Aun no sé bien ni cuando ni donde, sólo sé
que para vosotros, los mortales, demasiadas lunas tendrían que pasar
para que pudierais ayudarme en mi gran interrogante.
Mis recuerdos comienzan a ser más vivos a partir de yo tener la edad
de los que andan, cuando un día un viejo de rostro amable me recogió
en mi divagar por las calles de la ciudad de Tulkiltul, al este de la Tierra
Media, pues situarla mejor no podría.
Aquella persona me adoptó y me ofreció toda su sabiduría,
que era mucha. ¿Qué cual era su nombre? Decíroslo no podría;
no mas deciros como yo lo mentaba..."Mi Maestro"...
Pero centrémonos en mi vida pues por ella es por la que escribo...
De mi raza, que deciros...no soy ni de unos ni de otros, pues Medio Elfo soy
y orgulloso estoy, ya que de distinguida es la estirpe a la que pertenezco pues
de los Noldor vengo.
Mi edad exacta no sabría pero más de dos centenas he visto pasar.
Mi nombre y mi profesión a "Mi Maestro" se las debo.....Antrax,
el Mago Gris. ¿Qué por qué este nombre? Por mi sangre fría
ante el dolor ajeno; no me enorgullezco de ello, pero mi corazón así
me lo dicta, pues mi raza conlleva una losa, los años pasan lentos, más
lentos de los años a los que quiero. Y me volví frío ante
la muerte pues sufrir más, no quiero. Y con esa carga viviré hasta
mi muerte.
Mi vida de infante pasó entre libros de magia, guiado por "Mi Maestro"
que en ellos era un avanzado.
Transcurrieron los años rodeado de libros de hechizos, hasta que un día
algo explotó en mi interior; un fuerte dolor me quemaba por dentro, notaba
como si algo que yo quería se hubiera apagado y mi rostro se llenó
de tristeza. En las sucesivas noches mis sueños se llenaron de pesadillas.
En ellas se sucedían escenas de intenso dolor, las cuales yo no sabía
comprender. Llegó el día en que el dolor se convirtió en
llanto. Y recurrí al consejo de "Mi Maestro"...me dijo que
alguien a quien yo amaba me estaba buscando y necesitaba mi ayuda.
Esta revelación le dio un vuelco a mi vida.....mi sitio no estaba entre
los libros, debía partir y buscar aquello que me mataba por dentro.
Mi primera gran decisión, separarme de aquel a quien yo había
querido como a un padre, "Mi Maestro". Recurrí de nuevo a su
sabio consejo y él me tranquilizó con sus palabras, el sabía
que yo debía partir pero que era yo quien tenia que llegar a esa decisión.
Me dijo que marchara que él siempre estaría cerca de mí.
Antes de partir me dio un broche y me dijo que cuando mi moral cayera él
me enseñaría la luz.
Con lágrimas en los ojos monté en mi corcel y partí en
dirección a la puesta de sol. Aquellos momentos de separación
de "Mi Maestro" pasaron interminablemente, sin girar la vista atrás
apreté los dientes y me perdí en el horizonte...No lo he vuelto
a ver a "Mi Maestro", quizás algún día pueda
volver con él, pero antes tengo que responderme a mi mismo algunas preguntas...
Desde aquel momento divagué sin rumbo fijo por toda la Tierra Media,
llevando una vida solitaria en busca de respuestas a mi dolor.
Pasaron los años y yo seguía sin encontrar respuestas. Mi vida
perdió el sentido y me limité a deambular como un mendigo...
Un atardecer, cuando ya mis preguntas se limitaban a pensar cuando me llegaría
la muerte y dejar así de sufrir, una luz azul intensa iluminó
mi broche y una fuerza nueva entro en mi, algo me decía que tenía
que darme prisa y cabalgar en dirección a la puesta. No me lo pensé
dos veces y galopé sin parar. A los pocos kilómetros pude ver
como se comenzaban a ver los signos de una dura batalla ya finalizada, sin duda
las respuestas estaban allí. La luz del broche se apoderó de mi
y cabalgué aun con más fuerza hasta llegar al lugar justo donde
se había llebado a cabo la batalla. Un grupo pintoresco, formado por
elfos, humanos y un enano, intentaban sacar un cuerpo de debajo de un caballo,
yo sabía que lo que estaba debajo, era quien me había llamado.
Desmonté y me acerqué raudo hasta el cuerpo, aun con vida. Era
un Medio Elfo, que me agarró fuertemente la mano y me habló.
- Tanto tiempo buscándonos y al final nos encontramos... hermano...
Le quite la capucha que le cubría la cara, y cual fue la sorpresa al
ver
que mi cara se reflejaba en la suya. Estaba soñando, tenía un
hermano gemelo...
Entró en un estado de sueño y comenzó hablar palabras sueltas...solo
pude entreleer de sus labios unas pocas:
- Ell-...os amig-...os......
- ....madre...ha ...m-...erto,...busca a...p-..adre...él n-...os busc-...a.
T-...quier-...o herman...o..............
En ese momento me apretó fuertemente la mano por unos instantes y
poco a poco cayó en su sueño eterno.
Y de esta manera el destino me unió a los que habían sido los
últimos compañeros de mi gemelo. Y jurando venganza prometí
a mi hermano luchar contra las fuerzas oscuras hasta encontrar la muerte. Así
empezó mi nueva vida en la lucha contra las fuerzas oscuras de Sauron.
Había sido formada la "Compañía del Cuñao".
Relataros todas nuestras aventuras no podría pues han sido muchas las
batallas.
Un pequeño esbozo si que podría...nuestra compañía
ha sido lugar de paso de una gran variedad de personajes. Actualmente la forman:
un Enano guerrero, mortal como ninguno en la batalla, un Medio-Elfo bribón,
hábil en el combate y en el subterfugio, un Medio-Elfo de los Bosques,
monje guerrero, sabio en el conocimiento de todas las razas de monstruos de
la Tierra Media, un Elfo clérigo, nuestro pacificador y gran enfermero
del grupo, un Elfo mentalista de ojos maravilloso y gran carcajada cuñà,
un Humano guerrero, experto en la cirugía. Y como mención especial,
mi actual discípulo, un Elfo Noldor, también mago, hábil
en la preparación de retiradas, al cual le queda mucho camino por recorrer.
Hecha pues esta breve introducción del grupo os contaré la más
importante de nuestras aventuras, que cambiaría mi pensar y la última
hasta el momento. En una de nuestras misiones contra el mal localizada en el
Bosque Negro en busca de una serie objetos encargados por Celebrinbor en LothLorien
cometí el grave e imperdonable error de un novicio, recurrir a todos
mis poderes en mi codiciosa marcha por vengar a mi hermano, si pensar en las
consecuencias que podía tener para el resto del grupo. Mi magia fue detectada
y fuimos apresados y conducidos hasta una de las ciudades oscuras más
importantes, Dol Guldur. Allí fuimos torturados hasta el dolor más
extremo y explicamos cosas de alta importancia, cosa que no me perdonaré
nunca. Pero en los momentos difíciles es cuando se ve realmente el verdadero
poder de la amistad. Y la "Compañía del Cuñao"
unimos nuestras fuerzas para intentar lograr lo nunca conseguido, la evasión
de Dol-Guldur. Difícil fue la tarea pues de las celdas de castigo partíamos
sin arma alguna. Y de forma casi magistral conseguimos empezar a escapar por
los pasillos de uno de los niveles en los que estabamos sitiados, conseguimos
llegar hasta una de las cámaras del tesoro en busca de armas que pudieran
mejorar nuestras posibilidades de huida, pero esta vez la fortuna no estuvo
de nuestro lado y no conseguimos acceder, en ese momento fuimos descubiertos
y nuestras posibilidades de huir se perdían casi por completo, tarde
o temprano nos encontrarían. Conseguimos localizar una puerta secreta
y sin saber a donde nos podía conducir nos aventuramos por sus pasillos
inhabitados durante años. Las opciones de vida cada vez eran más
escasas y de ellos nos dimos cuenta cuando descubrimos que habíamos ido
a parar ni más ni menos que a la guarida de la mascota personal de Sauron,
Enna San Sarab, hija de Ella-Laraña. En estos momentos estábamos
acorralados, por un lado la búsqueda incesante de las tropas de Dol-Guldur
y por otro el aterrador monstruo. En estos momentos se vio claramente que la
compañía había conseguido su máxima unión,
no hubo debates, el acuerdo fue instantáneo había que matarla
y encolerizar a Sauron. Nos volcamos a un ataque desesperado empleando todas
nuestras fuerzas ha sabiendas que podíamos perecer en el intento pero
nos teníamos que demostrar a nosotros mismos que éramos dignos
de seguir con vida. Y después de duros envites conseguimos derrotarla
y acceder al tesoro que esta custodiaba. En el encontré por fin mi paz
interior que daría de nuevo un vuelco a mi vida, encontré el Cetro
de Naharien, el cual nos ayudo a poder escapar aumentando mis poderes y facilitándome
teletransportar a mi y a todos mis compañeros justo antes de que los
Nazguls dieran con nosotros...........
Desde aquel momento me juré a mi mismo usar mis poderes para fines nobles
y dejar una vida de venganza, pasé a hacerme llamar El Portador del cetro
de Naharien.
Después de conseguir esta huida, la "Compañía del
Cuñao", fuimos a LothLorien a explicar lo ocurrido y pedir perdón
por haber desencadenado un serio problema que podía inestabilizar gravemente
la Tierra Media. Nos concedieron el perdón, gracias a las informaciones
que habíamos proporcionado, y nos mandaron que separáramos la
compañía durante un periodo de cinco años, ya que íbamos
a ser perseguidos sin descanso. Fuimos mandados a diferentes lugares, los Elfos
se quedaron en LothLorien, el Enano fue enviado a Moria, los Medio-Elfos a Rivendell
y el Humano a la fortaleza de Góndor.
De esto han pasado ya cinco años y espero poder ver de nuevo a todos
mis compañeros. La felicidad me embarga, en breve partiré a su
encuentro. Y conocerán a una persona nueva, he cambiado, para bien y
espero que mi ayuda sea útil para el grupo. Que nos deparará el
futuro.........
"TEL' KOLINDO EN NAHARIEN"
"El Portador de Naharien"
"TEL' NAIA EN CUÑAO VORA YANWA"
"La Compañía del Cuñao continua unida"