DIA
9: Domingo 29 de Enero de 2006 – MISION
CUMPLIDA: LLEGAMOS AL PN PERITO MORENO !!!!
Nos
despertamos con la alarma del reloj de Pablito a las 5:45; recién estaba
amaneciendo. Dejamos a las mujeres durmiendo y nos fuimos de pesca al Lago
Cardiel que estaba a unos seis kilómetros del campamento.
El
puestero nos había indicado el camino, un sinuoso sendero a campo traviesa, que
terminaba en un médano a un kilómetro de la costa del lago. A partir de allí
ó caminábamos ó intentaban seguir con la doble baja. Se imaginan lo que
ocurrió.
Encaramos
el médano, lo pasamos bien y después recorrimos un tremendo pedrero que no era
más que el fondo del lago, que este año se había retirado bastante por falta
de agua.
Nos
pusimos a pescar, yo metido en el agua con el wader y Pablito desde la costa.
Casi una hora y media sin ningún pique desmentía la fama de infalible del Lago
Cardiel, cuando veo que Pablito tiene un pique y afortunadamente saca una bonita
trucha salmonada. Ya podíamos volver sin el invicto.
La
vuelta fue dificultosa a la altura de los médanos, ya que ahora era en subida y
el sol había quitado la humedad que los endurecía más temprano. Después de
varios intentos, finalmente pasamos sin necesidad de desempacar la ferretería
(ancla y malacate.
En
La Siberia, desayunamos, desarmamos la carpa y empacamos. Retomamos la Ruta 40,
en muy buen estado y solitaria como la imaginábamos. En el tramo hasta Casa
Riera, prácticamente no cruzamos vehículos seguramente por el horario: aún no
llegaban los que pudieron haber salido desde Perito Moreno o Bajo Caracoles. Los
primeros los encontramos en las cercanías de Las Horquetas, donde nosotros
abandonamos de nuevo la Ruta 40 para dirigirnos, por la ruta provincial 60 al
objetivo más preciado del viaje, el Parque Nacional Perito Moreno.
El
camino discurre al principio por la meseta y luego comienza a serpentear por el
valle del Río Belgrano. El cielo está despejado y a lo lejos comienzan a verse
macizos nevados, sobresaliendo el Cerro San Lorenzo, que nos vigilaría
permanentemente por muchos días de aquí en más.
Cuando encontramos el cartel que marcaba el acceso al Parque me embargó la emoción: estaba cumpliendo un anhelo que guardaba desde el lejano año 1978, cuando nos quedamos con las ganas de conocerlo por falta de combustible al pasar por Las Horquetas.
Teníamos
planeado acampar en la Estancia La Oriental y allí nos dirigimos, después de
registrarnos con el guardaparque, quien nos explicó todas las actividades que
podríamos desarrollar allí.
La Estancia La Oriental está escondida en un recoveco próximo al Lago Belgrano, reparada de los fuertes vientos del oeste y con bastante arboleda. En la zona de acampe sólo teníamos otra familia como vecinos así que como había dos baños, acordamos tener baño privado. Un lujo.
Mientras
terminaba de armar las carpas y de acomodar los bártulos, se me acerca alguien
que se presenta como Eduardo Lada, dueño de la Estancia La Oriental, quien me
dice: "Los invito a venir con nosotros a hacer un recorrido en 4x4. Como es
domimgo y no tenemos turistas alojados, voy a salir con la familia a recorrer
parte del campo. Sin ningún compromiso."
Se
imaginan cuanto tardé a decirle que sí. Me lo iba a perder.
Salimos
de la estancia y por un sendero, abandonamos los límites del Parque Perito
Moreno, vadeando el Río Belgrano. Estábamos a 900 msnm cuando empezamos a
subir por una huella apenas dibujada en las laderas de las montañas, primero
suave y después con bastante pendiente. Cuando estábamos a 1400 msnm, la última
cuesta tuve darle con la primera de baja porque parecía que no subía. Hasta
allí no me había dado cuenta del paisaje por el manejo, pero una vez arriba
pudimos tener unas panorámicas increíbles del Parque Perito Moreno desde
una especie de balcón privilegiado del paraíso. Igual era sólo el inicio.
Seguimos unas tenues huellas recién abiertas por la cresta de los cerros y así primero pasamos por un formación rocosa que parece un murallón construido por el hombre pero que allí, obviamente es natural; una especie de pequeña gran muralla argentina.
Después unos kilómetros más adelante se nos aparecieron
dos lagunas, una pequeña y una más grande: la laguna La Oriental o Piedra
Clavada. A casi 1500 msnm el paisaje es de ensueño, las dos lagunas de un azul
increíble y los cerros que las circundan con lunares formaciones rocosas,
destacándose el cerro Belgrano y la Piedra Clavada que le da el nombre a la
laguna.
Evidentemente,
el camino si bien incipiente, estaba abierto por alguna topadora. Pregunté a
Eduardo Lada el porqué y la respuesta es que se trata de un proyecto de traza
paralelo a la Ruta 40 que uniría Lago Posadas con el Parque por la
precordillera, una especie de extensión de la ruta que baja desde Los Antiguos,
la 41. Hay un tramo de unos cinco kilómetros bravos que aún nadie atravesó
con cuatro ruedas entre esta laguna y la Estancia El Chacay, que no siempre deja
pasar. Sólo unas motos pasaron hace tiempo. Acá hay un desafío interesante;
algo leí tiempo atrás en una Weekend.
Finalmente,
dejamos las chatas y fuimos caminando hasta los 1650 msnm a otro balcón al paraíso,
desde donde casi se puede gran parte del sistema lacustre del parque. La
sorpresa fue que a medida que subíamos el suelo estaba cubierto de ........
fósiles marinos !!!!!!!, o sea que en realidad habíamos estado recorriendo el
fondo del mar.
La
muralla que vimos al principio no será el perímetro de alguna ciudad
sumergida?. En estos lugares, la imaginación vuela.
Nos
volvimos al campamento desandando el camino de ida. Nos fuimos a descansar con
la satisfacción de haberle sacado el jugo al día. Era sólo el principio de
tres días inolvidables con nuevos amigos.