ORIGEN E HISTORIA   

 

Conocido en Europa occidental y Estados Unidos sólo desde los años sesenta, el braco húngaro, también llamado vizsla, se ha ganado pronto una sólida reputación de perro de muestra y sin embargo, si uno se remite a las indicaciones facilitadas por el estándar de la raza homologado por la FCI en 1983, sus orígenes se confunden con la historia de Hungría.
En 896, los magiares, un pueblo nómada compuesto de brillantes cazadores y jinetes, se instalaron en las vastas llanuras de Hungría. Como se sabe, tenían perros sabuesos y lebreles aunque es muy probable que sus lebreles procedieran de otro pueblo nómada de Asia, los escitas, mientras que resulta más difícil conocer de manera precisa el origen de los perros sabuesos. En realidad, existen tres hipótesis enfrentadas. Para algunos, estos perros habrían llegado con los magiares cuando éstos se establecieron en la puszta; para otros, habrían acompañado a las hordas bárbaras que cayeron sobre el Imperio romano en el siglo IV; por último, según otros, ya estarían presentes en el oeste de la Hungría actual, en Panonia, antes de la llegada de los bárbaros. Esta última hipótesis es la que tiene más aceptación entre los especialistas húngaros, quienes consideran el perro sabueso de Panonia como el verdadero ancestro del braco húngaro. Según estos cinófilos, hubo otros dos perros que jugaron un papel importante en la formación del vizsla, un perro de caza de capa amarilla que los turcos adoptaron y que apareció en Hungría después de las invasiones otomanas en 1526, y el sloughi, un lebrel árabe que fue utilizado por las aristocracias magiares y otomana como perro de pájaros y de cobro, y que contribuyó a hacer más veloz al vizsla.
Aunque las primeras representaciones de perros bastante parecidos al braco húngaro tal como lo conocemos hoy da tan del siglo XVI, fue dos siglos más tarde, cuando el país ya había quedado bajo dominio de los Hansburgo, cuando los cazadores vieneses empezaron a utilizar el término "vizsla" para designar los perros encontrados en la puszta donde abundaba la caza. Con la germanización de las costumbres húngaras, el vizsla sufrió poco a poco la influencia de las razas alemanas. Sin embargo, no se puede determinar qué raza contribuyó a su enriquecimiento. Algunos piensan que se trataría del braco alemán 0 kurzhaar, cuyas aptitudes polivalentes se parecen innegablemente a las del perro de caza húngaro, mientras que otros, sobre todo muchos autores norteamericanos, piensan que seria el braco de Weimar, cuya capa uniforme cuando es de tono gris corzo, no deja de parecerse a la del braco húngaro.
A finales del siglo XIX, el vizsla, como todos los bracos del continente, recibió una infusión de sangre pointer que le dio una mayor rapidez de acción, muy útil en la puszta. Sin embargo, en aquella época se le pedía al braco húngaro no sólo que fuera veloz y tuviera una busca extensa, sino también que rastreara la caza herida, fuera un buen retriever y cazara tanto piezas de pluma como de pelo, aunque se ha de reconocer que para responder a todas esas exigencias no basta con recurrir al «pura sangre» de los perros de muestra. Esto es lo que da a entender un documento húngaro que demuestra cómo la raza nacional está a medio camino entre el pointer y el braco alemán: «desde el punto de vista de la utilización, lo mejor es compararlo con los demás bracos. El pointer tiene un método de busca más rápido, un olfato bien desarrollado pero es un cobrador mediocre y su utilización es limitada. El perro de muestra alemán busca más lentamente, tiene un olfato suficientemente desarrollado, cobra bien, sigue bien el rastro y se puede utilizar de diferentes maneras. Por el contrario, el braco húngaro busca rápidamente al tiempo que es obediente, tiene un olfato muy sensible, cobra de un modo perfecto y sigue el rastro. En suma, es un perro de muestra que reúne todas las cualidades de las dos razas que hemos mencionado más arriba,). En los años treinta, los guardas de caza y los guardabosques infusionaron sangre drahthar (el braco alemán de pelo duro) en el vizsla para crear un tipo de perro apto para trabajar en condiciones difíciles (sotobosque, zarzales, barbecho, trabajo en el agua) y en un campo específico de los perros de Alemania y Europa central. el de la busca de la caza mayor herida, que corresponde al perro de sangre. También es posible que los cinófilos hubieran recurrido.a otras razas como el stichelhaar o el pudelpointer para obtener un perro así, el drotszorü magyar vizsla el (vizsla de pelo duro). Lo cierto es que el vizsla evolucionó a la largo de los años para convertirse en toda una raza y, con el aumento de sus efectivos, se hicieron cada vez más manifiestas sus diferencias con el vizsla de pelo corto. Por esta razón se recomienda no hacer cruces pelo corto/pelo largo.
El censo del braco húngaro de pelo corto sufriro los efectos de la segunda guerra mundial y no se pudo reconstituir hasta los años cincuenta, lo que explica que tardara tanto tiempo en darse a conocer en el extranjero. Los norteamericanos, gracias a la llegada de numerosos emigrantes húngaros, fueron los primeros que pudieron apreciar este cazador polivalente que tiene una morfología elegante a la vez que una capa espectacular. Así, el Kennel Club reconoció la raza en 1960; tres años después se redactó un estándar específico al tiempo que se creaba un club (en la actualidad existen varios). Gracias al dinamismo de los criadores norteamericanos, el vizs!a se propagó hasta Sudáfrica y Extremo Oriente.

 Pelo Corto       


 Pelo Duro 

 

LOS PERROS EN Hungría

la cinofilia húngara es sin duda la más dinámica e importante de todas las de los antiguos países del Este. El equivalente de la RSCFRCE, la Magyar Ebtenyésztok Orzagos Egyesülete, federada en la FCI, despliega una gran actividad, sobre todo con la edición de una revista especializada digna de elogio. La exposición canina más notable se celebra en Budapest,
Y congrega regularmente de 3.000 a 4.000 perros, tantos como la mayoría de las exposiciones francesas o. italianas, aunque allí no existen ni jaulas ni barreras. Además del vizsla, los húngaros tienen varias razas conocidas en el mundo. En primer lugar, el komondor,
la más espectacular de todas, que es un notable guardián de rebaño, de pelaje acordelado que no se debe cepillar ni lavar. De tamaño muy grande (80 cm), parece estar mejor representado en el extranjero que en su país de origen, El kuvasz es otro perro de tamaño grande cuya silueta se parece más a la de los perros blancos extendidos por Europa. Esta raza es muy rara en España todavía, y relativamente popular en los países anglosajones,
Entre los perros de pastor pequeños y los bouviers, el más conocido es el puli cuya capa es idéntica a la de! komondor, pero en colores variados: negra, parda, blanca o gris.
Mide unos 44 cm con un peso de unos 15 kg.
Por último, citar una raza de lebreles de pelo raso, de color atigrado frecuentemente, el magyar agar, que se introdujo en Francia recientemente.
Su estándar fue reconocido en 1971 por la FCI.