Prenda sus bocinas,
contiene música.

Crónica de Sonia, en Monterrey
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2 PAJAROS DE UN TIRO
ACEITE Y VINAGRE
Dedicada a mi amado
compañero de viaje…
… Como bien dicen, no hay fecha que no se llegue, ni
plazo que no se cumpla… y el día tan esperado,
vestido de fiesta llegó… la Arena Monterrey, el gran
monstruo, se había engalanado, se había puesto su
vestido de domingo en viernes, y como no habría de
hacerlo si estaba a punto de recibir a dos grandes,
íbamos a pasar a formar parte de la historia, igual
y me estoy pasando un poco, pero que le va usté a
hacer, el Serrat me ha ganado el corazón… salimos de
la canaria con tiempo de sobra, no crea usté que
todo se lo dejamos a la buena fortuna, queríamos
conseguir algún souvenir aunque fuera de pirata
cojo…. En los alrededores del gran monstruo el
tráfico vehicular era un caos, con eso de que el
ombligo del mundo es la sede del Forum de las
Culturas 2007, y justamente el gran monstruo está
localizado en las mismas instalaciones del Forum y
de pilón la Feria del Libro a un ladito, así es que
ya sabrá usté de lo que escribo, conocedores de cómo
se las gastan por estas tierras, tomamos tiempo al
tiempo y acertadamente decidimos dejar a la
silverada en los alrededores, claro a la luz de un
buen farol, mas no empapada en alchohol… la suerte
estaba de nuestro lado, encontramos un pequeño lugar
en una calleja, olvidada pero bien iluminada y con
un guardia de seguridad al pie del cañón… nunca
habíamos estado tan convencidos de haber tomado tan
buena decisión como esa noche, al dejar a la
silverada en los alrededores, fue lo mejor que
pudimos haber hecho, las calles aledañas a la Arena
estaban cerradas y el caos era total… ¿qué más
podríamos pedir?, pues ¡souvenirs bara, bara!, digo
pa' que el día fuera completo… aunque se que para mi
amado malagueño habían sido unos días perfectos y
estábamos a punto de cerrarlos y por si fuera poco,
con broche de oro, pus que caray!... le platicaré
por qué habían sido unos días perfectos… pus nada
que el malagüeño, con muchos soles y más lunas,
había sacado su gorrito y su capita, amén de la
lupa, y se había avocado a investigar qué hotel
albergaría al Catalán que habla con los ojos… se
decía que su compañera lo estaba acompañando en esta
gira, entonces por lógica dedujo que de venir
acompañado de su mujer estaría en un gran turismo…
no se equivocó… así es que preparó con la misma
ilusión y alegría que pone un quinceañero, unas
portadas, las ensobretó y las llevó al gran turismo
con gran optimismo, le hacía ilusión tener una
dedicatoria de su amado Maestro y del pajarraco que
lo acompañaba… y no vaya usté a creer que esto fue
fácil, había grandes medidas de seguridá, pero con
esa buena estrella que mi amado tiene logró su
cometido, dejar el sobre en buenas manos, casi
seguro era que llegaría a su destino… al siguiente
día por azahares del destino, otro quinceañero
ilusionado le invitó a montar guardia en el gran
turismo, el objetivo, ver al Nano… y como le digo,
mi amado Malagüeño tiene una estrella tan grande
como la que guió a los reyes que fueron a Belén a
conocer al Niño Jesús, aunque según el Mayor, esto
nunca pasó, pero bueno, no hay que revolver la
melcocha con el atole, o como se diga… la cosa es
que después de no sé cuantas horas de espera,
tuvieron su recompensa… el del bombín hizo su
aparición y el Malagueño se tomó la foto, como dice
el cliché y ahí estaban, muy sonrientes, había
quedado para la historia y justo en esa foto ví por
vez primera la melancolía en los ojos de Sabina… más
tarde, el Catalán de mirada profunda, el mismo al
que le tiembla el corazón en la garganta, hizo su
aparición llevando un sobre en mano… a mi amado
Malagüeño se le encogió el corazón de la emoción ¡su
sobre!, había conseguido sus dedicatorias, pensó…
pero no, no era asi, el Maestro se llevaría el sobre
a la Arena y ahí lo firmaría, al día siguiente el
Malagüeño, si el mismo que tiene una estrella tan
grande como la de Belén, podría recoger su sobre en
el gran turismo… cruzó unas palabras con su querido
Maestro y bastaron unos segundos para que las horas
de espera quedaran en el olvido… además ¡el Nano le
había dicho adiós al partir! ¡se había despedido de
él! Y lo había hecho efusivamente…. Joder, cada
día quiero más a este Catalán, ha hecho tan feliz a
mi amado Malagueño… el Malagueño lo merece, tanto
tiempo esperándolo, tantos años de fidelidad han
tenido su recompensa… esa tarde radiante y con los
ojos llenos de luz, volvió a la canaria… faltaban
unas cuantas horas para el gran momento, la añorada
presentación de Dos Pájaros de un Tiro, el gran
momento había llegado… por eso le digo que habían
sido unos días perfectos… la cosa es que llegamos
puestos y dispuestos, queríamos comernos la naranja
a gajos, saborearla, deleitarnos con su aroma,
primero visitamos la vendimia, había camisetas,
tarros, vasitos tequileros y párele de contar… a la
que escribe se le había metido entre ceja y oreja
comprarse un sombrerito de bombín, porque aunque
usté no lo crea, el pájaro de cuenta, o zopilote,
como quiera usté llamarlo, me atrae, me gusta su
desfachatez, su irreverencia, su lealtad y ese
cariño incondicional que le demuestra al Maestro… y
como ya le dije, hay quienes nacen con estrella y
otros estrellados, pus me topé con piedra, nada de
bombines… desilusionada pero no achicopalada, quise
entrar al gran monstruo, era temprano, pero igual y
había souvenirs ahí dentro, además el Malagüeño
había decidido comprar su recuerdito a la salida…
era la locura, entre carros de luces cegadoras
logramos cruzar y enfilar hacia la Arena… era
temprano, había poca gente entrando, así es que
tranquilamente pasamos la revisión sin
contratiempos, una revisión manual por cierto, te
digo, si de rancho, tenemos ritiharto… nomás
entrandito, estaban los souvenirs, de novedad,
bufandas, llaveros, plumas, pines… compramos una
bufanda bastante cariñosita por cierto, pero pus
usté perdone, es original, como dicen los
quinceañeros de ahora… bufanda en mano seguimos la
ruta buscando la entrada asignada, la H… a la
distancia los descubrimos, ahí estaban otros jóvenes
de corazón, intercambiamos saludos, teníamos la
mirada radiante, felices nos dirigimos a la entrada
H habíamos de localizar los lugares que tendríamos,
no había tiempo que perder… el monstruo había
abierto sus puertas de par en par, nos arroparía
justo en su núcleo… al entrar pudimos darnos cuenta
de cómo iría la cosa, la Arena tiene capacidad para
unas 15 mil almas… y al parecer los boletos se
habían agotado… al estar en el umbral pudimos ver
las luces, las grandes pantallas a los lados del
iluminado escenario y la decoración… bajamos un buen
de escaleras hasta llegar al mismísimo corazón del
gran monstruo, ahí estaban nuestros lugares,
esperándonos, a once filas estarían el Nano y el
Sabina… pero ni crea usté que estábamos conformes
con esto, así es que para cubrir la distancia de
esas once filas, habíamos ido preparados, unos
miralejos nos acompañaban… por Dios que no hacían
falta, pero ya sabe usté como es uno, jarrito nuevo,
'onde te pondré, además queríamos ver al Serrat bien
cerquitita… ya instalados pusimos atención a los
detalles en el escenario, el inseparable taburete,
ocupado por el bombín, le daba un toque especial,
atrás la guitarra sin boca, no había duda, el Nano
estaba aquí, unas boas de colores para las coristas,
un chelo, guitarras, saxo, piano, batería, grandes
pantallas, y la iluminación estretégica…a eso de las
9:30 se hizo el silencio y en las pantallas de la
Arena divisé a Iñaqui Gabilondo…decía que el
concierto se suspendería por causas de fuerza mayor,
uno de los Pajarracos había sido hospitalizado….
¡ay no manchen!... supongo que gracias a la magia
del Internet, naiden, naiden, se tomó en serio al
Gabilondo que seguía con su perorata, igual y sin
esa magia llamada Internet, habría sido un bombazo y
muchos habríamos caido redonditos en la bromita que
los pajarracos andaban gastando, como le decía, el
ciberespacio tiene sus pequeñas desventajas…. De
pronto, sin saber cómo ni cuando exactamente, el
silencio se hizo, el monstruo calló y luego rugió,
rugió como nunca, ¡los Pájaros estaban ahí!... tanto
tiempo esperándolos… se había prendido el semáforo y
estaba en verde… el Nano lucía radiante de camisa
negra y pantalón de mezclilla, un pequeño dije
prendido al cuello de su camisa llamó mi atención,
de vez en vez me enviaba destellos, el Flaco no se
quedaba atrás se veía feliz no liaunque que su
mirada reflejara melancolía, tenía puesto su clásico
saquito de colita de pato, una playera con imágenes
y pantalón de mezclilla listo pa'la jubilación, muy
Sabina… en verso, sin esfuerzo, hicieron comentarios
arrancándonos sonrisas y a veces carcajadas, como
cuando el Serrat dijo ¡viva Monterrey carajo!... al
menos a mí me sacó una buena carcajada, porque la
verdá es que naiden dice así por acá… sería mentira
si dijera que llevamos un orden de cómo se
desarrolló el añorado concierto, para nada, íbamos
dispuestos a disfrutar de esa noche plenamente, nada
debería de distraernos, no importaba si al día
siguiente se me olvidaba el orden de las canciones o
de lo que habían dicho u hecho, poco interesaba,
debería dejarme llevar por esos momentos llenos de
magia, permitirles envolverme… y así fue… me hacía
ilusión conocer a García Diego y a Verona, Miralles
y la banda de Serrat, son como de la familia pero
aquellos, eran nuevos, había que oir que era lo que
ofrecían… nomás llegandito los primeros acordes,
supe de qué iba la cosa, las canciones del Nano se
habían vestido en forma especial para la ocasión…
los pájaros en dueto perfecto dieron inicio y la
magia comenzó… tomen su lugar y hoy puede ser un
gran día… desde el primer momento nos rendimos ante
ellos, supongo que los doce mil o más que ahí
estábamos, estábamos por convicción propia… entre
más los veía y escuchaba más comprobaba el fuerte
lazo que los une, ahí no había egos, solo poesía…
solo arte… solo respeto por el Maestro… no había
protagonismo… veía a los integrantes de la banda, de
vez en vez y todos se veían contentos, hasta el
maestro Miralles reía… Cantares, Mediterráneo,
Penélope, Fiesta, Esos Locos Bajitos, Señora, Calle
Melancolía, 19 noches y muchas más le dieron sabor a
la noche… la banda de Sabina, sabía lo que hacía,
conforme el tiempo pasaba, pude darme cuenta de la
diferencia de público, Sabinistas y Serratistas…
como el vinagre y el aceite, que nomás agitándolo,
se vuelven uno, así estábamos nosotros… así
estuvimos esa noche, Serrat, que aunque él diga que
es alguien que escribe canciones, para todos es
mucho más que eso, es un poeta, mi poeta, y además
con la Medalla de la Legión de Honor que le dio la
República Francesa, igualititito que al Tío Alberto…
Sabina, un poeta urbano con el que comulgo, me
recordó a la Acción Poética, esa que pinta frases en
muros de las callejas de mi ciudad desde hace años y
que de vez en vez, me hace que le dedique un tiempo
para leerlo, para saber de su filosofía, para
entender de qué va la vida, esa acción poética que
me resume la vida en dos o tres palabras… esa noche
supe de la gran admiración que Sabina dice sentir
por el Nano, se queda corta, en cada gesto, en cada
hacer, lo demuestra, lo hace sentir, eso que ví en
Sabina, es lo que veo en mi adorado Malagüeño quizá
por eso entendí su sentir… esa noche supe que Sabina
rimaba perfectamente con el Nano…. Esa noche entendí
porque esa gira ha sido éxito… le hablaré desde mi
ignorancia… esta noche maravillosa sentí dentro de
mí la influencia sabinista en cada nota, la gente
coreaba y aplaudía las canciones del Sabina, supongo
que la diferencia entre los seguidores de estos
grandes, es esa, los Sabinistas más desinhibidos,
más roqueros, más urbanos, los Serratistas, más
mesurados, menos expresivos, mas de oír, o tal vez
¿más viejos? ¡who knows!... había gente de todas las
edades… desde los primeros acordes, la locura se
apoderó de mesurados y desinhibidos cuando le llegó
la hora a Mediterráneo y a Cantares, de pie, la
arena completa coreaba a todo pulmón a Serrat,
supongo que nos sentíamos identificados con su grito
de libertad… esa noche Serrat se vistió de pirata
cojo al igual que Sabina, tocaron las tarolas y la
tambora, Serrat jugó con su bastón, hablaron en
verso y nos hicieron felices, tan felices que no
queríamos que la noche acabara, hubieron de volver
tres veces, la Arena por completo gritaba ¡otra,
otra!... y ellos nos complacieron… nunca olvidaré la
expresión en la cara de estos Pajarracos, nos
hicieron muy felices y a la vez nosotros a ellos,
fue una rima entre ellos y nosotros… muchos
Sabinistas descubrieron a un Serrat quizá
desconocido para ellos, como yo descubrí a un Sabina
tan grande como el monstruo que nos albergaba… ahí
el vinagre y el aceite, se volvieron uno…
Sonia Cisneros Rebolloso de Treviño
Oct 22, 07

La
melodía que escucha se llama "Decir Amigo",
del cantautor Joan Manuel Serrat, y puede guardarla en
su Pc oprimiendo el icono con el mouse derecho y "Guardar
Como".
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