La fiesta de unos pocos
Gobierno del Pueblo, por y para el pueblo

A diferencia de los antiguos griegos que mantenían una forma de democracia directa, nosotros elegimos a nuestros representantes, que se convertirán en el Poder Constituido, mientras el pueblo común (Ud. y yo), mantenemos el Poder Constituyente, que lo ejercemos cada vez que emitimos nuestro voto cuando nos llaman a elecciones.

Nuestros representantes, son parte del pueblo que decidió hacerse político, con el noble fin de cumplir y hacer cumplir nuestro mandato cuando los elegimos en base a las propuestas del contrato social del partido político que representan, si ganan las elecciones.

Resulta que son empleados nuestros, que tienen que emplear su poder (el que le hemos dado), sobre nosotros y para beneficio nuestro, ya que no leí ninguna plataforma política, donde propongan nuestro perjuicio.

Lindo tema este del contrato social. He escuchado a muchos políticos echarse en cara, el incumplimiento de ese contrato y se tratan entre ellos de delincuentes, pero que extraño que nunca haya habido una denuncia sobre ello. No mi amigo, no crea que es fácil denunciarlos, ya que se amparan en sus fueros o que en lo político no es judiciable y si los deja hablar, nos convencen de que Ud. o yo, somos los culpables de los males de nuestra Patria.

Sintéticamente, he explicado en que consiste la Democracia y creo que es bastante entendible la cosa.

Pero...

Hete aquí, que esto que se ve como maravilloso y a no dudarlo, es el mejor sistema de gobierno por el que podemos optar, no es tan sencillo como parece.

Hasta ahora hablé de dos Poderes: el Constituyente y el Constituido, que son los de la Democracia, y al menos así lo explica la teoría.

Resulta que a lo largo de la historia, y disfrazados con distintos nombres, existieron otros poderes. ¿No hubo en todas las épocas, grupos de presión o grupos de interés?. Si su respuesta es negativa, le aconsejo que lea un poco de historia y si es afirmativa, evaluará como yo, a esos grupos como Poderes.

¿Cree Ud. que existe un Poder económico?

¿Cree Ud., que ese Poder económico ya traspasa las barreras de las nacionalidades?

¿No hablamos de Globalización?

¿Qué tendrá que ver esto con la Democracia?, se preguntará Usted.

Resulta que para que algún Partido Político, gane una elección necesita de grandes inversiones económicas, que le permitan difundir sus ideas masivamente, para convencernos de que depositemos nuestro voto a su favor.

O sea que necesitan de cierta gente, a los que caprichosamente, los denominaré Poder económico.

Este Poder económico, como su lícito objetivo es ganar dinero, debería aportarlo en la campaña, pero para recibir algún beneficio a cambio, o simplemente ¿lo harán de patriotas?.

O sea, que los políticos, el Poder Constituido por nosotros, que somos el Poder Constituyente, deberán gobernarnos, procurando beneficios para el Poder económico y para el pueblo.

Hoy vemos desgraciadamente, que mientras el Poder económico, tiene inmensas ganancias, el pueblo sufre de carencias cada vez mayores. No hay trabajo, la educación está cada vez peor, la salud privatizada y los que no pueden pagar se joden; la seguridad... ¿qué seguridad?, la justicia...¿qué justicia?. Vimos como destruyeron el sistema jubilatorio, donde nuestros abuelos que habían aportado toda su vida, hoy reciben miserias que no les alcanza para alimentarse y carecen de un sistema de salud acorde a sus necesidades.

Pero ahora funcionan las A.F.J.P., que recaudan a cuatro manos y espero que ellas sí cumplan y nos paguen a nosotros. Aunque a veces pienso que es como confiar en Drácula y algún día me chuparán la sangre a mi.

Hoy vemos como, mágicamente, un político que fue derrotado contundentemente en las últimas elecciones presidenciales, o sea que el pueblo no lo quería pese a su publicidad y grandes inversiones de campaña, se convierte en Super Ministro con Super Poderes y fue convocado por el ganador de las elecciones, que durante la campaña electoral, le había echado todas las culpas, junto al ex Presidente, de los males de la República.

Y viene a mi memoria un refrán que citaba mi abuela: "Administrador que administra y enfermo que la boca se enjuaga, algo traga".

Pero sigamos el análisis de la realidad política actual:

Con los medios de comunicación masivos que tenemos hoy en día, a los que llamamos sin titubeos "Cuarto Poder", es fácil, sacar conclusiones y darnos cuenta de que los políticos necesitan de ellos.

La televisión penetra en cada hogar y bombardea constantemente, con sus noticieros, películas y hasta programas de entretenimientos, donde condicionan nuestro pensar.

No dude, manipulan nuestra forma de pensar, ayer nos mostraban a Harry el sucio, cometiendo todo tipo de ilegalidades como un héroe o a James Bond, con licencia para matar como si fuese lo mas natural del mundo, en otros momentos, todo eso lo muestran como una barbarie y hoy nos vuelven a vender las mismas cosas de ayer, ya que estamos a las puertas de una guerra.

Ghandi, según la historia, fue un grano en el culo para los poderosos. Sin embargo, ellos han manipulado la figura de este gran hombre y en el film que hicieron, lo colocan conforme a sus intereses y pareciera que representa los grandes ideales de Occidente.

Endiosan y convierten en demonios a su antojo y ni hablar de las noticias diarias...

Quedó demostrado de que se puede hacer justicia por televisión. Que podemos ver un bombardeo a una ciudad, en directo como si fuese un partido de fútbol.

Y ni hablar de cuando crean los estados de necesidad. Me refiero a ese estado en que se hace necesario de que determinadas cosas cambien. ¿Recuerda lo de las privatizaciones, los cambios en la leyes penales, etc.? Su método es bombardearnos con todo tipo de circunstancias que favorecerían al cambio, hasta que nosotros salimos exigiendo el cambio que ellos mismos indujeron y lógicamente para beneficio de ellos (Poder económico).

Condicionan nuestras tradiciones, al punto que Papá Noel es Santa Claus, que no nos olvidamos de festejar San Valentín o el día o noche de Halloween.

La familia tipo, es la de Homero Simpson.

Los niños argentinos, saben mas de Al Capone o Abraham Lincoln que de Sarmiento o Mariano Moreno.

Pero que lindo es el programa de Tinelli, cuando gozamos viendo la casa de "Gran cuñado", donde parece que funciona la democracia, ridiculizando a los políticos y sus familiares. Es la ilusión de la libertad de expresión. Sin embargo, ¿quiénes pagan la publicidad de esos programas?

Hay grandes cadenas de televisión, grandes productoras cinematográficas, multimedios, la prensa escrita... Todo esto, tiene dueños poderosos, que monopolizan la información. Claro, cada uno tirando para el lado de sus intereses. Hoy desde la oposición y mañana desde el gobierno.

Y ¿quiénes son los dueños de esos medios de comunicación masiva, sino representantes del Poder económico mundial?.

Como vemos, ya son cuatro los poderes:

1) Poder Constituyente

Poder Ejecutivo

2) Poderes Constituidos ------------------------Poder Legislativo

Poder judicial

3) Poder Económico
4) Poder Mediático.

¿No sé, por qué sigo con la vieja costumbre de poner al Poder Constituyente en primer lugar?

Yo creo que es porque sigo creyendo que la Democracia es el mejor sistema de gobierno que se conoce, al menos permite cambios y el Poder, no es un fin en si mismo como en los otros sistemas.

Pero, si el Poder económico, es el único beneficiado de todo esto, en lugar de Democracia, ¿no estaríamos en presencia de una Plutocracia?. Ay, cuantas dudas me surgen para responderme esta pregunta. Vaya uno a saber..., como el viejo Platón nos abandonó hace mucho tiempo, seguiré con la duda y prefiero pensar de que no lo es, ya que no son los ricos los que directamente manejan los asuntos del Estado, sino que son los políticos, que elegimos nosotros, condicionados por la propaganda que costearon los poderosos económicos. ¿Son los políticos los que manejan la cosa pública?.

Uy, que lío me estoy haciendo. ¿Será una Plutocracia encubierta o una Democracia enmascarada?. Si llega a ser una Plutocracia disfrazada, seguramente será seguida por una Timocracia, o sea el gobierno de los poderosos por la fuerza bélica...

Mejor no sigo divagando, prefiero mi ingenuidad y quiero creer que es una Democracia y que algún día seremos todos iguales ante la ley y los jueces.

En este contexto, donde los aportes a los Partidos Políticos o a ciertos candidatos, son los condicionantes de la elección, tengo que ir a votar.

Tengo que elegir a mis representantes...

¿Mis representantes?

Si hasta me parece una farsa todo esto.

Un verdadero dilema para nosotros los comunes, ya que es el mejor sistema por el que podemos optar y sin embargo es manipulado por los poderosos, en su propio beneficio.

Que lindo sería que el partido ganador, sólo sumara los votos de los que se benefician con su elección, o sea los poderosos (poder económico y ciertos políticos, familiares y amigos).

Quedaría probado que han convertido a la Democracia en una mascarada, para beneficio de unos pocos.

Por eso, en estas elecciones, dejaré a los Poderosos que voten y yo no votaré a nadie, mas precisamente, impugnaré mi voto.

Hoy, desde ciertos medios de comunicación, aparentemente haciéndose eco de los reclamos de la gente, surge la idea de que hagamos lo mismo, o sea, impugnemos nuestro voto.

Yo soy un resignado a quien le han robado la fe, que se dio cuenta de que la historia la escribieron los vencedores y que en esta etapa que nos toca vivir, no soy más que un número en una elección.

Y me pregunto: ¿Las intenciones de estos medios, son las mismas que las mías?

Juéguese a creerme y piense que no:

Yo no pretendo nada.
Yo no ganaré nada, y ellos de seguro obtendrán beneficios.
Yo no quiero ningún cargo porque no lo merezco, ni me encuentro capacitado para ostentarlo.
Yo quiero que se cumpla lo que me enseñaron en la escuela sobre la Democracia.
Yo sueño con el ideal de los abuelos franceses de IGUALDAD, LIBERTAD Y FRATERNIDAD.
Yo soy un iluso, que todavía cree en el ser humano y ellos sólo saben de ganancias materiales.
Yo amo a mis semejantes y ellos aman al dinero.
Yo pido justicia y ellos la usan.
Yo odio la corrupción y ellos saben convivir con ella.
Yo soy un tonto soñador y ellos son pragmáticos ganadores.
Yo amo a Jesús y ellos van a misa con el Obispo...

¿No tendrán un fin oculto detrás de esta posición?

Pero hoy estamos juntos... y mañana, la historia que leerán nuestros nietos, será la que cuenten ellos.

-"Hay que joderse"- diría mi abuela.
-Y recuerda siempre: "que a las putas, los hijos les quitarán las dudas"-.

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Datos del autor: Juan Antonio de Buenos Aires, Argentina