ARCHIVO PÚBLICO DEL COMANDANTE CLOMRO
Informe Clomro-2  DIFUSIÓN
Sección III  PRODUCCIÓN FILOSÓFICA, LITERARIA Y PLÁSTICA


Subsección F
 CUENTOS

ASÍ FUE CREADO EL MUNDO
(1987)

LOS TEMPLOS INICIÁTICOS DEL SECRETO PLANETARIO
(1992)

LAS DOS REALIDADES
(1997)
 


ASÍ FUE CREADO EL MUNDO
 

Paraísos

    Todas las galaxias brillaban con Luz de Amor. Cada sistema planetario era un paraíso de felicidad, una escuela donde los seres llegaban para dar sus primeros pasos en el camino de la evolución. Esa escuela no estaba vacía en el momento en que ingresaban los alumnos: cada planeta a ser habitado, era previamente preparado para ofrecer buenas condiciones de vida. Esa función era ejercida por seres ya evolucionados, que habían cumplido su ciclo como alumnos y se encargarían de enseñar lo que aprendieron.
    Tales Maestros no eran seres con cuerpos físicos, ni precisaban vivir en planetas: habitaban en un plano inmaterial, más allá de la tridimensión, donde todo es energía pura y la materia no existe; es decir, un plano espiritual. Desde allí controlaban los planetas y cuanto en ellos ocurriera, mediante fuerzas energéticas que la ciencia no podría explicar, a semejanza de lo que sucede con los poderes extrasensoriales o paranormales que muchas personas poseen.
    Aunque no eran seres físicos, podían bajar a los planetas, entrando en el campo de las tres dimensiones, utilizando cuerpos y vehículos que, con sus poderes, constituían mentalmente. Podían convertir la energía en materia para entrar al plano físico, y luego desmaterializaban los cuerpos y naves para volver a su plano energético. Con tales poderes, eran capaces de controlar los climas de los planetas, la actividad volcánica, evitar movimientos sísmicos, impedir inundaciones y realizar todos los controles necesarios para que los planetas fueran tranquilos y aptos para una vida agradable y sin sobresaltos.
    Al iniciar el ciclo evolutivo en un sistema planetario, una vez listas las condiciones de vida en el primero de los mundos a ser habitados, muchos de los Maestros bajaban a la superficie del planeta. Allí preparaban los cuerpos a ser utilizados por los alumnos que llegarían. Dada la capacidad de los Maestros para cumplir esa tarea, era posible a los alumnos vivir en planetas; posibilidad que, por sus propios medios, no tenían, porque eran incapaces de generar mentalmente cuerpos físicos. Es que los seres recién llegados a los sistemas planetarios, estaban mentalmente en cero, como en un sueño que terminaría una vez en el primer planeta por donde pasarían. Eran como bebés, emanados de un Ser Superior, y que, como dormidos, recorrieron espacios cósmicos inmensos, inconcientes de sus orígenes y de sus potencialidades, todo lo cual aprenderían luego.
    La preparación de cuerpos físicos no requería la unión de células masculinas y femeninas para constituir un organismo gestado dentro de una madre. La reproducción por vía sexual, la maternidad, paternidad y todo eso, era inexistente. Los cuerpos no eran de origen celular, sino energético. Para conformarlos, era suficiente con que una triangulación de seres, unidos por el Amor, proyectaran fuera de sí parte de su esencia energética, concentrándola en una masa que se iba densificando, hasta alcanzar una composición física.
    Los cuerpos preparados no eran de carne y hueso, no tenían una estructura multicelular: eran etéreos, invulnerables por enfermedades y accidentes, ágiles, con aptitudes motrices y mentales análogas a las de una persona en plenitud. Si bien los alumnos llegaban con la ignorancia de un bebé, no tenían que verse obligados a pasar por una infancia, un arrastrarse hasta dar los primeros pasos, por una pequeñez y debilidad física que exigiera la protección de otros hasta crecer lo suficiente. Por el contrario, se les daba cuerpos y mentes con excelentes capacidades, aptos para ponerse a trabajar desde poco después de su llegada al mundo físico. Allí nadie pasaba por la infancia, adolescencia o vejez; los cuerpos permanecían sanos e inmutables desde el primer día en el planeta hasta el último.
    Una vez que los seres aprendían todo cuanto se les podía enseñar en un planeta, finalizaba allí el ciclo de experiencias evolutivas, y todos los alumnos dejaban sus cuerpos como quien se quita un vestido. Luego retornaban a los planos inmateriales del sistema planetario, pasando allí un período de espera hasta el momento de ser destinados a otro planeta. El primer grado estaba aprobado y era tiempo de vacaciones, disfrutando de las riquezas obtenidas y esperando deseosamente la siguiente etapa a cumplir.
    Cada nueva etapa evolutiva no podía cumplirse en un mismo planeta, porque allí todo estaba aprendido; eso sería un freno para la evolución, como sería no pasar de grado. Tampoco los seres usarían los mismos cuerpos que en la etapa anterior, porque para las condiciones ambientales del segundo planeta, serían necesarios cuerpos menos densos que los del anterior. El primer planeta habitado en un sistema solar siempre era sólido y, allí, los seres precisaban cuerpos capaces de caminar sobre el suelo duro. Más tarde, pasaban a planetas gaseosos, precisando allí cuerpos capaces de flotar en el aire; cuerpos de composición etérea, entre lo material y lo energético.
    El propósito de esa forma de evolución era hacer pasar a los seres desde los campos físicos más densos a los más etéreos, para luego elevarlos a planos en que la materia no es más necesaria como ambiente de vida y, en ese proceso, comprobar hasta que punto el Amor puede ser ejercido bajando hasta los campos materiales, sin perderse o debilitarse. Y con toda esa experiencia, retornar con las riquezas espirituales o energéticas obtenidas, al punto de partida, transfiriendo para otros lo que cada uno aprendió.
    El Amor, como pilar de las Leyes Universales, hacía posible una vida hermosa, sin sufrimientos, sin temores.
 
 

Cambios

    Hace millones y millones de años, los Directores y Maestros de un sistema planetario se encontraban haciendo sus planes, conforme a las Leyes Universales. Estaban casi listos para recibir a sus primeros alumnos, a los cuales irían a enseñar cuanto habían aprendido.
    Imprevistamente, una gigantesca luz penetró en el sistema, acompañada de muchas luces de menor tamaño, aunque enormes. Eran seres poderosísimos, de origen desconocido. El fulgurante viajero que lideraba el grupo se presentó a los asombrados Directores. Decidió instalarse en ese sistema planetario, e intervenir en el proceso evolutivo a desarrollarse en lo sucesivo. Esto no tenía precedentes conocidos, pues una vez que un sistema planetario estaba regido por determinado número de seres, nadie podía irse y nadie podía sumarse hasta el final de todo el ciclo de planeta en planeta. Por esta razón, hubo quienes ante la incorporación de semejante ser, decidieron irse, pues era evidente que, por su potencial energético, iría a producir acciones que alterarían los procesos establecidos. Otros, en cambio, consideraron que participar de una experiencia evolutiva con un ser de tal riqueza evolutiva, podría enriquecerlos a ellos. Y se quedaron a continuar con el proceso previsto.
    Los que habían decidido irse, como, por Ley Universal, estaban inhibidos de hacerlo, fueron retenidos en el sistema, contra su voluntad. Se negaban terminantemente a tomar parte de una experiencia evolutiva así, con la enorme sobrecarga de potencial energético que estaba experimentando la colectividad de seres controladores del sistema planetario; una sobrecarga que se apartaba de los normales parámetros de equilibrio. Estos disidentes fueron conducidos a un espacio nunca antes existente: una cárcel. En toda la historia, nunca había sido necesario apresar a los seres. Los conflictos habían comenzado.
 
 

Planes

    Millones de años habían pasado desde los incidentes que abrieron la nueva etapa. En algún lugar del sistema había una prisión de rebeldes. Y, en otro lugar, sus hermanos que prefirieron no ir a la cárcel, ya estaban preparando uno de los planetas para ser habitado. A diferencia de los mundos gaseosos ya utilizados durante los millones de años transcurridos desde el inicio de la experiencia, éste era un planeta de superficie sólida y líquida. Era un proceso inverso al normal, en que los seres van pasando de planetas sólidos a gaseosos; por el contrario, los seres eran puestos en planetas cada vez más dificultosos para la vida que el anterior por donde pasaron.
    Con motivo de la preparación de condiciones ambientales para la vida en el planeta sólido, se realizó una reunión informativa, en la cual el líder explicó:
    -En primer lugar, debemos crear condiciones de inestabilidad física en la superficie y en la atmósfera. Deberán producirse frecuentes movimientos sísmicos, erupciones volcánicas, lluvias, inundaciones, huracanes, sequías...
    -¿Para qué todo eso?- preguntó uno de los asistentes a la reunión.
    -Para llevar al máximo los obstáculos a ser puestos en el camino de la evolución. Así, todos podrán descubrir sus falencias, que serán desnudadas por los desafíos que encontrarán. Y luchando contra los obstáculos, aprenderán a superar esas falencias.
    -¿Y si no lograran esa superación?
    -Entonces quedará demostrado que hay debilidades que hasta hoy no se tenían en cuenta. Con seres así, se demostraría que el Universo está realmente frente a una amenaza muy seria. Seres débiles frente a los problemas, serían un verdadero peligro.
    -¿Y qué hacer con esos seres?
    -Sacudirlos más y más hasta que pierdan su debilidad. El miedo al peligro es el factor clave del fracaso, y sólo la repetición de la experiencia del sufrimiento puede tornar a los seres cada vez más acostumbrados a la adversidad, y a no temerle.
    -¿Y si en lugar de eso se volvieran agresivos y destructivos?
    -En ese caso, pondremos esas fuerzas al servicio del Universo. Así, los agresivos  pasarán a ser guerreros, defensores de los más débiles.
    -¿Defenderse de quién? no hay enemigos...
    -No hay enemigos que ustedes conozcan; hay muchas cosas que desconocen y que no puedo contar.

   La contestación, diciendo sin decir, era concluyente. En definitiva, la experiencia del dolor en el planeta o fortalecía el potencial para que los seres amaran, o lo debilitaba; y si lo debilitaba, fortalecía las agresividades de esos seres, que serían utilizados en pro de los seres no agresivos. Las alternativas parecían convincentes en teoría.
La reunión continuaba, y el máximo gobernante ampliaba sus explicaciones:
    -No todo será adverso en este planeta; además de los extremos de dolor, será necesario conceder a los seres momentos placenteros. Habrá veneno, pero también dulce; horror y belleza, lágrimas y alegría. Será una vida bien equilibrada.
    -Eso no es equilibrio- dijo uno de los presentes.
    -¿Por qué dices que no?- le preguntó molesto el jefe.
    -Porque equilibrio es paridad de semejanzas y no de diferencias; equilibrio es un estado armónico de fuerzas en la misma dirección y no en oposición.
    -Eso nada tiene que ver con los nuevos principios- dijo el líder con tono de suficiencia. -El verdadero equilibrio debe pasar por la comparación de las cosas opuestas, porque en ambas se pueden encontrar experiencias diferentes. Si después de conocer ambos extremos se puede retornar al punto medio, sin quedar preso en el campo de lo doloroso ni de lo placentero, así el equilibrio es más valioso del que pueda tener quien sólo vivió con felicidad constante. Así es demasiado fácil estar en equilibrio. El equilibrio más meritorio es el que se logra en la confrontación de lo positivo y lo negativo.

   Después de escuchar eso, alguien no tardó en decir:
    -Si ese equilibrio es más valioso, el Universo carece de valor, porque no lo tiene; habría que volver negativa una parte y dejar la otra como está...
    -No sería mala idea- dijo el líder. -Si así fuera, el Universo estar&ía en el equilibrio que le falta. Por ahora, está como un niño que no sabe lo que es sufrir, lo que es luchar por subsistir. De lo que salga de la experiencia que estamos cumpliendo, dependerá que el Universo salga de su niñez y se torne adulto, con golpes y heridas.

   El tema parecía guardar una lógica, según los nuevos conceptos. Pero los principios dados por el Amor Universal, no admitían tal posibilidad; era una lógica ilógica. Las explicaciones sobre la vida en el planeta sólido y líquido continuaban:
-Inicialmente, crearemos seres microscópicos. Luego, los someteremos a variaciones ambientales que los obligarán a sufrir mutaciones para adaptarse. Así, surgirán nuevas especies, con mayor complejidad y tamaño, que van a estar compuestas de unidades vitales interdependientes. Esas unidades estarán compuestas, sobre todo, por agua, contenida por una membrana que filtrará sustancias nutritivas y eliminará lo residual. Tendrán un núcleo donde estarán almacenados los caracteres genéticos. Esas unidades se reproducirán conforme a esa genética codificada, preservando la especie. Y lo más importante: cada organismo generará unidades vitales específicamente destinadas a la reproducción de nuevos cuerpos.
    -No entiendo eso- manifestó uno de los colaboradores.
    -Será así: habrá unidades microscópicas de dos polaridades, unas para fecundar a otras, y esas otras que, al ser fecundadas, se irán transformando en cuerpos físicos. Las fecundadoras estarán en órganos emisores del cuerpo de la mitad de la especie; la otra mitad de los seres de una misma especie tendrá órganos con unidades vitales a ser fecundadas. La unión física deberá tener una motivación, y para eso el cuerpo emisor y el receptor deberán atraerse y sentir placer. Así se logrará fomentar la reproducción de cuerpos y, en esos cuerpos, encarnaremos a nuestros alumnos.
    -¿Por qué tanta complejidad de conformaciones?- preguntó uno de los tantos que entendían poco y nada.
    -Porque las funciones vitales de ese tipo de organismos harán necesario un permanente intercambio de sustancias con el medio, absorbiendo lo alimenticio y deshechando lo innecesario. La obtención de sustancias alimenticias determinará una lucha por sobrevivir. En esa lucha, se dará la supervivencia del mas apto. Los más débiles, tendrán que generar, con el tiempo, armas de defensa y ataque para mantenerse, o se extinguirá la especie. Así estará dado el mecanismo de mutación genética, por necesidad de sobrevivir.

  Así fue creado, a partir de esa planificación, el régimen de vida a regir los destinos de los seres encarnados. Un régimen de dolor, necesario para fortalecer la conciencia ante los peligros.
 
 

Inspección

    Millones de años pasaron desde aquellas palabras. Y, conforme a lo explicado, muchos tipos de organismos poblaban las aguas del planeta, luchando por subsistir. En esa lucha, el ser acuático más grande se comía al más chico. Basándose en el concepto de "equilibrio" dado por el gobernante del sistema planetario, esa situación destructiva era inevitable; era sencillamente "equilibrio ecológico", es decir, un desequilibrio planificado racionalizadamente.
    Con el paso de millones de años, fueron dándose condiciones ambientales que exigían a los seres adaptarse al cambiante medio. Así, aparecieron estructuras orgánicas aptas para la vida en la superficie sólida del planeta. Muchas de las nuevas especies tenían enormes dimensiones y poseían garras y colmillos, además de duras escamas de protección. En esos cuerpos monstruosos, los alumnos de la escuela del dolor eran obligados a encarnar. No tenían raciocinio, ni posibilidad de tomar conciencia cósmica; sólo tratar de sobrevivir era lo que podían hacer.
    Los resultados no gustaban a los ojos de muchos integrantes del directorio del sistema. No querían reaccionar contra el líder, por temor a correr la misma suerte que sus hermanos que, tras haber sido apresados en el inicio, estaban siendo obligados a encarnar en esos monstruosos cuerpos por no haber querido colaborar, y en un intento de que pasaran a hacerlo después de eso.
    Algo estaba bien a la vista: aquella propuesta de crear un mundo de dolor para fortalecer el Amor, no se estaba cumpliendo; el salvajismo, la irracionalidad, la destrucción, eran las pautas existenciales.
    Mientras tanto, flotas compuestas por millares de naves procedentes de otros sistemas, atravesando los espacios interestelares, fueron a parar al secreto laboratorio de experiencias atípicas. Ya que las flotas alienígenas no representaban un peligro, ante la magnitud del poderío del líder y los suyos, se los dejó entrar en los espacios del sistema.
    Finalmente, los alienígenas bajaron al planeta sólido y líquido para ver cómo estaban las cosas. Encontraron hermanos suyos encarnados en cuerpos horribles, incapaces de comunicación verbal, de cultura, de integrarse por Amor. El impacto recibido fue violentísimo.
    Poco después, tuvo lugar una reunión con la máxima autoridad del sistema, en la que los comandantes recién llegados indagaron sobre lo que estaba ocurriendo en el sistema planetario. Uno de ellos preguntó:
    -¿Qué es lo que están enseñándoles a los seres en este lugar? ¿Qué es eso de utilizar el sufrimiento como mecanismo de evolución? Hemos visto que sólo están fabricando monstruos. ¿Cuál es la intención?
    -No se guíen por lo que hayamos logrado hasta ahora- respondió el máximo responsable de la experiencia.
    -¿Guiarse por qué entonces?- preguntó otro de los comandantes.
    -Lo importante no es lo presente, sino lo que resultará más adelante de esta experiencia. Ahora los seres viven en condiciones difíciles extremas; más adelante vamos a crear condiciones de mayor bienestar y, así, los seres podrán reequilibrarse. Del dolor acumulado, resultará un estado de conciencia que será útil en el futuro.
    -¿Útil en qué?- preguntó uno de los alienígenas interrumpiendo.
    -Útil, porque el dolor generará defensas, fortalezas, y con esas fuerzas pasará cada  uno a ser exponente de una nueva propuesta evolutiva: formar guardianes para el Universo, guerreros capaces de defender a los seres carentes de agresividad, incapaces de defenderse. Vamos a demostrar que el Universo precisa guerreros, y aquí los estamos preparando.

  De ahí en más pasaron muchas cosas. Mucho se habló, pero ambas posturas no hacían concesiones. Y los alienígenas se propusieron intervenir, para introducir cambios en la evolución de los seres vivientes sobre el planeta.
 
 

Ayuda

    La triste comprobación de un sufrimiento sin sentido que se pudiera entender, fue motivo suficiente para que los alienígenas decidieran hacer algo por sus hermanos encarnados en cuerpos tan pesados y monstruosos. Ante la pasividad del líder del sistema, iniciaron una serie de experiencias genéticas en una de las especies, para darle condiciones de raciocinio.
    La especie tomada tenía pies y manos con aptitud para una mutación que la tornara bípeda y sin necesidad de caminar con sus extremidades superiores, las cuales podría utilizar en el futuro para manipular herramientas y otros objetos. La masa encefálica, con una serie de cambios, se prestaba para brindar facultades intelectuales. Una vez dado el raciocinio en la nueva especie, comenzaría por parte de los alienígenas, un proceso de enseñanza que hiciera posible una cultura, un superior nivel de vida y, a la postre, le sería transmitido por sus hermanos cósmicos, todo el conocimiento de lo que es la vida y la realidad del Universo, lo que existe en otros mundos, el por qué del sufrimiento que les tocó vivir a los seres del sistema, y muchas otras verdades.
    Después de miles y miles de años de trabajo en laboratorio por parte de los alienígenas, la nueva especie inteligente comenzaba a multiplicarse. En cada uno que era dado "a luz" -más bien "a tinieblas"- encarnabba un ser que, hasta entonces, sólo había pasado por incontables reencarnaciones en cuerpos sin posibilidad de conciencia cósmica. Sin embargo, los primeros miles de años de reencarnar en la nueva especie, tampoco eran propicios para la tarea concientizadora, porque era una especie casi totalmente salvaje. Había mucho que hacer antes de eso.
    La especie racional fue instruída por sus creadores para que aprendiera a utilizar el fuego, armas, herramientas; le fue enseñado a emplear lenguajes, a desarrollar la agricultura y otras cosas básicas para una vida mejor.
 
 

Conflictos

    Cuando el trabajo de los alienígenas estaba dando buenos frutos, todo quedó cortado imprevistamente. El creador de los sufrimientos en el planeta tomó la precaución de evitar que los seres ajenos al sistema pasaran a dar a los encarnados en la especie racional, enseñanzas peligrosas.
    Era peligroso que supieran de la existencia de mundos mejores, porque así se darían cuenta de que el mundo al que estaban acostumbrados, era una creación anormal. Era peligroso que supieran de las bellezas cósmicas, del Amor y la Vida en el Universo, porque así empezarían a ver al mundo como algo indeseable. Era peligroso que supieran que la vida en el planeta podía haber sido paradisíaca y no infernal. Eran peligrosos todos los valores que pudieran llevar a los seres a amar, porque desarrollando en Amor, vivirían mejor, y no desbordados por el dolor, la violencia y los antagonismos entre hermanos.
    Ante tales peligros, el máximo gobernante puso fin a la ayuda alienígena. Obligó a esos seres a abandonar sus planes y dejar las cosas como estaban, presionándolos para que se integraran a su ejército. De ahí en más, hubo muchos incidentes: unos escaparon del sistema planetario, otros fueron acorralados y, de esos, unos se autodestruyeron antes que caer presos, mientras que otros fueron capturados. Otros se mantuvieron prófugos de la "justicia", ocultándose en diversos puntos del sistema. No fueron muchos los que se mantuvieron fieles a sus principios: la mayoría de los capturados cayó en la corrupción, sumándose a las huestes del poderoso gobernante.
    Luego de pasar por ciclos de corrupción y de ser colocados en cuerpos físicos con órganos reproductores, muchos alienígenas mantuvieron relaciones sexuales con miembros de la especie racional del planeta. Fueron resultando razas diferentes en estatura, color de piel, de cabello, de ojos, y diferentes en comportamientos y costumbres. Como había alienígenas de distintas razas, cada una procuraba que los seres encarnados en el planeta tuviera sus caracteres. Así, fueron apareciendo pueblos diferentes, cada uno por obra de razas alienígenas diferentes también.
    De los contactos producidos con los seres del cosmos, cada pueblo elaboró como resultante las más variadas leyendas, mitos, creencias y adoraciones, para perpetuar el paso de los "dioses" por sus tierras.
    Tal era la ignorancia de los seres, que en uno de los pueblos aceptaron como máximo Creador del Universo a uno de esos "dioses", a pesar de que era violento y destructor. Un "dios" así, para ellos, era legítimo, porque no alcanzaban a imaginar que existe un Padre Verdadero, que es puro Amor, que no castiga, no manda diluvios, no expulsa de paraísos.
 
 

Víctima

    Una vez estuvo en el pueblo del "dios" castigador, un Ser llegado del Cosmos, que habló del Padre Amor, habló de aquél que creó el mundo de dolor, explicando que el Padre no tiene nada que ver con la creación de un mundo así, y que amar al mundo y lo que hay en él, es alejarse del Amor del Padre. Habló de amar al prójimo, habló de vida eterna...
    Habló de un gran plan de rescate que se estaba preparando. En un tiempo de alrededor de dos milenios, los ejércitos de la Luz llegarían para llevarse a quienes aún guardaran amor dentro de su esencia; un amor con minúsculas, debilitado por las contaminaciones sufridas, pero amor al fin. Y los rescatados serían conducidos a esos mundos de felicidad que nunca les fue permitido conocer. Al respecto, dijo el Cósmico Maestro: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas... voy a prepararos un lugar".
    Al autor del mundo no le importaba demasiado lo pregonado por el Ser Cósmico, porque después de su paso por el planeta, habría de quedar una confusión ya planificada. Las palabras del Maestro irían a ser mal interpretadas, y en su nombre serían cometidos incontables asesinatos; los planes del amo del mundo estaban trazados irreversiblemente.
    Hasta la fecha y hora en que el Maestro sería puesto fuera de escena estaban planificadas desde mucho antes; la forma en que sería sacrificado... todo estaba tendido como una trampa; todo estaba escrito. El ingenioso amo del planeta supo como armar los argumentos necesarios para que se pensara que ese sacrificio era voluntad del Padre Universal, y no de un lobo sanguinario. Un padre mandando a su hijo al matadero para liberar pecadores... Tal era la lógica empleada; completamente ilógica para los verdaderos conceptos de un Padre Amor, que a nadie mandó jamás a sufrir. Quien manda seres a sufrir, no es precisamente Él...
    Sin embargo, la ignorancia de los verdaderos conceptos llevó a la mayoría a la aceptación de falsas explicaciones muy persuasivas. La trampa estaba lista: las escrituras hablaban de un redentor que sería sacrificado. Si el Maestro, conocedor de lo escrito, rehusaba ser sacrificado, habrían dicho: "Ése no era el verdadero; hay que esperar a otro, porque éste no fue sacrificado".
    Por Amor, el Ser Cósmico se dejó capturar y asesinar, en la esperanza de que su paso fuera recordado, y que sus enseñanzas no cayeran en el saco roto. Un sacrificio que no dio los frutos que merecía, sino los frutos amargos de la desvirtuación de gran parte de las enseñanzas. Fue instaurado un sistema institucionalizado de dogmas, rituales, penitencias, exterminación de no adherentes, destrucción de libros que dijeran cosas tan peligrosas como que "el planeta no es el centro de la Creación", y miles de aberraciones más. Supuestos "iluminados", disfrutando de una "autoridad sobrenatural", decidían sobre el perdón o castigo de los "pecadores". Tal autoridad y tal "iluminación", eran indudablemente procedentes "de arriba": precisamente de allí donde estaba el creador de la injusticia.
 
 

Apocalipsis

    Pasaron casi dos mil años; justo el tiempo señalado por el Maestro para el rescate final. Llegaron Seres Cósmicos al planeta para cumplir la misión. Era necesario, previamente, llevar las Verdades a la humanidad, para sacarla de la ignorancia, darle una conciencia cósmica, y prepararla para el anhelado retorno al Padre Universal.

Y LAS VERDADES LLEGARON Escrito en 1987, archivado diez años, con leves modificaciones en 1997, para su publicación en Internet.



LOS TEMPLOS INICIÁTICOS DEL SECRETO PLANETARIO
 

El Templo del Revés

    El joven buscador de la verdad llegó al templo que le habían indicado. Allí encontraría las respuestas a sus interrogantes sobre el mundo. No cualquiera podía saber de la existencia de ese templo. Menos todavía, acceder a él. Y, aun así, no todos los que pudieran llegar, serían recibidos por el sabio que allí residía. Y de los que él recibiera, no todos obtendrían las enseñanzas que él revelaba sólo a quienes considerara capaces de entenderlas.
    Pero al joven viajero se le dio todo en favor. El sabio observó en él las condiciones necesarias para efectuarle la transmisión del conocimiento oculto. Y comenzó a aleccionarlo.
    -Ante todo, deberás comprender que este mundo no funciona según la Suprema Ley del Universo. Has escuchado hasta ahora, que si haces el bien, recibes positividad, y si haces el mal, recibes negatividad. La ley de atracción de los iguales... Atraes lo mismo que generas. Puedes esperar tanto como lo que hagas.
    -Sí, conozco eso.
    -Pero te hicieron creer que esa Ley se cumple en este mundo. Que tendrás divinas protecciones si amas, y que si eres egoísta recibirás un boomerang de castigos. Pero el mundo no está dentro del orden evolutivo universal. Estar aquí no te permite recibir sólo amor si amas. Hay reglas propias del mundo, que no fueron fijadas por quien conoces como Padre Universal.
    -¿Qué reglas son esas?
    -Debes comprender que estar aquí te exigirá siempre esperar lo peor cada vez que hagas lo mejor. Es cosa sencilla vivir en un planeta donde, según lo que hagas, recibes. Si eres bueno, harás el bien por naturaleza. Si eres malo, harás el bien por lógica: sabiendo que pagarás por el mal que hicieres, ¿para qué hacerlo? Bajo esas sencillas condiciones de existencia, vivir supone seguridad. Pero aquí, ¿cómo puedes estar seguro de algo? Si todo parece dudoso, si no sabes en qué creer, no sabes qué creer de lo que crees; ves al injusto en bienestar y al justo sufriendo injusticias... y llegas a preguntarte muchas veces, qué mundo es éste, dónde está Dios, por qué pasa lo que pasa.
    -Sí, a veces me pregunto esas cosas.
    -Entonces, vivir en esa inseguridad, es la base de todos los problemas humanos. Si por lo menos supieras cuál es el secreto de las reglas de juego, sabrías cómo manejarte en la vida. Por momentos tienes una convicción sobre la vida y el mundo, y te manejas conforme a esa idea. Pero por momentos pierdes tu fe en esa creencia, y caes en las dudas que confunden tu caminar. Así vive la humanidad, con esos altibajos.
    -Y es así como vivo.
    -Pero ahora tú podrás tener tu propio micromundo en medio de ese mundo de gente ignorante y llena de dudas, de incertidumbres. Ahora que vas a saber qué reglas mueven al mundo, sabrás cómo vivir sin esperar lo que crees que merecerías. Porque si esperas ser feliz recibiendo positividad cuando haces el bien, prepárate a ser infeliz de por vida: a mayor bondad de tu parte, mayores obstáculos irán apareciendo en tu camino. Y tus esfuerzos irán debilitándose al ver cómo alguna injusticia se interpone entre tus buenas acciones y tus merecimientos que no llegan; como si hacer el bien fuera a condición de recibir lo bueno, o dejarás de hacer el bien, porque no tendrás la realimentación que tus fuerzas necesitan. Y te impondrás esa condición: avanzarás en tanto obtengas a cambio fuerza para seguir. O te quedarás, o retrocederás, a falta de la respuesta esperada.
    -Eso me pasa a menudo.
    -Es así como casi toda la gente vive. Con una sensación de que algo anda mal; que el premio y el castigo no están dados como debiera ser. Podrán tener todos sus creencias religiosas en las cuales encontrar alguna explicación, pero en la soledad de los fracasos, de las tristezas, del aparente abandono de Dios, las dudas aparecen, demuelen la fe.
    ¿Quieres seguir así? ¡continúa en el engaño! Continúa creyendo que recibirás bien por bien y mal por mal. Y cuando compruebes que recibes lo contrario, seguirás perdiendo y recuperando... perdiendo y recuperando tu fe, tus creencias, en una inacabable secuencia de esperanzas y desesperos.
    Pero si hasta aquí llegaste, para encontrarte conmigo, llevarás al irte, la llave de la felicidad en esta vida. Usarla será difícil; tanto como la vida lo es. Pero has venido al mundo de lo difícil.
    -¿A qué?
    -Eso ya es más difícil de que lo entiendas ahora. Para eso deberás llegar al Templo de los Destinos. Lo importante es que aquí estás, en un mundo de dificultades, y que en lo fácil no está la resolución de problema alguno. Por una regla lógica, la llave para abrir la puerta de la liberación de lo adverso, lo difícil, es una llave de difícil uso.
    -Y cuál es ese uso, qué debo hacer con ella.
    -En principio, debes saber mirar al mundo como por un espejo. Todo lo que llegó a este plano del Universo se convirtió en una imagen invertida: las cosas son al revés de lo que estás viendo en el reflejo, al cual consideras como lo real, y no es más que una imagen. Y como todo es al revés, lo que crees que es la derecha, es izquierda, y la izquierda, derecha. Diestra y siniestra, bueno y malo, se te aparecen cambiados. El reflejo de un acto de amor es, por regla, en este mundo, egoísmo. El reflejo de un acto egoísta es, como premio, amor.
    ¿Puede ser odiado, despreciado, maltratado alguien que ama?
    ¿Puede ser amado alguien egoísta?
    ¿Pueden el amor, la valentía, la lucha, la fortaleza, encontrarse con el odio, la enemistad, la envidia?
    ¿Puede alguien egoísta, egocéntrico, ególatra, vanidoso, celoso, ser amado?
    ¿Cómo hace un Guerrero del Amor para salir adelante frente a tanta oposición?
    ¿Cómo hace un egoísta para lograr que se lo ame?
    ¿Qué hay de malo en el que ama, para su opositor?
    ¿Qué hay de bueno en el egoísta para el que lo ama?
    La clave: el que ama y no se debilita, conoce en su propósito interior, que el amor no vive de recompensas externas; se alimenta de sí mismo, más allá de lo que otros reconozcan o no. El que es egoísta y atrae el amor de otros, hace el bien por egoísmo, sabiendo que recibirá amor como pago por el mal que lleva dentro y que está disfrazado de buenos actos. Y los demás, viendo lo bueno de superficie, amarán a quien, por dentro -y no lo saben- usa esa imagen atrayente.
    -Eso me hace dudar de mucha gente que conozco.
    -¿Quieres saber quién ama verdaderamente y quién utiliza el aparente amor, pero es un egoísta?
    -Sí, ¿cómo debo hacer?
    -Observa cuánta adversidad y cuánto amor encuentra cada uno. Los problemas que sufra una persona te darán la medida de cuánto está amando ese ser. Las ventajas de una persona, te indicarán cuánto egoísmo tiene.
    Si el bueno, en un mal momento, hace algo malo, tendrá alguna recompensa que lo tentará a reincidir. Y el problema del egoísta que hace algo bueno, es que está utilizando parte de su amor. Por eso el egoísta corre peligro de recibir efectos adversos; deja, por momentos, de ser egoísta. Es entonces cuando no sólo recibe amor: surge una paralela fuerza de oposición.
    -¿Y cómo manejarse entonces ante esto?
    -Sabiendo esta regla de funcionamiento, cuanto más amor esperes recibir, más egoísmo estarás poniendo en acción para atraerlo. Y lograrás ser amado: buscarás mil formas de satisfacer tu necesidad de amor. Encontrarás las más adecuadas para provocar una respuesta amorosa. Aprenderás a manejar los comportamientos que despiertan amor hacia ti en la gente.     Actitudes que les harán creer a los otros que eres eso que les ofrecerás y que será lo que tanto apreciarán de ti. Pero no descubrirán la raíz egoísta de esas actitudes buenas para con ellos.
    -¿Pero para qué quiero fabricarme esa imagen?
    -Una vez alcanzada esa imagen externa, crearás una mecánica de bondad y de amor de ti hacia los demás, que se te irá incorporando, a tal punto que eso se irá transformando en verdadero. Y crecerán tus problemas. Habrán sombras a tu alrededor, que no estaban cuando eras egoísta: es que brillará tu luz, y esas sombras serán las de la maldad que dejarás al descubierto, y que antes no podías ver, porque es como tú eras: oscuridad.
    Sabiendo esta regla de funcionamiento, cuanta más oscuridad esperes recibir, más amor estarás poniendo en acción para atraerla.
    -¿Pero para qué quiero tener necesidad de recibir oscuridad?
    -No, no necesitas eso. No es que lo necesites, sino que lo preveas, que lo esperes. Que esperes recibir oposición, no significa que la desees: es sólo saber lo que te va a pasar. Lo importante es que, lo que te pase, lo tengas previsto. No deberá sorprenderte un problema inmediato a un buen acto tuyo: es la jugada de las negras luego de tu movimiento de las piezas blancas. Si conoces esta regla, no conocerás la decepción: el mundo es decepcionante. Y si sabes esto del mundo, sabrás mantener una natural firmeza frente a lo que de malo te pase. Y el mundo con sus decepciones, al no lograr sorprenderte, no podrá con tu voluntad. Vivirás tu propio mundo de autodeterminación, en un mundo en el que casi todos están determinados por lo que les pasa. En eso debe radicar tu diferencia: debes ser la causa de tus actos, no la resultante de lo que te pase.
    -Entiendo. Fijar mis objetivos más allá de las circunstancias.
    -Si persigues tus propios objetivos a pesar de tus pesares... la adversidad que pretenderá debilitarte, aumentará tus fuerzas: verás que no necesitas viento en popa para navegar hacia tus sueños; que si hay viento de proa y estás contra la corriente, no tomes esa oposición como el final de tu viaje, sino como una medida de tu fortaleza para aguantar el mal momento. Sin perder la fe en tus sueños y en que cambiarán los vientos. Y esa seguridad de tus fuerzas, las aumentará. Y podrás agradecerle al mal por el bien que te habrá hecho.
    Si éste no fuera un mundo al revés, al amar, recibirías sólo amor, y en la paz de ese puerto, no conocerías lo que es sobrevivir a una tempestad. Si la Suprema Ley del Universo existiera aquí, nada malo te pasaría: serías bueno, y la Buena Ley, con bondad te pagaría.
    Pero este mundo funciona mal: es del Mal. Y él dicta los premios y castigos. Castiga al amor y premia al egoísmo. Porque el Mal es así: como el espejo que revierte las imágenes, él revierte los conceptos. Es una mentira, que parece verdad.
    Si la Verdad, el Amor, fuera la Ley del mundo como lo es universalmente (salvo en mundos como éste), este campo de pruebas no existiría; "el mundo no sería mundo".
    -¿Y si lo transformáramos?
    -¿Hacer un mundo de Amor? Te he dado la llave para que busques tu felicidad en medio de la negatividad que te rodea. Si deseas la llave para transformar el mundo, debes seguir buscando. Hasta que no llegues al Templo del Secreto Terrenal, no podrás estar seguro de que este mundo deba cambiar o permanecer.
    -¡Debe cambiar, sí!
    -No puedo decirte que sí o que no. Si debe cambiar, ¿entonces no sirve? Si no debe cambiar, ¿para qué sirve?
    -¿Y cuál es la respuesta: que sirve o que no sirve?
    -¿Tú qué crees?
    -Que sirve como prueba.
    -Entonces déjalo así.
    -Pero puede dejar de servir como prueba, y pasar a una vida distinta, pasar la prueba.
    -Entonces cámbialo.
    -¿Y si con eso impido que la prueba continúe?
    -Será, entonces, porque ya no harán falta más pruebas, o sería bueno que siguieran, pero tú interferirías.
    -¿Y qué crees que debo hacer?
    -Seguir pensando. Si piensas bien, llegarás al Templo del Secreto Terrenal.

   El joven buscador siguió su rumbo, con total determinación, hacia los otros templos donde encontraría las respuestas sobre qué hacer con el mundo.
 
 

El Templo del Secreto Terrenal

    El iniciado recorrió los difíciles caminos que lo llevarían al templo cuyo guardián podría, o no, revelarle el secreto de por qué y para qué el planeta fue puesto en las condiciones en que está. El sabio que lo vio llegar, también lo vio apto para transmitirle ese conocimiento. Y le habló sobre este mundo como prueba:
    -La prueba continuará mientras el mal exista. Aunque el amor se extienda por toda la humanidad, el mal se hará presente a través de cosas no humanas: catástrofes naturales, plagas, problemas ambientales. Energía negativa. Sin que el agente maligno que controla el mundo desaparezca, el amor de la humanidad tendrá siempre un enemigo. Pero eso no es problema de humanos: es un problema cósmico en gran escala. No tiene sentido que un humano pretenda transformar la esencia maligna del mundo transformando a sus semejantes: sólo transformará la actitud de la humanidad frente a su mundo de mal. Hará posible el amor en medio de la oscuridad. De ahí en más, lo que en otros niveles pueda hacerse con la raíz de las negatividades planetarias, trasciende al hombre; no debe preocuparlo.
    -¿Pero cómo no preocuparse?
    -El problema del ser humano consiste en que no debe desear un paraíso en la Tierra para ser feliz: debe lograr su felicidad en medio de lo infernal del mundo. Convivir con el mal y ser feliz; amar a pesar del mal entorno. Y se llega a ver como imposible ser feliz en tanto las cosas continúen mal en el planeta. El día en que los seres humanos comprendan que están condenados a sufrir, presos en un mundo indeseable, y que eso no tiene solución, en vez de llorar por el distante paraíso de la Ley Universal del Amor, y por la injusticia de la diabólica ley del dolor, se apoderarán por la fuerza del amor, de esta cárcel, amotinándose en una fiesta de rebelión al régimen imperante, liberándose aun estando presos, amándose los unos a los otros. Como si, arrancados de la paz de los paradisíacos hogares, unos y otros fueran vestidos con uniformes diferentes y enviados al frente a combatirse a muerte. Y que, en el campo de batalla creado por el mal, los soldados no combatieran, y en medio de un festejo, intercambiaran sus banderas. Lejos de la paz de los hogares, una paz mayor harían. Cada uno lejos de su casa, su paraíso, entre sangre y horror, un cielo harían. Aun sabiendo que violarían las reglas de sus generales, que tal vez los fusilen. Y aunque el mal fusile a todos los que en el mundo de él, en amor se unan, fusilados por quién sabe qué catástrofes, qué males, habrá de ser lo importante no ese pago recibido, sino lo que sea logrado: que este mundo, esta cárcel, sea un hogar feliz. Y que esa felicidad no proceda de recibir el bien, sino de hacer el bien. Del mal que se reciba, no preocuparse: es cosa de quien lo hace. Lo importante es lo que uno hace, no lo que le hacen. No importa, a los fines espirituales de cada uno, el dolor que le causen, sino el que pueda causar. No importa para el crecimiento interior de cada uno, el amor que reciba: se evoluciona por lo que se da.
    -¿Y cuál debe ser, entonces, mi objetivo para con el mundo?
    -No tengas, entonces, por objetivo, que el amor ponga fin a todo mal existente: prepárate a crear, cuanto más amor generes, más sombra a la vista. Que esas sombras se aparten, que la biología de los cuerpos humanos y animales cambie, que el león y el cordero convivan, porque hayan de producirse cambios genéticos en los carnívoros, no será por obra del hombre, sino de fuerzas cósmicas que operen desde otro plano. No se le puede pedir al hombre que haga un mundo perfecto: sólo que esté dispuesto a sufrir sin decepcionarse frente al mal. El mal que lo llama a buscar el bienestar con egoísmo y sin el dolor que se sufre por sentir amor. Y que ese sufrimiento no lo debilite, sino que lo fortalezca. Que conozca las reglas del mundo al revés, y el amor será posible.
    ¿Cuántos lograrán eso? ¿Tantos como para que uses la llave transformadora que te entrego? ¿O es mejor que no la uses, porque perderás tiempo en transformar lo intransformable?
     Ya has recibido en el Templo del Revés, la llave para tu felicidad en esta vida. La que te permite adoptar una actitud interna frente a los acontecimientos. Ahora te estoy dando la llave para transformar el mundo: la que determinará tu actitud externa.
Al usar la llave, ten en cuenta que sólo permite una transformación parcial, porque no deberás tratar de transformarlo todo; el mundo se transforma por etapas, por sectores, por niveles. Dónde deberás aplicar y dónde no la acción transformadora, debes descubrirlo, debes reflexionar. Si lo haces bien, llegarás al Templo de las Profecías.
    Allí está escrito lo que sucederá con el mundo dentro del Plan que las leyes de aquí determinaron. Pero esas leyes, que están fuera de la Ley Universal del Amor, están dentro de la Ley de la Unidad Multidimensional.
    -¿Qué es la Unidad Multidimensional?
    -Es el Todo que conforman las múltiples dimensiones. Y las múltiples dimensiones son todos los espacios y tiempos existentes. Una Ley determina que Todo es Uno. Que amor y egoísmo, bien y mal, que tienen distintas leyes, responden a esa misma Ley de Unidad. Si llegas al templo, sabrás cómo funciona esa Ley. Y sabrás que lo que es, debía ser, así como todo lo que deba ser, será.
    -Inevitablemente...
    -Inevitablemente.
    -De modo que las profecías indican lo que no es transformable...
    -Y lo no indicado como tal, puede ser donde apliques tu acción transformadora.
    -¿Y cómo saber cuál es mi función en el mundo?
    -La respuesta está en el Templo de los Destinos.
    -¿Y si descubro allí el destino que se me dio, y quiero cambiarlo, mejorarlo, hacerme mi propio destino?
    -¿Y si descubres que es justamente lo que en esta búsqueda estás haciendo? La Plata, fines de octubre de 1992


LAS DOS REALIDADES

    Dos naves se avistan mutuamente en el espacio. Efectúan un acercamiento. Sus ocupantes establecen comunicación telepática. Intercambian referencias identificatorias. Proceden de mundos muy distantes entre sí. Y muy distintos.
Hay, a minutos-luz, un planeta deshabitado. Acuerdan descender en él para reunirse. Las naves se posan suavemente sobre el suelo rocoso. Dos de los tripulantes, uno por cada nave, salen para encontrarse.
    Uno de ellos procede de un mundo donde existió la destrucción, hasta que se logró la paz definitiva. A cierta altura del diálogo, el otro ser, le pregunta a éste:
    -¿A qué llaman ustedes "destrucción"?
    -A deshacer violentamente, produciendo daños- le respondió un tanto extrañado.
    -¿Qué es "deshacer violentamente"? ¿Y qué es "daños"?- repreguntó con inusual ignorancia.
    -¿Deshacer?, lo contrario de hacer, de construir; es volver lo hecho a un estado de inexistencia.
    -¿Y "violentamente"?
    -Es usando la fuerza.
    -Pero la Fuerza no puede deshacer; la Fuerza hace.
    -Pero también puede deshacer.
    -¿Puede?
    -Sí.
    -¡Aaah...! Debe ser interesante usar la Fuerza para deshacer... ¿Y qué es "daños"?
    -Daño es algo que afecta el funcionamiento de una cosa; daño es... cuando se rompe algún mecanismo en una nave, y ocurre alguna falla.
    -¿Romperse algún mecanismo? ¿Falla?
    -Romperse, sí, fallar; algo que no resista una fuerza, y se altere.
    -No conozco que la Fuerza altere. La Fuerza mantiene todo en funcionamiento.
    -¿Sin fallas?
    -¿Qué es "fallas"?
    -Falla... es... algo que no debe ocurrir, y ocurre.
    -¿Algo que no debe ocurrir? ¿Y qué es lo que no debe ocurrir?
    -¡No debe ocurrir que los mecanismos de la nave se rompan y ocurra alguna falla!
    -¿Y por qué habría de ocurrir que los mecanismos se rompan y ocurra alguna falla?
    -¿Y por qué no habría de ocurrir?
    -Porque la Fuerza mantiene los mecanismos sin que nada de eso suceda.
    -¿Nunca una falla?
    -No sé lo que es falla.
    -Ya te dije: algo que no debe ocurrir y ocurre.
    -Sólo sé de lo que debe ocurrir. No sé qué es lo que no debe ocurrir.
    -¡Pues no debe ocurrir que una nave estalle en pedazos!
    -¿Estallar en pedazos? ¿Cómo podría una nave estallar en pedazos?
    -¿Que si podría? ¡Pero claro que puede!
    -¿Has visto estallar alguna?
    -Muchas.
    -¿Cómo es posible?
    -Lo es.
    -¿Y la Fuerza?
    -Precisamente: la Fuerza.
    -¿Pero por qué hizo algo así la Fuerza?
    -Porque ella puede.
    -No sabía que pudiera.
    -No sabías... No conoces la destrucción... ¿Pero de qué clase de mundo vienes?
    -Un mundo como cualquier otro... Por lo menos hasta ahora que me hablas de un mundo que no entiendo.
    -Así que en tu mundo no hay destrucción...
    -Destrucción, naves que fallan y que explotan, no.
    -¿Guerras?
    -¿Qué es "guerras"?
    -Una guerra es una lucha para destruir a otros. Hay dos ejércitos que luchan entre sí.
    -¿Qué es "lucha", y qué es "ejércitos"?
    -Lucha es uso de Fuerza para destruir. Ejército es un conjunto de seres que luchan.
    -¿Con qué propósito luchan?
    -Dominar algo que los otros también quieren dominar, o que quieren defender.
    -¿Qué es "dominar" y "defender"?
    -Dominar es tener poder sobre algo. Defender es tratar de que algo no sea puesto en peligro de dominación o destrucción.
    -Poder sobre algo... ¿Y qué es "peligro"?
    -Peligro es estar ante un posible daño, destrucción o pérdida.
    -No entiendo; naves que fallan, que explotan, seres que dominan y seres que defienden... peligro...
    -Y yo no entiendo cómo no entiendes, y cómo dices que tu mundo es como cualquier otro.
    -Como cualquier otro que haya conocido; pero nunca supe de estas cosas.
    -Y yo nunca supe de mundos donde no conozcan todo esto. Si no sabes lo que es la guerra, el peligro, la destrucción ¿qué sabes?
    -Sé lo que es la construcción.
    -Y sabrás lo que es vivir en paz...
    -¿Qué cosa es "paz"?
    -La paz, esa ausencia de destrucción.
    -¿A eso le llaman paz?
    -A eso.
    -Entonces nosotros debemos vivir en paz.
    -¿Desde siempre, entonces? ¿Nunca tuvieron guerras?
    -Nunca.
    -¿Y qué pasaría si de otros mundos trataran de invadirlos?
    -¿Invadirnos?
    -Sí, entrar por la fuerza para dominar.
    -¿Qué pasaría?
    -Eso, ¿qué pasaría, qué harían ustedes?
    -Si vinieran a invadirnos... ¿Pero por qué tendrían que invadirnos? No necesitarían usar la Fuerza para dominar, porque nosotros no les haríamos nada para que usen la Fuerza en eso.
    -No se trata de lo que ustedes les hagan o no; se trata de que hay seres que son invasores de mundos, y destruyen para dominar.
    -¿Sí?
    -Sí. ¿Y qué harían ustedes para resistirlos?
    -¿Resistirlos?
    -Sí, negarse a ser invadidos y luchar.
    -Ah, sí; luchar... ejércitos... defender. ¿Con qué defender?
    -Con la Fuerza, armas.
    -¿Armas?
    -Sí, proyectores de fuerza para dañar.
    -No conozco eso.
    -Sin eso, no hay forma de evitar la invasión.
    -Sí la hay: proyectándoles Fuerza para unificar.
    -A ellos no les importa unificar nada.
    -¿No? Pero es para lo que vivimos...
    -Y ellos viven para separar lo que está unido, y dominar.
    -¿Por qué hacen eso?
    -Porque necesitan alimentarse de la energía de otros seres.
    -¿Cómo?
    -La succionan, se la quitan a otros.
    -¿Pero cómo es que logran quitar energía?
    -Hacen que los otros sufran y se perturben. Eso desordena sus campos energéticos, y ellos consiguen aprovechar ese desorden para absorber la energía desestabilizada.
    -No entiendo... no entiendo nada...
    -No puedes entender porque lo tienes que sentir. Si no sientes lo que es sufrir y perturbarse, no puedo explicarte.
    -¿Pero qué cosa se siente?
    -¿Cómo quieres que te explique lo que es el dolor, el odio, si no lo experimentas?
    -¿Y por qué si yo no experimento eso, tú sí?
    -Yo te preguntaría por qué tú no.
    -No veo por qué tuviera que experimentar desorden y perturbación; no conozco sino orden y equilibrio.
    -Pero tendrías que conocer también lo otro; tu conciencia de la realidad es parcial.
    -Seguramente. Pero tú no entiendes mi mundo, y mi mundo es una parte de esa realidad de la que hablas. Si ignoras cómo funciona un mundo como el mío, tu conciencia de la realidad también es parcial.
    -Pero, al menos, yo conozco lo que tú conoces: sé lo que es un mundo en equilibrio, y también lo que es un mundo en desequilibrio.
    -Pero no conoces un mundo en equilibrio desde su origen. Sólo conoces mundos que han superado el desequilibrio.
    -En eso tienes razón; me intriga el hecho de que haya mundos que no conocieron el desequilibrio. ¿Será porque allí nunca llegó ni una invasión, ni las Leyes Cósmicas?
    -¿Qué? ¿El mundo de ustedes fue invadido y todo comenzó así?
    -No, no fue así. Desde mi llegada por primera vez a vivir en un mundo, ya existía el desequilibrio en él. Por las Leyes Cósmicas: ellas establecen que a los mundos hay que alterarlos, causar el desequilibrio, para aprender lo que es la dualidad.
    -¿Dualidad?
    -Sí, la existencia de dos polaridades, como guerra y paz, destrucción y construcción...
    -Sí, creo entender: son mundos en donde existen ambas cosas...
    -Algo así. Pero luego las dos dejan de existir juntas, y se termina la bipolaridad. Y entonces todo queda como en tu mundo.
    -Como en mi mundo... Y si al final todo queda como en mi mundo, ¿por qué no lo hacen así desde un principio?
    -No podemos.
    -¿Por qué no? ¡Nosotros pudimos!
    -Pero ustedes no obedecen a las mismas Leyes, por lo que veo. Nuestras Leyes determinan que para tener conciencia plena de la dualidad del Universo, hay que experimentarla.
    -Yo no quisiera experimentar que falle una nave, que explote, que nos invadan, que nos dominen, que nos perturben la energía para quitárnosla... ¿Para qué iría a querer experimentar todo eso? ¿Para qué experimentar esa "dualidad del Universo" de la que hablas?
    -La dualidad es la realidad del Universo. Y no se puede vivir fuera de la realidad.
    -Yo no vivo fuera de la realidad; yo vivo fuera de esa realidad. En otra realidad. Y en mi mundo, tu realidad no forma parte de nuestra realidad del Universo.
    -Entre las dos realidades, la de ustedes es menor en experiencias. Nuestra realidad nos ha permitido valorar lo que es la Luz, por haber conocido lo que es la oscuridad.
    -¿Qué es la oscuridad?
    -Oscuridad es luz absorbida. Cuando nuestra luz había sido absorbida porque estábamos en desequilibrio, éramos oscuros.
    -La luz de ustedes había sido absorbida... ¿por quiénes?
    -Por nuestro propio egoísmo. Al vivir en condiciones de competencia y lucha por la subsistencia, la energía no se entrega, sino que se quita. Esa absorción de la luz ajena es lo que oscurece, tanto a quien pierde esa energía, como a quien la acumula. La energía absorbida no ilumina al que la quita; oscurece. Y fortalece: otorga poder.
    -Y ahora que ustedes han dejado atrás el desequilibrio, la oscuridad; ahora que serán ustedes quienes gobiernen otros mundos, ¿los harán de la manera en que se hizo con el mundo de ustedes, o harán mundos en equilibrio y luz?
    -Empezaremos por los niveles más bajos de la evolución, en estado de desequilibrio, lo mismo que sucedió con nosotros.
    -Pero si ustedes han dejado atrás el desequilibrio, ¿cómo es que lo aplicarán con otros seres?
    -Ellos lo necesitarán: es su escuela.
    -¿Pero ustedes no entran en desequilibrio al colocar perturbación en el mundo de ellos?
    -No, porque lo hacemos con Amor.
    -¿Amor? ¿Cómo se puede hacer con Amor algo que cause daño?
    -Deberías vivir en un mundo así para entender; aprenderías que el Amor, cuando educa, puede también causar dolor.
    -¿Dolor?
    -Sí, un estado de perturbación.
    -No entiendo ese Amor.
    -Es un Amor capaz de someter no sólo a otros al dolor, sino también a uno mismo.
    -¿Por eso de absorber energía-luz que se transforma en oscuridad?
    -¿Cómo?
    -Sí, eso de que los gobiernos planetarios, al quitarles la luz para que vivan en la oscuridad, los hacían absorber o perder energía y...
    -Ah, sí, lo que te explicaba recién. Justamente eso de tener que privar de luz a los seres y causarles dolor, no es doloroso para los gobiernos planetarios,  porque eso no quita que se haga con Amor. Nosotros amaremos a los seres a los que colocaremos en condiciones dolorosas para que evolucionen. No por hacerles eso estaremos dejando de amarlos. Pero no por amarlos, omitiremos hacerles eso que necesitan aprender. Es nuestra obligación, porque es una necesidad. Por eso no nos causa dolor el tener que hacerlo.
    -¿Y qué es, entonces, lo que hace que sea un Amor que no sólo somete a otros al dolor, sino también a uno mismo?.
    -Es que también nosotros, luego de haber sometido al dolor a los seres en un mundo físico, podemos bajar a ese plano y sufrir como ellos, para ayudarlos.
    -¿Cómo es eso?
    -Por ejemplo, cuando un mundo en desequilibrio está ya tan perturbado que los seres han aprendido a vivir así, y la lección está aprendida, y es tiempo de que pasen a otro nivel de aprendizaje, no es sencillo que por sí mismos encuentren los caminos hacia la paz y el equilibrio: hay que conducirlos. Y para eso es necesario que seres más evolucionados bajen a tomar cuerpos físicos para vivir entre ellos y produzcan los cambios necesarios desde adentro, y no desde planos cósmicos. Y eso supone someterse a las mismas situaciones dolorosas que sufren los seres de ese mundo, y estar tan expuestos como ellos.
    -Ah... comprendo. Pero, ¿para qué causar desequilibrios y después ir a solucionar lo que ustedes mismos provocaron?
    -Porque, justamente, si nosotros fuimos responsables de lo sucedido en ese mundo, somos nosotros quienes tenemos que reparar los daños causados. Claro que lo hacemos de modo tal, que nuestra ayuda sea indirecta, para que cada uno se repare a sí mismo, y no que a cada uno le solucionemos su problema desde afuera. Al problema lo ponemos nosotros, para que la solución la encuentren ellos, si bien les ayudamos a buscarla.
    -Ustedes les ponen el problema de tener que vivir en la adversidad. Y los seres en esos mundos, ¿aceptan ser tratados así?
    -Unos sí, otros no. Los que sí, porque saben que es la ley de la vida. Los que no, porque creen que esa ley es injusta.
    -Yo creería eso. Si me impusieran vivir en esas condiciones, no pensaría en una ley, sino en una anti-ley. Para mí sería sospechoso.
    -Yo también creía eso cuando me tocó sufrir esas condiciones de existencia. Hasta que luego comprendí.
    -Entonces yo también podría llegar a comprender.
    -Seguramente.
    -¿Y todos los seres llegan a comprenderlo?
    -Todos.
    -¿Nadie sigue resistiéndose hasta el final?
    -Sí, pero no luego del final. Después que ya todo pasó, cuando se vuelve a vivir en la Luz, el haber experimentado la oscuridad adquiere otro sentido. Las cosas se ven de otra manera. Se valora todo lo sufrido.
    -¿Y si yo fuera a ese mundo y les dijera que ha sido una experiencia innecesaria?
    -¿Por qué innecesaria?
    -Porque ya estoy entendiendo cómo es que funciona esto: se soluciona el problema de un mundo, y empieza el problema en otro. Y los que dejaron atrás la oscuridad, de algún modo continúan en ella, haciendo nuevos mundos oscuros. Y los que dirigen a ustedes, continúan manteniendo todo este desorden bajo control; un control que a ustedes les hace ver como si todo estuviera en orden. Ése no es el control que es ejercido sobre nosotros y que nos mantiene en orden, pero orden verdadero. Los controladores de ustedes no son los mismos que nos controlan a nosotros. Lo de ustedes es la anti-ley de nuestra Ley. Nuestra Ley es la Unidad, y ustedes obedecen a una Ley de dualidad, que provoca conflictos, separación, y que después quiere reunir lo que primero desunió. ¿Qué pasaría si yo fuera a tu mundo a decir que esto está fuera de todo orden universal?
    -Pasaría lo que me pasa a mí al oírte: nada. Nada que vaya a cambiar el modo de ser de las cosas.
    -Estás demasiado seguro de tu realidad.
    -Y tú de la tuya.
    -Pero en mi realidad, nosotros no permitiríamos jamás que introdujeran una forma así de evolución. Prefiero no tener conciencia de todos esos desórdenes y perturbaciones que tu escuela enseña. No quisiera estar en tu lugar.
    -Estás despreciando la más completa forma de evolución que se ha logrado en el Universo. La dualidad existe, es innegable, y hay que conocerla. No se puede vivir en la ignorancia de lo que es la oscuridad. Sería peligroso caer en ella sin estar preparado.
    -¿Y por qué iríamos a caer en ella?
    -En el Universo no todo es paz y unidad. La amenaza existe.
    -¿Ser invadidos?
    -Por ejemplo.
    -¿Pero de dónde irían a salir los invasores?
    -Son seres que no aprendieron la lección, y no retornaron a la Luz. En su libre albedrío, eligieron persistir en el lado oscuro de la existencia, en la búsqueda de poder.
    -Entonces quiere decir que falló la escuela de la dualidad...
    -No es que haya fallado la escuela: ellos eligieron.
    -Pero esa posibilidad de elección les fue dada.
    -Es el libre albedrío.
    -No entiendo por "libre albedrío" algo que permita elegir lo indebido. Elegir eso ya no es libertad.
    -¿Y qué clase de libertad sería la que no concediera la posibilidad de esa elección?
    -Sería esa libertad que no permite ir más allá de lo que se debe.
    -¿Y qué es lo que se debe, y qué es lo que no se debe?
    -Yo sólo conozco lo que se debe. Por eso sólo hago lo que se debe. Y si me dieran a conocer lo indebido, y me dieran la posibilidad de hacer lo indebido que conociera, no lo haría. Porque mi estado espiritual no me lo permitiría. Pero si ellos lo han hecho, es porque espiritualmente se encontraban en estado de desequilibrio. Y no se puede dar libre albedrío a seres en desequilibrio.
    -¿Y qué se va a hacer, impedirles actuar libremente? Se trata de controlarlos y ponerlos en mundos donde continúen con el aprendizaje que no han sabido seguir.
    -¿Manteniéndolos en la fase de oscuridad?
    -Así es, hasta que merezcan la Luz.
    -Pero eso no es solucionarles el problema que ellos tienen, sino que obliga a esperar a que lo solucionen en ellos mismos. No lo harán así. Y no tienen por qué hacerlo: si están en la oscuridad, es porque alguien los puso en ella, y luego no los sacó.
    -De la oscuridad debe salir cada uno; esa es la prueba.
    -Pero a la oscuridad no la inventó cada uno: se la pusieron. Así que el que la hizo, debe ser quien la deshaga, o el que no estará pasando la prueba es quien así pretende estar enseñando, y no quien supuestamente no está aprendiendo. Lo que se debe hacer con esos seres que han elegido seguir en la oscuridad, es llevarlos a la Luz, aunque no quieran, aunque sea contra su voluntad.
    -Pero eso sería interferir en la libre decisión de ellos.
    -Ninguna decisión de negar la Luz es libre. Ese estado de corrupción ha sobrepasado los límites de la libertad. Todo ser que se haya extralimitado del campo de la Luz, debe ser obligado a retornar al orden. Nadie tiene derecho de dañarse sin que deba ser corregido. Nadie tiene derecho de no ser corregido. Y nadie tiene obligación de dejar que alguien sea libre de destruírse a sí mismo. Ese respeto a tal supuesto libre albedrío de no querer volver a la Luz, no es más que una complicidad.
    -Pero colocar a esos seres en mundos de Luz, terminaría por apagar la Luz en ese mundo; serían contagiosos para su entorno.
    -Sólo si se los dejara actuar tan extralimitadamente como ustedes creen que se debe. Si les van a conceder libertades extremas también allí, es seguro que terminarán por alterar ese mundo, en vez de corregirse. Pero si controlaran paso a paso todo el proceso de reequilibrio espiritual de esos seres, sin darles margen para reincidir en el error, terminarán por recuperar su Luz. Y harán mayor aun la Luz en ese mundo.
    -Pero darles esa posibilidad, sin que hayan hecho nada para merecerlo, sin que hayan adquirido una plena conciencia de lo que han hecho, sería regalarles un paraíso que no supieron conseguir.
    -Lo tuvieron. Hasta ser despojados de él por causa de toda esa planificación que sufrieron. Ustedes quieren actuar con justicia, después de haberles impuesto condiciones que los alteraron. Ustedes sigan con esa metodología, fabricando mundos de perversión y pretendiendo que la Luz que le quitan a los seres, ellos la tengan que recuperar por mérito. Yo, por mi parte, informaré sobre la existencia de esta distorsión de las Leyes Universales, y prevendré a nuestros mundos en Unidad, sobre los riesgos del avance del sistema de dualidad. Y no sólo rechazaremos toda interferencia que con esa mecánica se pretenda traer a nuestros mundos, sino que iremos a los mundos de ustedes a transmitirles nuestra realidad.
    -No la aceptarán.
    -Tú no la aceptas. Pero tu visión no tiene por qué ser la de todos.

 Los dos seres se saludaron, intercambiando coordenadas de ubicación de sus mundos. Las naves despegaron casi al mismo tiempo. Y tras el ascenso vertical, se alejaron una de la otra 180° en sentido contrario, rumbo a sus opuestos sistemas de evolución. 
Escrito el 15 de octubre de 1997, en Buenos Aires, durante un viaje corto en tren