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MI LUGAR

Que raro es sentir de repente que algo sabe en mi boca.
Que raro es sentir algo sin saber qué es.
Un recuerdo, un sabor y la barrera de mi mente
que no me permite poder construirlo.
Degusto algo suave, dulce sin saber qué es.

No hay un antes con formas.
No hay un antes con sonidos.
No hay un antes con color.
Degusto algo suave, dulce sin saber qué es.

Me abrazo a mi muñeco Julián,
beso su mejilla fría de plástico
y acurrucada a él, vuelvo a sentir en mi boca
algo suave, dulce sin saber qué es.

Lo tomo fuere de la mano a mi hijo,
camino junto a él por el lugar dónde nací
y viví hasta mis dos años: "Monteros".
Percibo un olor suave, dulce sin saber qué es.

Alguien me cuenta que aquellos árboles
siempre han estado allí.
Alguien corta un fruto y me lo obsequia
saboreándose mientras lo acepto, sin saber qué es.
Siento en mi boca algo intensamente naranja,
se desliza suavemente y sabe a rico.
¡Bello caqui! Te encontré.

EL MILAGRO DE LA VIDA

Cuando el sol posó sobre mí,
por primera vez...
pude sentir, como se expandió
el milagro de la vida.
Llegué a estar tan iluminada.
Eramos la naturaleza, los hombres,
el respeto...haciendo reverencia ante la vida.
El sol ya no se acerca hacia mí
de la misma forma...es agresivo.
Afirma que los responsables
son los hombres.
No me resigno a creerle.
Todavía están silenciosos en mi vientre,
los que alguna vez me amaron.
Su sabiduría quedó en mí
purificándome en aprendizaje.
Tomé una de sus flores,
las que ellos llamaban paciencia.
Ella me defendió
de las adversidades del mundo.
Luchando con los desengaños
tomé otra flor,
A la cual llamaban sufrimiento.
Cuando no encontré consuelo,
tomé otra flor
a la que ellos llamaban resignación.
De ellos también aprendí
que con humildad
encontraría a mi Dios.
A él le prometí resistencia y oración.
Y a él también le pedí cada día
por el reencuentro con mis hijos.

AROMAS DE 1987

Entre tanta negrura me invade
como el peor de los tormentos,
el pensar... que la noche se termina.
Con el amanecer vendrá la despedida
acompañada por el primer rayo de sol del día.
Sólo puedo contemplar la blancura
de su piel y una hoja de papel.
Me embriago con el delicioso fragante
que su piel expande para dibujar...
en la hoja de papel, su perfil,
textura de marfil.
Con el fragante que su piel expande
preparé el pan para calmar el hambre.
Con el fragante que su piel expande
me aré un vestido con
agua de río.
Me embriagaré con flores de azar
para esperar su despertar
Y con la mas perfecta y
                                        pensada
combinación de aromas
me zambulliré en su cuerpo,
                                           fino,
                                              pulcro,
                                                   delicado,
para que el pueda penetrar en la selva que lo desea.
Y cuando el sol ya todo lo ilumina
me invadirá otra vez, como el peor de los tormentos,
la soledad,
                               llamada...