Dr. Edward Bach (1.886-1.936),
médico inglés, bacteriólogo, homeópata
e investigador. Encuentra en los remedios florales, un medio efectivo
e inocuo, que actúa sobre el campo emocional, causa de todas
las enfermedades del ser humano.
Hablar de esencias florales
es recordar al Dr. Edward Bach, quien reveló al mundo su
eficacia hace más de 50 años, adelantándose
a su época. Con enorme perspicacia e inspiración,
el Dr. Bach logró establecer una relación importante
y definida entre los desequilibrios emocionales y las enfermedades.
A su muerte en 1.936
había descubierto los principios curativos de 38 flores,
con las que podía tratar distintas perturbaciones y desde
entonces muchos otros investigadores han continuado su trabajo,
ampliando sus descubrimientos.
Tan importante ha sido
la aportación de las Esencias Florales a la medicina natural,
que en el año 1.976, la O.M.S. reconoció y recomendó
su uso, como terapia, y desde entonces, millones de personas se
han beneficiado del poderoso efecto energético que ejercen
sobre todo ser vivo.
La terapia floral, ha
abierto nuestra consciencia a la comprensión de que somos
responsables de nuestra salud, demostrando ser el camino de transformación
y evolución del hombre cuando éste acepta el desafío
de convertirse en participante consciente y activo de su propia
recuperación.
Las esencias florales
ayudan a restaurar la energía vital y la estabilidad y día
a día se producen nuevos descubrimientos en este campo. Uno
de los más importantes investigadores de las propiedades
curativas de las esencias florales, es el famoso botánico
alemán Andreas Korte, quien además de trabajar con
las esencias tradicionales, ha elaborado más de 200 nuevas
esencias, que han ampliado enormemente el radio de acción
de esta revolucionaria terapia.
Si nos detenemos a observar,
veremos que siempre detrás de cada malestar, hay una emoción
conflictiva en la que estamos atrapados y que nos impide expresarnos
como lo deseamos. Los conflictos emocionales son esos puntos críticos
en los que el alma y la personalidad, libran una batalla dolorosa
que degenera en muchas ocasiones en enfermedad.
La enfermedad, en ese
sentido, no es un mal a suprimir, sino un beneficio del que aprender.
Las esencias florales,
nos ayudan a sentir y percibir mejor nuestros conflictos, a fin
de que podamos aprender de ellos y así, liberarnos responsablemente.
Somos esclavos de todo aquello que no somos conscientes.
En sus libros
el Dr. Bach, explica con toda claridad el potencial que encierra
cada emoción negativa. Una lista orientativa sería
la siguiente: