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Tema 3
 

El debate entre las ciencias y las humanidades

 

1.- Antecedentes.
Las ciencias de la naturaleza ocupan un método que le es propio y que consiste fundamentalmente en tratar de encontrar las regularidades que rigen los fenómenos naturales y a partir del descubrimiento de esas pautas resulta posible que las ciencias de la naturaleza otorguen explicaciones, realicen predicciones y retrodicciones, controlen sus hipótesis y apliquen ese conocimiento para la obtención de la moderna tecnología. Sin embargo, intentar trasladar ese modelo al ámbito de las humanidades es algo inadecuado porque el terreno de lo humano constituye, desde esta perspectiva, un objeto de estudio que no es posible abordar con el mismo método que resulta eficaz en el orden de lo natural.
 

La ley científica es útil solo en cuanto es capaz de desprenderse de las singularidades en cada fenómeno, atendiendo de esa forma única a lo que les es común, sin embargo aplicar el mismo método al ámbito de lo humano significaría dejar de lado precisamente lo mas propio del ser humano; su particularidad, aquello que lo distingue de resto de lo que hay.
 

El ser humano es un ente demasiado complejo, con una gran cantidad de variables, difíciles todas ellas de señalar y controlar en una investigación al modo como lo hace las ciencia natural. La libertad del ser humano y sus valores, la manera de asignar sentido a lo que de suyo no lo tiene, son alguna de esas variables que el método científico natural dejaría de lado al realizar su labor, pero la psicología hace comprensible el comportamiento humano siguiendo el modelo de las ciencias naturales.
 

En la mayoría de las disciplinas ocupadas en lo humano y de lo social: filosofía, antropología, sociología, entre otros, la manera correcta de dar cuenta de los conocimientos relevantes ha de ser un método distinto al de las ciencias naturales, por ejemplo: en el caso de conocer una cultura distinta, se debe intentar una disciplina pura, sin recurrir a hipótesis previas, es decir, una ausencia de cualquier tipo de ley, pues de esa manera se evitaría la contaminación de la observación pura necesaria para esa captación y descripción histórica.
 

Gadamer admite que “...todo conocimiento histórico comporta una aplicación de regularidades empíricas generales en los problemas concretos a los que se dedica: por tanto, la intención verdadera del conocimiento histórico no es la de explicar un fenómeno concreto como un caso particular de una regla general, incluso aunque estuviera subordinado a la perspectiva puramente práctica de una eventual previsión. Su fin verdadero es sobre todo el comprender un fenómeno histórico es su singularidad, en su unicidad. Lo que interesa al conocimiento histórico no es el saber cómo los hombres, pueblos, Estados se desarrollan en general, sino cómo este hombre, pueblo, estado han llegado a ser lo que es.
 

Esta breve excursión muestra de manera explícita o implícita las diferencias entre ciencias de la naturaleza y humana:

1-     El mundo natural está gobernado por leyes.
2-     El método que utiliza la ciencia natural es generalizador, buscador de leyes o     pautas de acuerdo con las cuales los fenómenos discurren.
3-     En ámbito de lo humano no está solo constreñido a leyes.
4-     En método adecuado para alcanzar el conocimiento en el ámbito de lo humano no puede ser generalizador.

2.- La ciencia moderna y la negación del devenir.
La ciencia moderna es la estrategia usada por la ciencia, una estrategia que apostó a descubrir legalidades en el mundo, una estrategia que supone que tras los fenómenos se esconden pautas invariantes que determinan el acaecer fenoménico, las ciencias para dar cuenta de los fenómenos. Desde allí se hace compresible el comportamiento de los fenómenos, y los fenómenos muestran una heterogeneidad y diversidad que sin el auxilio de esas pautas resultaría imposible hacer comprensibles.
 

Las leyes científicas proporcionan esa estabilidad y permanencia que no es posible observar en el mundo fenoménico.
 

Tal negación del tiempo, del devenir, no es un asunto que podamos advenir solo en el comportamiento científico. La misma estrategia la encontramos mucho antes del nacimiento de la ciencia moderna.
 

El conocimiento científico, a este respecto, es tributario de una tradición surgida en los inicios del pensamiento filosófico. Un breve recorrido por las concepciones de Pitágoras, Parménides o platón, por ejemplo, mostrarán de forma clara esa seducción de la permanencia por sobre el devenir.
 

Copérnico, como muchos hombres del Renacimiento, entendía por nuevo el redescubrimiento de algo viejo, leyó a Platón y a muchos filósofos neoplatónicos, de los cuales asimiló la convicción platónica de que debe haber en el universo una estructura subyacente simple. La belleza unitaria era lo que Copérnico echaba de menos en la ya desfigurada cosmología de Ptolomeo. De ahí que se esforzara en buscar lo que llamaba el “elemento principal”, es decir, la forma del universo y la simetría de sus partes.
 

Llegó a la conclusión de que el “elemento principal” era colocar el sol en el centro del universo.
 

Después de muchos años Kepler logró una concepción del universo que consiguió superar las dificultades del modelo copernicano. Los planetas se mueven alrededor del sol en órbitas elípticas y no circulares. El descubrimiento de las tres leyes lo convenció de haber alcanzado el “elemento principal” con el que Copérnico había soñado.
 

En 1687, Newton publicó su Philosophiae Naturalis Principia Matemática. En ella no solo presentó una teoría de cómo se mueven los cuerpos en el espacio y el tiempo, sino también las complicadas matemáticas necesarias para analizar esos movimientos.


3.- La reversibilidad de las leyes científicas modernas.
La ley de gravitación es una ecuación que fue formulada por Newton para dar cuenta del movimiento, sin embargo, es una ley que no hace diferencia entre el pasado y el futuro.
 

Ilya Prigogine lo ha expresado de manera clara: “La formulación de las leyes de la naturaleza” aportó un elemento fundamental a ese antiguo debate. En efecto, las leyes anunciadas por la física no tienen por objeto negar el devenir en nombre de la verdad del ser, por el contrario, pretende describir el cambio, los movimientos caracterizados por una velocidad que varía con el transcurso del tiempo, sin embargo su enunciado constituye un triunfo del ser sobre el devenir”.
 

Las leyes propuestas por la física son reversibles, es decir pueden actuar sin ninguna dificultad en un sentido o en otro y esta era una convicción profunda arraigada en el pensamiento moderno, se trata del principio de identidad de lo real.


4.- El universo en movimiento: Histórico y creador.
La teoría del Bing Bang obligaba a pensar que el universo llegó a un instante, que actualmente se calcula en unos quinientos mil años después de la gran explosión, en donde el plasma primordial se hizo lo suficiente tenue para volverse transparente a la luz. Este es un suceso que los físicos denominan desacoplamiento de los fotones.
Los defensores de la distinción entre ciencias de la naturaleza y humano ponían el acento en la historicidad humana y la ausencia de ella en el ámbito de lo natural. La imagen que hoy nos presenta del universo muestra que tal criterio de diferenciación debe ser abandonado.
 

El universo es también dueño de su propia historia, los científicos que estudian este universo dinámico están preocupados por descubrir cuándo ocurrió la irradiación fósil, cuáles fueron las razones de que ocurriera este acontecimiento único, cómo operaban las fuerzas en los primeros segundos después de Bing Bang.
 

Así como el historiador busca los rastros que permitan dar cuenta de un determinado acontecimiento ocurrido en el pasado de la humanidad, el cosmólogo anda tras las huellas que le permitan una explicación semejante.
La historia, la búsqueda de lo único, de lo irrepetible dejó de ser una prerrogativa de ámbito humano.
 

La historia de la humanidad es una historia de novedades, nada hay allí que permita aventurar el desenvolvimiento de los acontecimientos, en cambio, la historia del universo es diferente, se adecua a una legalidad fuerte, irresistible, que no permite que ocurra sino lo que tiene que ocurrir.
 

El universo está en expansión y evolucionando, no solo transcurre en el tiempo, sino que también evoluciona hacia estados cada vez más complejos.
 

El universo que nos muestran los científicos de hoy es fundamentalmente creativo, y esa creatividad está marcada por momentos precisos, que los científicos se esfuerzan por identificar en el tiempo y las condiciones exactas. Por tanto el universo y la humanidad poseen historia.


5.- Entropía y desequilibrios.
La intención, la capacidad de asignar sentido o valorar, es una capacidad únicamente del ser humano, no de la naturaleza, pues bien Reeves nos proponía ver la evolución del universo como una pirámide en donde se destaca el aumento de complejidad en la medida en que se asciende en ella.
 

La explicación de Reeves es que el aumento de la complejidad en el universo es tributario, por una parte, de la expansión y consecuente enfriamiento de éste.
En fechas más o menos establecidas, el enfriamiento se ve puntuado por acontecimientos asociados, durante los cuales la materia se organizará, es decir, engendrará sucesivamente todos los sistemas naturales que marcan los peldaños de la complejidad.
 

En rigor, lo que esta señalando Reeves es la necesidad de los desequilibrios para ese acenso en la complejidad y en ese sentido esta de acuerdo con lo señalado por la entropía. La entropía al señalar el paso de estados organizados a otros menos organizados está signando una dirección, está señalando una la “flecha del tiempo”, como la denominó Eddington.
 

El universo, de acuerdo con Reeves, se las ha arreglado para avanzar hacia estados más complejos sin violar lo señalado por el segundo principio de la termodinámica. A pesar de que la entropía total del universo ha ido creciendo desde su nacimiento y posterior evolución, éste también ha logrado producir seres más complejos en algunos sectores.
 

Hay un aumento en la entropía del universo tomando en su totalidad, sin embargo es el costo que debe pagar para la elaboración de todos los entes altamente complejos que encontramos, por ejemplo, en nuestro planeta. Ese costo se verá finalmente reflejado cuando nuestro astro consuma toda su energía, momento en el cual el desequilibrio que posibilitó la vida sobre la tierra desaparezca.
 

Esos desequilibrios necesarios para la edificación de la complejidad, no son solo algo que podamos constatar en nuestro sistema solar, y para entender mejor esta idea es conveniente destacar la importancia que han tenido en el desarrollo del universo la acción de las cuatro fuerzas que los científicos han identificado hasta le momento:
Fuerza gravitatoria: fuerza universal, en el sentido que toda partícula la experimenta de acuerdo con su masa o energía.
 

Fuerza electrónica: interactúa con las partículas cargadas eléctricamente, como los electrones y los quarks.
 

Fuerza nuclear débil: responsable de la radioactividad y que actúa sobre las partículas materiales de espín ½, pero no sobre las partículas de espín 0, 1 ó 2, tales como fotones o gravitones.
 

Interacción nuclear fuerte: esta mantiene a los quarks unidos en el protón y el neutrón, y a los protones y neutrones juntos en los núcleos de los átomos.
Los historiadores buscan desentrañar en sus excursiones al pasado humano: acontecimientos únicos que hicieron posible una historia, que de haber sido distintos pudieron hacer también que nuestra historia fuera distinta. Reglas morales, leyes positivas, influencia de las instituciones, por ejemplo, son el material tras el que anda el historiador para comprender por qué los acontecimientos humanos se dieron de una determinada manera y no de otra. La similitud con lo que está realizando la cosmología y la física actual no puede pasar inadvertida.
 

Prigogine y Reeves destacan el papel constructivo que adquiere la irreversibilidad lejos del equilibrio. Es capaz de crear nuevas formas de coherencia, otra vez hay que afirmar que la diversidad y complejidad que contemplamos en el universo obedece a esos procesos irreversibles asociados a la flecha del tiempo.
 

Si antes podía oponerse la historia humana y naturaleza a partir de las leyes científicas y su reversibilidad, en la actualidad la ciencia reconoce cada vez más la dirección de la “flecha del tiempo” en el universo y trata de incorporar esa temporalidad al lenguaje científico. Acontecimientos únicos, que marcaron una dirección y no otra en la historia de la humanidad se puede analogar a aquellos que hicieron posible uno y no otro futuro para nuestro universo.
 

Para la ciencia clásica el orden y la estabilidad era aquello que caracterizaba el universo, aunque es perspectiva significar dejar de lado la tremenda fuerza con la cual se manifestaba el tiempo. La inestabilidad y la incertidumbre que durante siglos parecían solo características propias de lo humano, hoy resultan familiares en la descripción del mundo natural.
 

Mantener la idea según la cual la historia es algo que corresponde al ámbito de los seres humanos y no de la naturaleza resulta cada vez más complicado.


6.- Evolución, desequilibrios y sentido.
El sentido que el humanista busca en el terreno de lo humano es el elemento que le permitirá hacer comprensible ese sector de la realidad. El sentido entonces, aparece como el componente organizador de los fenómenos humanos que no resultan asibles por sí mismos.
 

Debemos recordar, sin embargo, que esta asignación de sentido, estas valoraciones se admiten solo como posibilidad del ser humano, de esta manera, la capacidad de asignar sentido a la realidad se convierte en una suerte de criterio de demarcación entre el ser humano y el resto de la naturaleza, por lo mismo las ciencias ocupadas de lo humano pueden encontrar su fundamento en esta separación.
 

De acuerdo con los biólogos la conducta que muestran los virus, lo mismo que todos los seres vivos que no son capaces de elegir por sí mismos, está programada en su código genético. Es la información que el genoma ha puesto en ellos la que los impulsa y orienta. Es posible suponer una suerte de valoración, de una estimación en términos teleonómicos en las instrucciones que el genoma entrega a sus portadores.
 

Aunque muchos de los propósitos que alimentan la conducta de los individuos están asignados por el genoma, éste no puede prever todas las posibilidades que aquellos encontrarán. Allí es donde los individuos realizan estimaciones y, consecuente con ellas, disparan ciertas conductas. En los niveles más primitivos o elementales esas estimaciones y conductas están más fuertemente marcadas por la necesidad de pervivir. En los niveles más altos o complejos, como en los primates superiores y, en particular, en el ser humano, las elecciones y conductas no se realizan únicamente en función de la pervivencia, sino de una mejor vida.
 

Comprender el sentido que alienta las conductas humanas resulta claramente algo difícil de lograr. Ello en virtud de las innumerables posibilidades que tiene el ser humano de valorar de una manera lo que otro puede estimar de manera totalmente distinta.


7.- Explicación y comprensión.
La heterogeneidad y movilidad de los fenómenos nos son privativas del ámbito humano. Los científicos naturales también se enfrentan a esa condición de la realidad fenoménica. La tarea del científico natural resultaría vana si buscara dar cuentas de los fenómenos de ellos mismos. De ahí la necesidad de la ciencia de buscar patrones, regularidades, para lograr una explicación de los fenómenos.
 

Examinando desde esta perspectiva, la búsqueda del elemento organizador en el terreno humano sería, de esta manera, algo bastante similar a la búsqueda de patrones universales, denominados leyes de la naturaleza, que los científicos naturales se afanan por descubrir, y a partir de los cuales logran una explicación científica.
Ni los fenómenos de la realidad natural ni aquellos que forman parte de la realidad humana, pueden ser comprendidos o explicados sin el auxilio de estas dos realidades que se vienen mostrando: leyes y sentido.
 

Si bien es posible destacar esta análoga función que cumple la ley científica y el sentido en sus respectivos ámbitos, observamos una diferencia: la ley científica parece más fácil de reconocer que el sentido. Y es que a la ley natural la suponemos no puesta por conciencia alguna, en cambio el sentido es el resultado de una acción humana, y las valoraciones humanas son diferentes entre distintas culturas e incluso al interior de ellas.

8.- Conclusión.
La tradicional distinción que los pensadores del siglo XIX intentaron realizar entre ciencias naturales y ciencias humanas encontró su fundamento en un grupo de convicciones que resultaban evidente de acuerdo con la información que entregaba la ciencia clásica.
 

Los filósofos contemporáneos, como Gadamer o von Wright, que continúan en la tradición iniciada por aquellos pensadores tales como Dilthey, Rickert o Windelband, no desean o no pueden percatarse que la ciencia es una disciplina que está en continua revisión y, por lo mismo, es cambiante. Continúan defendiendo ideas forjadas hace más de cien años, justificadas por la concepción que del universo asumía la ciencia moderna. A diferencia de los científicos prefieren mantenerse apegados a una tradición, sin ver que a su lado transitan nuevos conocimientos, nuevas formas de concebir la realidad desde la ciencia contemporánea.
 

Hay que señalar que la información científica le resta apoyo a esta convicción, por ejemplo, la biología, en particular la genética y la etología, nos hace notar el profundo parentesco que nos une con el resto de los seres vivos.
 

Y como si lo anterior no fuera suficiente, la cosmología contemporánea nos conduce a aceptar que todos los seres vivos, incluido por supuesto el ser humano, son el resultado de una historia que se inicia, hasta donde sabemos, con el Big Bang y la evolución del universo.
 

Esta capacidad de valorar, sin embargo, como a todo en el universo, también a evolucionado.
 

Si esas valoraciones tenían originalmente un propósito, en el contacto con el medio y como resultado de los cambios que esas estimaciones introdujeron en el fue alejándose de esa función específica. Las valoraciones no cumplen hoy únicamente un oficio en favor de la pervivencia. Hoy esas capacidades de valorar ha alojado también a las estimaciones superfluas. Así puede entenderse, por ejemplo, por qué algunas personas estiman de manera positiva el desarrollo del conocimiento científico, la indagación sobre el estatus de las ciencias humanas y una explicación del universo que asegura que éste tienda hacia estados cada vez más complejos.
 

 

Fuente:

Ciencias naturales y Ciencias humanas: En busca del sentido

Jose Luis Reyes
Universidad de Chile

 

Tema 4

     La Educación, la Pedagogía y la Mundialización de la Cultura

Abarcándonos al tema presente, en el ámbito de la sociología podemos nombrar los diversos hechos que han surgieron durante la historia y luego dar una definición de los conceptos más relevantes que componen el sistema educativo:

“Nace un nuevo concepto de Pedagogía”
Durante la modernidad surge la idea de educar masivamente a las personas, reemplazando el concepto de Animalidad por vivir en una Nueva Clase de Sociedad (Educación).
 

Cuando las personas se comienzan a modernizar por medio de la educación nace un nuevo concepto de PEDAGOGO.
El enseñante de los niños es el Pedagogo, ya que para transformar la sociedad es necesario comenzar con ellos, que recientemente están empezando a vivir, conocer y a aprender de la vida.
Por lo tanto, del Pedagogo nace como una Profesión la Pedagogía.

“Pedagogía una profesión”

A fines del siglo XIX, en Francia, también surge la profesión de Pedagogía, pero esta es una profesión SOCIAL.
Esta se basaba en la transmisión de conocimientos y en la formación de personas.
En un principio la Pedagogía se impartía en diversas Instituciones.
En la actualidad, la Institución más importante que presenta la pedagogía es la Universidad.
 

Que es necesario para licenciarse y obtener un título y certificar el grado académico completo, para así estar facultado y ejercer en el ámbito laboral.
 


“Principales Funciones del Pedagogo”
Hoy en día un Pedagogo debe cumplir funciones y tareas que avalen su titularidad profesional en el ámbito laboral, las cuales son:
Función Didáctica: Donde se encuentra el desarrollo del currículum, el diseño de materias, recursos y alfabetización.
 

Función Evaluadora: Detención de las Necesidades Educativas y la significación del proceso de Enseñanza-Aprendizaje.
Función Organizativa: El pedagogo desarrolla tareas de coordinación de recursos docentes, asesora la elaboración y definición del Proyecto Educativo, organiza escuelas de padres, entre otros.
Función Orientadora: EL docente debe tutorizar a sus educandos.

 

“Profesional de la Educación”
Solo después de la reforma del siglo XVIII y de la concepción francesa surgieron los Profesionales de la Educación o Pedagogos.
Donde expresaba que había que formar profesionales exclusivamente para la educación: Encargados de introducir a las personas en la sociedad moderna.
Y en donde los Pedagogos cuentan con un perfil profesional dedicado a: Desarrollar diferentes funciones Educativas con una principal tarea que es formar a las personas a través de la cultura, valores, principios, entre otros.



La Educación: Proceso bidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra, sino que también está presente en todas nuestras acciones, sentimientos, actitudes, entre otros.
 

Por ende el objetivo que posee la educación es múltiple, porque incentiva el proceso de estructuración del pensamiento, de la imaginación creadora, las formas de expresión personal y de comunicación oral y escrita, favorece el proceso de maduración de los niños en lo sensorio-motor, la manifestación lúdica y estética, la iniciativa deportiva y artística, el crecimiento socio afectivo y lo valores éticos, estimula hábitos de integración social, de convivencia grupal, de solidaridad, cooperación y de conservación del medio ambiente, desarrollar la creatividad del individuo, fortalecer la vinculación entre la institución educativa y la familia, prevenir y atender las desigualdades físicas, psíquicas y sociales originadas en diferencias de orden biológico, nutricional, familiar y ambiental mediante programas especiales y acciones articuladas con otras instituciones comunitarias.
 

La educación entrega diversos e importantes aportes, debido a que a través de ella el ser humano va experimentando y aprendiendo, según las diferentes etapas de la vida, las cuales generalmente dejan una enseñanza significativa para aceptar y entender a otras personas, por lo tanto la educación siempre debe ser valorada para poderla evaluar, logrando así un proceso medible que puede ser cambiar la manera que nosotros como individuos nos regimos en nuestra vida, porque poco a poco adquirimos conocimientos, habilidades y aptitudes que serán aplicados en otros ámbitos personales.
 

Un proceso inherente e independiente en la educación es el de la evaluación, ya que esta permite darle validez al proceso educativo, corrobora, replantea y comprueba los objetivos, contenidos y metas de la educación. El proceso educativo plantea, el nuevo camino de la educación, comprobando que la educación y sus contenidos sean vigentes, útiles y aplicables.

La Pedagogía: Es un conjunto de saberes que se ocupan de la educación como fenómeno típicamente social y específicamente humano, por lo mismo es una ciencia de carácter psicosocial que tiene por objeto el estudio de la educación con el fin de conocerlo y perfeccionarlo.

 La Mundialización de la Cultura:
 

Cultura: Es un conjunto de rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o aun grupo social y que abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, la manera de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y creencias.
 

Mundialización: La globalización incentiva el encuentro y la interacción de distintas culturas locales, pero al mismo tiempo se produce una tención entre lo local y lo global. “Globalización e identidad cultural”. Lejos de ser una esencia constituida en el pasado, la identidad cultural es una cuestión del pasado, del presente, y sobre todo del futuro, de convertirse o devenir, pues se trata de un proceso constante de construcción y reconstrucción.


Refiriéndonos a los tiempos actuales podemos decir que la juventud actual y la realidad, que se enfrenta es totalmente diferente a los tiempos de la antigüedad o pasados, ya que todas las cosas van evolucionando o van cambiando para que así haya una mejor calida de vida.
 

En el ámbito de la institución educativa podemos decir que siempre se ha querido y se está queriendo mejorar la calidad estudiantil, de forma equitativa e igualitaria dejando de lado las diferencias y desigualdades que existen en la sociedad. Por lo mismo se trata de mejorar en todos los ámbitos, partiendo desde la base principal a lo general.
 

Sin embargo la juventud de hoy se encuentra más revolucionaria y avanzada, por todos los cambios sociales que han existido, las nuevas tecnologías provocando nuevos conocimientos, aprendizajes y saberes que influyen en la educación.
 

Por tanto es necesario entender y comprender las nuevas reformas que se han ido implementando en la educación para así manejarse bien dentro de este ámbito, y tener claro que todo lo que realizan en esta sociedad es para una mejor calidad de vida, logrando ser un país cada día mejor.

 

FUENTES: - www.encarta.msn.com
- materia del segundo semestre (año 2007), de Fundamentos Filosóficos y Socioantropologicos de la Educación.

 

 


 




 

 

 

 

 

 

 

 

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