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Integración
y democracia bolivariana

Adán Chávez Frías

Panorama, 12 de Enero de 2003

E l apoyo internacional al Gobierno Bolivariano legítimamente constituido, es mayoritario. Muchos países, de todo el mundo, han manifestado de diversas maneras la solidaridad con la democracia bolivariana y por supuesto, el rechazo a los intentos golpistas de la oposición fascista que existe en Venezuela.
A través de diferentes tipos de comunicaciones, gobernantes, intelectuales, políticos, líderes de diferentes tenor; reconocen que "...el Gobierno actual es un gobierno elegido democráticamente por las urnas, que ejerce el poder sin excesos antidemocráticos, y ...la Constitución de 1999 señala unos plazos que den cumplirse; entre ellos, el mandato del Presidente y de los diputados del parlamento". Recuerdan que la mencionada Constitución introduce la novedad del referendo revocatorio y que por lo tanto, si la oposición está convencida de que realmente el Presidente Chávez no cuenta con el apoyo de la mayoría del pueblo venezolano, su obligación es esperar hasta agosto de este año, que es cuando se cumple la mitad del período presidencial, como lo establece la misma Constitución.

Esas manifestaciones internacionales también plantean algo que hemos dicho desde acá en varias oportunidades, y es que "la oposición venezolana debe realizar oposición democrática, esto es, debe enfrentar las políticas del gobierno que considere desacertadas respetando los medios democráticos". Es decir, que no pueden estar solicitando un adelanto de elecciones que no es ni legítimo ni conveniente y sobre todo, que no es constitucional.

Por otra parte, han expuesto lo siguiente: "los medios de comunicación, deberían ser más responsables en su función informadora, tan necesaria para el correcto funcionamiento de un sistema democrático. Hasta el momento se han comportado de manera dudosamente acorde con los preceptos constitucionales y con las necesidades informativas de una sociedad democrática. Apoyaron (y continúan apoyando) el golpe de Estado y todas las movilizaciones opositoras solicitando el adelanto de elecciones, y menosprecian la labor que se intenta realizar desde las instituciones públicas". Mencionan además, que los medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, que han caído en esa inconstitucionalidad, deberían reflexionar sobre ello y acomodar sus comportamientos al respecto por la democracia venezolana. También, que dicha reflexión deberían hacerla igualmente otras instituciones en aras de la convivencia democrática. Sin ninguna duda, son lecciones de institucionalidad democrática, de respeto a la Constitución y de alguna manera, al principio fundamental de la autodeterminación de los pueblos.

Igualmente se plantea que esos sectores desestabilizadores y fascistas, "...en nombre de la democracia, desconocen la voluntad de la mayoría...; en nombre del orden, crean un clima de caos; en nombre de la libertad de expresión, manipulan a su antojo a la opinión pública nacional y mundial...; en nombre de la patria, y envueltos en la bandera, actúan al servicio de los señores del petróleo que han decidido apoderarse de la riqueza petrolera de Venezuela". Verdades irrefutables dichas por la comunidad internacional.

Por todo esto y por los últimos acontecimientos sociales y políticos acaecidos en nuestras latitudes -sin menospreciar a los hermanos de otras partes del mundo-, es hora de recordar nuevamente el llamado a la integración política, económica y social de nuestra América, para unir la fuerza originaria de nuestros ancestros con la potencia de la nueva raza latinoamericana y caribeña. Como quedó establecido en la declaración conjunta del 3 de abril de 2001, entre el Presidente de la República Federativa del Brasil y el de la República Bolivariana de Venezuela, se debe lograr el compromiso para "la consecución de un proceso de integración armónico y equitativo que asegure mejores condiciones de acceso a los mercados y contribuya a la expansión de los intercambios comerciales como medio para mejorar los niveles de desarrollo económico y el bienestar social de nuestros pueblos".

Debemos entonces, hermanos latinoamericanos y del Caribe, consolidar nuestras democracias y avanzar, a pasos agigantados, hacia ese modelo de integración entre nuestros pueblos.