30:10, Levítico 1:4, 4:20-21 En
el Antiguo Testamento: La palabra ‘expiación’ es usada más o menos
100 veces y es siempre expresado como (ej, Levítico 23:27, 25:9, Números
5:8) ‘kaphar’ en Griego ( normalmente escrito como ‘hacer una
expiación’). La
expiación es la traducción de una palabra del Hebreo que significa el
paso del pecado al imponer las manos sobre la cabeza de un chivo vivo y
confesar todas las iniquidades de los hijos de Israel (Levítico 16:20). En
el Antiguo Testamento, la expiación fue normalmente usada a través del
sacrificio de un animal. (ej. Éxodo 30:10, Levítico 1:4, 4:20-21 En
Hebreo, esto significa el día de ‘cubrir’ o ‘armonía’. El día
más importante para los judíos fue el Día de expiación en el décimo
día del séptimo mes (Levítico 23:27, 25:9). Podemos ver en Levítico
16 que aun el sumo sacerdote no podía entrar el Lugar Santísimo,
excepto por los ritos específicos. El
propio Lugar Santísimo necesita expiación, igual que el pueblo de
Israel; el sumo sacerdote tuvo que ofrecer el sacrificio a fin de quitar
el pecado al imponer sus manos en la cabeza del sacrificio. Los hijos de
Israel pensaban sobre la Santidad de Dios y sobre su pecado en el Día
de Expiación. Entonces
se ofrecían como 15 ofrendas (incluyendo Azazel), 12 holocaustos y 3
ofrendas de expiación eran puestas ante Dios (Levítico 16:5-29, Números
29:7-11). Si contamos ‘el otro cordero’ mencionado en Números 28:8,
hay 13 holocaustos y 4 ofrendas de expiación. El
día en que Israel expió los pecados anuales fue el décimo día del séptimo
mes. Por la misma señal, el día de expiación para todo el mundo fue
el día en que Jesús fue bautizado por Juan el Baptista. Esto fue el Día
de Expiación (Mateo 3:13-17). Esto fue el día en que Dios quitó todo
el pecado del mundo (Mateo 3:15). Esto fue el Día de Expiación en el
cual Dios dijo: “para que así...
Cumplamos toda justicia.” En
el Antiguo Testamento: Al igual que otros sacrificios, el sacrificio de
consagración fue ofrecido en el tabernáculo. El sumo sacerdote se
lavaba y se vestía con la túnica de lino consagrada en vez del traje
formal para los ritos y seleccionaba un novillo para el sacrificio de
expiación y como holocausto por el mismo y por su familia (Levítico
16:3-4). El sumo sacerdote imponía sus manos sobre la cabeza de las
ofrendas para quitar el pecado. Imponer
las manos es una parte esencial del Día de Expiación. Si esto no se
realizaba así, las ofrendas del sacrificio no se hubieran podido llevar
a cabo pues la En
Levítico 16:21, “Y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del
macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los
hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos
así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por
mano de un hombre destinado para esto.” Después
tomará los dos machos cabríos, los presentará delante del Señor a la
entrada de la tienda de reunión, y echará sobre ellos suertes; uno será
para el Señor y otro será un chivo expiatorio. El
del Señor fue ofrecido como el sacrificio de expiación y el chivo
expiatorio fue ofrecido vivo ante el Señor para expiar los pecados
anuales del pueblo de Israel y después enviarlo al desierto. (Levítico
16:7-10) Los
pecados de Israel tuvieron que pasarse al chivo expiatorio a través de
la imposición de manos. Después el chivo expiatorio que tomó todos
los pecados de Israel, fue enviado al desierto para restablecer la paz
entre los hombres y Dios. Entonces los pecados anuales de Israel eran
quitados. En
el Antiguo Testamento, Aarón ofrecía el novillo de sacrificio por su
propio pecado y hacía el rito de expiación por sí mismo y por su
familia (Levítico 16:11). Luego tomaba del altar de delante del Señor
un incensario lleno de carbones encendidos y dos puñados de incienso
aromático pulverizado para introducirlo todo detrás del Señor, de
suerte que la nube de incienso cubría la plancha de oro que estaba
sobre las tablas del testimonio y así no moría. Después tomaba parte
de la sangre del novillo, rociaba con el dedo el lado oriental de la
plancha de oro y por delante hacía siete aspersiones de sangre con el
dedo. (Levítico 16:12-19) En
Día de Expiación, el imponer las manos de Aarón sobre la cabeza de la
ofrenda no podía ser omitido. Aarón imponía sus manos sobre el chivo
y pasaba todos los pecados y todas las iniquidades de Israel sobre su
cabeza. Después un hombre designado enviaba al chivo expiatorio al
desierto. El chivo expiatorio andaba vagando por el desierto con los
pecados de Israel y moría por estos al final. Esto fue el sacrificio de
expiación en el Antiguo Testamento. Es lo mismo en el Nuevo Testamento, excepto que el chivo expiatorio fue Jesucristo, quien quitó todos los pecados de los hombres a través de su bautismo y derramamiento de su sangre en la Cruz, muriendo por nosotros. En
el Nuevo Testamento: De la misma manera en el Nuevo Testamento,
Jesucristo fue bautizado por Juan el Bautista ( poner las manos del
Antiguo Testamento) y quitó todos los pecados de los hombres como el
chivo expiatorio para cumplir la salvación de Dios (Levítico 20:22,
Mateo 3:15, Juan 1:29,36). Por eso ahora, la salvación de todos los pecados no puede realizarse sin el bautismo y crucifixión del más alto sacerdote, Jesucristo. Este es el cumplimiento de salvación de ser nacido nuevamente con agua y el Espíritu. En
el Nuevo Testamento, esto significa el bautismo de Jesús por Juan el
Bautista. En Hebreo y en Griego, esta palabra significa el paso de
pecado a Jesucristo, por eso los pecadores pueden tener justas
relaciones con Dios. El Nuevo Testamento ilustra bien la ofrenda por la
expiación: el bautismo de Jesús y su muerte en la Cruz. En
el Nuevo Testamento: La expiación está relacionada con una palabra árabe
‘kpr’ que significa ‘para cubrir’. Esto significa el bautismo de
redención de Jesús. Jesús vino a este mundo y fue bautizado a la edad
de 30 años para cumplir con la salvación de los hombres. En
el Nuevo Testamento, el concepto del sacrificio de expiación del
Antiguo Testamento fue mantenido, pero la redención de los hombres está
relacionada con Jesucristo. El Apóstol Pablo dijo que Jesucristo murió
por nuestros pecado (1 Corintios 15:3). La palabra ‘expiación’ fue
usada no sola para referirse a la muerte de Cristo para expiación del
pecado original, sino para quitar todo el pecado de los hombres. Y después
del bautismo por el cual el pecado de los hombres fue pasado a
Jesucristo (Mateo 3:15). El salvó al ser humano por Su Sangre en la
Cruz (Levítico 1:1-5, Juan 19:30). El
Apóstol Pablo explica en 2 Corintios 5:14 que ‘uno murió por
todos’ y en el verso 21, ‘por nosotros’, en Gálatas 3:13, ‘habiéndose
hecho maldición por nosotros’. Entre los versos del Nuevo Testamento
que se refieren a Jesús como el Sacrificio. (ej. Efesios 5:2), está
Juan 1:29,36 (‘Cordero’-Juan el bautista) y 1 Corintios 5:7
(‘nuestra pascua’-el Apóstol Pablo). Pero
Pablo especificó que el bautismo de Jesús en el Jordán fue la expiación
de todos los pecados del mundo. Él explicó en Romanos 6 que todos los
pecados de los hombres fueron pasados a Jesús a través del bautismo de
Jesús por Juan el Bautista. Él
continuó explicando que la crucifixión de Jesús fue el juicio y el
pago por el pecado, que el sacrificio de
expiación
fue ofrecido por las almas de los humanos. La
muerte de Jesús nos significa el sacrificio de expiación en el Antiguo
Testamento. El imponer manos en el Antiguo Testamento Y El bautismo de
Jesús en el Nuevo Testamento están de acuerdo con la ley de Dios (Isaías
53:10, Mateo 3:13-17, Hebreos 7:1-10,18, 1 Pedro 3:21). El
Nuevo Testamento no termina con el bautismo y la muerte de Jesús pero
continua diciéndonos que el cumplimiento de salvación es ser bautizado
para vincularnos a Cristo y morir con El (Romanos 6:3-7, Gálatas
2:19-20). Esto
nos dice que Jesucristo fue bautizado por Juan el Bautista para quitar
todos los pecados del mundo y que Él fue crucificado por consecuencia.
Jesucristo, a través de Su bautismo y sangre, no sólo quitó el pecado
de los hombres y toleró el dolor, sino también salvó a los hombres
del poder de Satán y les hizo volver al poder de Dios al aceptar el
castigo en lugar del ser humano. Entonces la redención de Jesús resolvió el problema de pecado que estaba bloqueando a los hombres para con Dios, después restaurando paz y armonía entre los seres humanos y Dios, trayendo consigo salvación, reconciliación (Romanos 5:11), vida (Romanos 5:17-18) y redención (Mateo 3:15, Juan 1:29, Hebreos 10:1-20, Efesio 1:7, Colosenses 1:14) al mismo tiempo.
2º Tesis
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