ALMA DE NIÑO
Recordemos aquellos tiempos de nuestra niñez,
donde todo se disfrutaba con sencillez.
Tiempos en que nos bastaba con la imaginación
para armarnos de ficción.
Tiempos en donde jugábamos al policía y al ladrón,
armándonos de coraje y valor.
Sabiendo que de uno u otro lado,
era ser digno de un honor acordado.
Tiempos en que con el veo veo aprendíamos los colores,
disfrutando de las sensaciones.
Donde jugar a la mancha no significaba contagiarse una
enfermedad, si no quedarse paralizado como de verdad.
Nos sentíamos héroes salvando a nuestros amigos,
con solo pronunciar piedra libre para mis compañeros
y con un pido gancho obteníamos ayuda
en aquel juego de la escondida.
Jugar a las bolitas, la payana o la rayuela,
eran juegos donde nadie quería quedar afuera.
Los tiempos del barrilete,
donde queríamos llegar alto como un cohete.
En estos tiempos que nos toca vivir,
Un pido gancho no nos va a servir.
En todos nosotros esa alma de niño aun habita
Y seria bueno que por un momento nos devuelva la sonrisa
Victor