Chistes muy cortos


- He ido al médico y me ha quitado el wwiskie, el tabaco y las drogas.
- Pero bueno, ¿tu vienes del médico o dde la aduana?
- ¿Qué tal te va en la Academia de Buennos Modales, Alfonso?
- De puta madre, macho.
- Doctor, vengo a que me reconozca. - Pues ahora no caigo...
Un fanfarrón alardeba de coche nuevo ante un amigo.
- Fíjate. Tiene de todo: cierre centrallizado, aire acondicionado, airbag, equipo de alta fidelidad, frenos de inyección, dirección asistida, alarma...
- ¿Y tiene cuentarevoluciones?
- Sí, claro.
- Pues dile que me cuente la revoluciónn francesa, que la tengo un poco olvidada.
- Me gustan las almejas porque saben a mar.
- Sí que son cariñosas...
- Papá, en el colegio me llaman mafiosoo.
- No te preocupes, ya iré a hablar con el director.
- Bueno, pero que parezca un accidente..
En la zapatería.
- ¿Tienen zapatos del 36?
- No, lo siento, de la guerra ya no noss queda nada.
Después de una agotadora jornada de trabajo y de una cena suculenta mientras veían "Crónicas marcianas", el marido le dice a su esposa:
- Tómate una aspirina.
- ¿Una aspirina? Si no me duele la cabeeza...
- ¡Pues a follar!
El reo, momentos antes de aplicarle la pena de muerte, oye la fatídica frase.
- ¿Cuál es su último deseo?
- No estar presente en la ejecución. - No diga tonterías. Esto no es posiblee. Pida otro deseo.
- Está bien. Pues quiero aprender japonnés.
- ¿Sabes cómo se llaman los habitantes de Belén?
- Mmmmm.... ¿Belencianos?
- No. Figuritas.
El matrimonio Ramírez está espachurrado en el sofá, viendo la televisión. Él, con camiseta imperio y una lata de cerveza en la mano. Ella, de boatiné, con los rulos puestos.
- Pedro, hace treinta años que estamos casados y nunca me has comprado nada.
- No sabía que vendías algo...
El Doctor Fuengirola examinaba detenidamente a una paciente ya entrada en años y en carnes que había acudido a su consulta de ginecología. De repente, el médico arrancó a bailar por sevillanas. La mujer, extrañada, dijo:
- ¿Pero que hace ahora, doctor?
- ¿Qué hago? Si usted canta, yo bailo.

La señora Mercedes increpaba, por puro placer, a un vagabundo que estaba mendigando en la calle.
- ¿No le da verguenza? Pedir limosna enn vez de trabajar...
- Oiga, yo le he pedido una limosna, noo un consejo.
En la iglesia, le dice un parroquiano al cura:
- Padre, ¿usted aparta las mujeres del mal?
- Sí, hijo.
- Pues apárteme tres para el sábado. - Estás muy gorda...
- ¡Uy, sí! Como una tapia.
- Mamá, en el colegio me llamán maricónn...
- Y a mí, ¿qué?
- A tí, puta.
Entre copa y copa, un borracho le dice a otro:
- Oye, para ya de beber que se te está poniendo la cara borrosa.
Pedrito, muy serio, anuncia a sus padres:
- Me voy de caza.
- ¿Sin escopeta?
- No, me voy de caza para ziempre.
> En un barco, Alfredo pregunta a un marinero:
- ¿Donde está el capitán?
- Por babor.
- Por babor, ¿dónde está el capitán? - Mamá, ¿las niñas de cinco años puedenn quedarse embarazadas?
- No, hija.
- ¡Yupiiii!