Un día te conocí, un amigo te presento,
 al principio te rechacé, 
pero de apoco te fui aceptando. 
Estabas siempre presente,
 en las reuniones de amigos, 
en el boliche, en los malos momentos, 
en las peleas, cuando me sentía solo, triste. 
Me hacías sentir grande, fuerte,
 hasta creí que porque estabas 
conmigo eras mas hombre, mas sensual. 
Hoy cumplimos 40 años juntos, 
quien iba a pensar que esta amistad 
duraría hasta la muerte. 
Mi cuerpo te necesita pero ya no
 
te soporta, ya no me 
siento fuerte, al contrario, 
casi no puedo mantenerme en pie. 
Mi garganta no tiene fuerzas
 para hablar y mis pulmones 
arruinados no te resisten. 
Te necesito, pero hoy te odio. 
Esa amistad que durante tanto tiempo
 me brindaste, hoy me esta matando…
.mi corazón no quiere latir, esta cansado
 y contaminado. 
Adiós mi buen amigo, gracias por
 tu compañía, me robaste la vida 
y solo quedan nuestras cenizas. 
 
P.D: la vida es como un cigarrillo,
 un día se enciende y al final, 
solo quedan cenizas. 
 
Autor: Jose Leiva