La Cabeza de Burro

Arriba La Mujer Loba

 

    Había una señora que vivía sola. Un día que fue a buscar leña encontró una cabeza de asno, la tomó, la limpió bien, la llevó a su casa y la colocó encima de una mesa. De pronto la cabecita dijo:

-Búsquenme lanas de todos colores para tejer.

    Repuesta del susto la mujer le obedeció y compró lanas. Cuando se las entregó la cabeza de burro empezó a tejer pisos y alfombras muy hermosas.

    La señora empezó a vender los tejidos haciéndose muy pronto millonaria.

    Cuando fue a venderle alfombras a la hija del Rey, ésta quedó maravillada por la calidad y hermosura de los tejidos. Jamás había visto un trabajo tan maravilloso y le preguntó:

-Dígame, mi buena señora, ¿quién teje tan bonito?

    La mujer le respondió:

-Mi hijo.

    Entonces la hija del Rey invitó a la señora acompañada con su hijo, la cabeza de burro envuelta en un pañuelo de seda azul. La niña quedó muy triste al ver que no era un hombre el que tejía, sino la cabeza de un asno.

-De todas maneras -dijo- me casaré con él.

    Tomó la cabeza de burro y la dejó en el velador de su dormitorio.

    Cuando se fue a acostar la cabeza de burro se convirtió en un príncipe muy hermoso. Al amanecer desapareció el joven. Cuando despertó la niña ya no estaba el príncipe, ni la cabeza de burro.

    La princesa quedó muy triste.

    Cerca del palacio había una laguna donde siempre se bañaban tres cuervos, pero ahora había aparecido uno nuevo.

    Extrañada por este hecho consultó a una anciana y ésta le dijo:

-Tu marido está de cuervo en ese laguna y tienes que desencantarlo para que vivas con él. Lo encantó una bruja, porque no quiso casarse con ella.

-¿Cómo lo haré? -preguntó.

    La anciana le dijo:

-Tú vas a ir a la laguna y te escondes, y vas a ver a los cuervos salir, convertirse en hombres y almorzar, para volverse nuevamente pájaros. Tú vas a ver tres que comen, mientras hay uno que no come, porque está pensando en ti. Ese es tu marido; tú te muestras y lo abrazas. Entonces se romperá el hechizo.

    La niña siguió los consejos de la vieja y fue a la laguna, se escondió en el bosque, esperó a que salieran los cuervos. Al salir se convirtieron en hombres, tres almorzaron, mientras que uno no lo hizo.

    Salió la niña y los sorprendió convertidos en seres humanos, corrió y abrazó al que no comía, rescatándolo del embrujamiento en que estaba y lo llevó para su casa.

 

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Cuentos folkóricos de Chiloé

Antonio Cárdenas Tabies,

1976