TRES AÑOS DESPUÉS

Capitulo 20: "La verdad"

Habían pasado ya seis o siete meses desde que se había peleado con Draco, bueno mas bien desde que Draco se puso a gritarle en San Mungo. Los recuerdos aun estaban frescos y el dolor latente, pero lo peor es que el amor seguía como una pequeña vela encendida en su interior.

Es cierto que estos meses André había sido un compañero, un hermano, un amigo, se podía decir que hasta un cómplice, pero Draco Malfoy era una persona difícil de olvidar y mas por todo lo que había pasado entre ellos y el resultado que había tenido (se frota la panza mientras piensa), no le desagradaba , es mas amaba a ese ser que se estaba engendrando en ella, pero se le hacía difícil pensar que jamás conocería a su padre por un estúpida pelea llevada hasta el máximo por el orgullo de el y la cobardía de ella.

Cada día se le hacía eterno, es cierto, ahora trabajaba y su embarazo le quitaba el tiempo para pensar y atorarse en la misma situación, pero en sus ratos libres, como hoy, no la dejaban descansar os pensamientos por mucho que intentase distraerse en algo mas.

-¿Por qué es tan difícil olvidarte Malfoy?- se preguntaba cada noche, cada minuto y es que aún conservaba el aroma de el impregnado en sus pulmones y su piel marcada en la de ella.

Otra interrogante que la aturdía mucho era si el se acordaba de ella, o solo había decidido olvidarse de ella y ponerla como muchas otras que pasaron en su vida; ¿qué haría si se diera cuenta que esta embarazada de el?, acaso la perdonaría o la insultaría como solía hacerlo en Hogwarts.

Draco era todo un enigma que resolver y dudaba mucho que lo hiciera en estos momentos y en tales circunstancias, pero que podía hacer ante el deseo de saber de el?

-Tierra llamando a Herm- Dijo André que se hallaba sentado al volante del coche.

-Oh, lo siento, venía pensado- dijo Hermione  volviendo de su ensimismamiento.

-Hay hermosa, aun sigues pensado en el.

-Tu sabes lo mucho que le quiero, a pesar de todo.

-Te deberías de buscar otro hombre, no dudo que alguno te quiera aunque estés embarazada- dijo André sonriendo.

Ese tema ponía nerviosa a Hermione, adivinaba por el sexto sentido de las mujeres, que André estaba enamorado de ella desde el primer día en que se conocieron y que el le dio todo su apoyo a pesar de ser un completo extraño, pero no quería tener nada con el, simplemente no lo concebía, el era ...su...amigo...

-No lo creo.

-No lo sabes, no tientes al destino.

-Si, pero me sería difícil aceptar ahora a alguien mas.

-Supongo que ese alguien estará dispuesto a esperar todo el tiempo que sea posible.

-¿Por cierto me vas acompañar al aniversario del ministerio?- dijo para cambiar de tema.

-No creo, tengo guardia en el hospital.

-Mmm, no la podrías cambiar?

-No lo creo, ese día va estar la directora y no me pueden cubrir.

-Yo pensé que íbamos a comparar hoy las cosas con las que nos íbamos a ir.

-Claro que lo haremos, solo que solo las tuyas.

-Está bien.

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Draco estaba sentado en su sillón detrás de su escritorio pensando como solía hacerlo desde que se había peleado con Hermione, bueno tal vez se excedió con ella le dijo muchas cosas hirientes, pero se sentía muy dolido. Nunca pensó que ella fuese a jugar con el, se supone que el era el que debía hacerlo según como lo había tachado siempre, era irónico que solo  había entregado el corazón ciegamente dos veces y en la primera su esposa murió dejándolo mal y esta... pues le terminaron por destrozar interiormente.

Se suponía que el era frío, duro e inalcanzable, pero el destino le había jugado una mala pasada y ahora se la pasaba añorando y suspirando por una mujer.

Nadie que lo conociera podría creer que la forma melancólica en que estaba desde meses atrás era por un mal de amores (hizo una mueca irónica) y no por otra cosa.

(Se reclinó mas en su sillón)Como era difícil olvidarla, recordaba cada caricia con su trayectoria sintiendo como si un fuego subía por el, recordaba sus labios presionándose en los de el, el olor de su piel suave, el sentir su pelo en su cara por la mañana, verla sonreír para el cada mañana, demasiadas cosas era lo que añoraba de ella... pero su maldito orgullo no le permitía hablarle para aclarar...¿pero qué iba a aclarar? Si no había nada que hacer, ella se había metido con el para conseguir lo que quería y había actuado todo el tiempo. (Draco se levantó del sillón de repente se pasó la mano por el pelo nerviosamente y vio el horizonte de la mañana)

-Draco...-dijo entrando a la oficina Izette- tu hija esta aquí.

-Ahh... lo siento... hazla pasar.

-Holaaa papi- dijo Marie alegre dándole un beso mientras que se colgaba de su cuello.

-Hola Marie.

-Otra vez melancólico con el mal de amores.

-No, Marie, solo presiones.

-Si tu lo dices...

-¿Bueno a que debo tu visita?   

-Yo quería que... si me dejas ir de compras.

-Claro, ¿cuánto quieres?

-Mmm, no mucho. ¿Te sientes bien papá?

-Si ...yo ... estoy bien. Te voy a recoger en el Centro comercial cuando termines.

-Si, si... claro. Peor ¿Me esperarás a comer?

-Esta bien.

-¿Oye puede Izette acompañarme?

-Si – dijo mirando el reloj- ya no hay mucho que hacer por aquí

-Gracias, Cuídate!!!! – dijo mientras salía de la oficina.

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-Que te parece este- dijo André mostrándole un vestido verde agua de maternidad a Hermione.

-No-dijo con una mueca analizando Hermione- voy a parecer un arbusto enorme.

-Bueno y este – dijo mostrándole uno amarillo.

-No!!!!!!!!, voy a parecer un pelota de playa.

-Jeje, tienes razón.

-Creo que lo mejor que podía hacer es llevarme un conjunto de pantalón.

-Viéndolo de este modo- dijo André levantando un enorme vestido rojo intenso- será mejor que lo hagas.

-Es mas, nos largamos de esta tienda, me vale sea de maternidad, solo tienen cosas horribles y caras.

Hermione y André salieron de la tienda de maternidad y decidieron ir centro departamental normal.

-Aquí encontraremos algo mejor para ti- dijo André mientras la abrasaba en forma de consuelo.

-Espero- dijo separándose un poco.

Entraron a centro departamental y anduvieron por unos pasillos recorriendo para encontrar algo adecuado para la fiesta del ministerio que ya estaba muy próxima, mas bien era el sábado.   

-Donde nos venimos a encontrar.

-¿Marie?- dijo volteando súbitamente Hermione.

-Sería mucho pedir que habláramos un momento a solas.

-Yo voy a ver algo por aquí Herm, ya vengo- dijo André mientras se alejaba un poco de ellas y la muchacha que acompañaba a Marie se daba la vuelta.

-¿Cómo estás Marie?

-Yo bien, pero bueno quiero ir al directo a lo que me interesa.

-Pues si dime- dijo Hermione interrumpiendo a Marie.

-Solo quiero decirte que se que no tuviste la culpa de lo que le pasó a Richard, me enteré de la maldición y todo eso.

-Oh... bien...yo.. de todas formas lo siento.

-No te preocupes, Richard y yo no salimos afectados, pero mi papá...

-Yo creo que tampoco- dijo Hermione al tiempo que recordaba de nuevo la pelea que había tenido y como la había tratado con tanto orgullo.

-Pues es que no lo ves a diario.

-No lo necesito ver para saber, yo quise hablar con el y no se pudo...

-Tu sabes lo orgulloso que es mi papá... pero no debería de perder el tiempo,  veo que has podido empezar de nuevo.  

-Jajaja- rió Hermione suavizando así su expresión facial- André es mi amigo y créeme que esta panza no es por el.

-No me dirás que?

-Bueno Marie estoy un poco corta de tiempo, pero cuando quieras estoy en el ministerio, me encantaría hablar de nuevo contigo, supongo que volvemos a ser amigas ¿no?- dijo Hermione extendiéndole la mano.

-Claro- dijo devolviendo el saludo- algún día me verás por ahí.

-Que tengas un buen día.

-Igual para ti Herm.

Hermione se alejó de Marie un poco conmocionada, el saber que Draco no se encontraba indiferente a lo que había pasado le daba un poco consuelo, aunque aun no se creía que fuese verdad que el estuviese afectado, porque si no ya hubiera intentando arreglar o hablar con ella.

Vio que André estaba cerca de ahí y lo alcanzó con el paso mas rápido que su condición le permitía dar.

-Ya vine.

-Ah... si hablaste con tu pequeña amiga – dijo André riendo .

-Si, ella es la hija de Dra.. Malfoy-dijo Hermione titubenado acerca de decir o no su nombre.

-Ahh... bueno vamos a ver si o no esos pantalones- dijo un poco triste.

-Si claro.

Estuvieron unas horas escogiendo que podría llevarse Hermione, hasta que esta se decidió por un conjunto negro, muy al pesar de André que decía que estaba embarazada y no de luto, que se había probado antes de todo  lo que le habían mostrado.

-Insisto que se veía mejor el conjunto azul.

-Si, pero a mi me gusta el negro y ya no me discutas, mejor llévame a la casa que ya tengo habre.

-Tu cuando no tienes hambre.

-Oye mi bebé me lo pide.

-Tu bebé, para lo que comes siento que van a ser seis o un elefante.  

-Jajaja que gracioso.

-Bueno, está bien fuera de bromas, porque no comemos por aquí.

-No la verdad quiero ir a la casa.

-Esta bien. Pero la próxima salimos?

-Mmmm- Hermione no sabía que decirle, eso era como si le pidiese una cita, pero se había portado tan bien ...- bueno talvez algún día.

André y Hermione iban caminado sin saber que desde un coche los veía Draco muerto de la rabia pensado todo tipo de situaciones por la cual Hermione estuviera con ese tipo y aparte embarazada. Ahí estaba la señal que quería para olvidarla, ella había hecho su vida y ya no quedaba espacio para el.

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-Papá, Papá, PAPÁ- dijo Marie mientras hacía entrar en razón a Draco.

-Ahh... dime.

-Te estaba diciendo que si ya nos podíamos ir.

-Ahh ... si... vamos- dijo Draco poniendo en marcha el carro, aun con sus conjeturas que se hilaban rápidamente, aunque también de forma muy absurda.

-Oye papá, te podría preguntar algo...

-Si- dijo Draco distraídamente

-Si tu dejarás a una novia, no reciente, embarazada que harías.

-Ehhh..

-Oye papá me podrías hacer caso porfa.... yo se que estás presionado, pero esto se paso de los limites.

-Ah lo siento, si me decías- dijo Draco saliendo un poco de sus pensamientos.

-Si, te decía, que si tu dejaras a una novia tuya embarazada, ¿Qué harías?

-Mmm, no lo sé; ¿Por qué lo preguntas?

-No por nada- *Y si es lo que creo, ¿se lo diré a papá? No mejor me espero aún no se bien*

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Sábado ...

Hermione se despertó tarde, esto del embarazo la fatigaba mas cada día, aunque era comprensible con semejante panza que se cargaba. Aun recordaba los primeros meses que se la pasó con malestares y devolviendo todo lo que le entraba en el estómago, pero gracias a Merlín ahora estaba controlado con una poción muy buena recomendada por André.

Se metió a la ducha perezosa y lenta, pues sabía que por mas que se tardara en arreglarse la celebración empezaba hasta en la tarde prolongándose hasta la noche.

Salió de la ducha y se puso un pantalones deportivos y sus tenis, bastante desarreglada para lo que siempre había estado, pero no tenía ganas de arreglarse tan temprano.

A pesar de ser un día espléndido algo la tenía intranquila, era un presentimiento de que algo iba a pasar esa noche.

-Ya estoy alucinando- se dijo así misma acordándose de las predicciones de la maestra de adivinación en Hogwarts.

Desayunó rápido, pero bastante como solía hacerlo desde que se enteró que estaba de encargo y después salió a que le arreglaran el pelo, que aunque estaba mas bonito gracias al embarazo, no dejaba de tener nudo y de ser difícil de manejar por manos tan poco amaestradas para esos quehaceres.

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-Draco, tienes que ir a la celebración del ministerio, sabes que es tu obligación por ser de familia vieja y para que vean que estas dispuesto a colaborar con ellos- dijo Izette comoo argumento final pues llevaba horas explicándole a Draco porque debía de ir a ese evento, que el tachaba de ser una forma de no perder fama para Potter.

-Es que no quiero colaborara con el.

-Bueno recurriré a uno de tus mismo argumentos. Tienes que usar el arte de la hipocresía, porque no sabes cuando se te pueda ofrecer.

-Pero ...

-Estas de acuerdo con que no me puedes rebatir ese punto, porque sería decir que tu estabas equivocado – dijo Izette con una mueca triunfante al haber dado en el clavo de Draco, Nunca reconocer que estaba equivocado.

-Mmm, esta bien iré.

-Bien ya tienes lo que te vas a poner ¿no?

-Yo siempre tengo ropa formal, aprende- dijo Draco queriendo dar aunque sea una pequeña clase y ganar algo ese día.

-Acéptalo, esta vez te gané jaja.

-No me ganaste, solo que me acorde que serviría para mis negocios mi presencia.

-Si claro lo que tu digas.

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-¿Cómo estás Herm?

-Bien, solo con un poco de dolor.

-Es normal?

-Si, todo el tiempo, pasa.

Ya se encontraban casi todos reunidos en el ministerio que se encontraba bastamente decorado, Hermione como mano derecha de Harry se encontraba a su derecha para empezar con el acostumbrado discurso y el brindis.

Las puertas principales se abrieron y entro una cabellera platinada, que hermiones sabía perfectamente a quien pertenecía.

-¿Por qué no me dijiste que el vendría?

-No quería que te pusieras mas nerviosa.

Harry empezó su discurso, con miradas furtivas de Hermione hacía Draco y viceversa, variando las emociones que se transmitían entre ellos. Harry finalmente dio paso al brindis, que Hermione le pareció eterno el discurso, tomando su copa con agua brindó con una sonrisa falsa y nerviosa en el rostro.

-Harry, cúbreme, voy al baño.

-Si, aquí te espero.

Hermione salió de la sala rápidamente, no se sentía muy bien, no sabía si era por ver a Draco o por los nervios o por el bebé que se estaba moviendo demasiado. Salió un poco mejor, aunque el dolor se le hizo un poco mas fuerte, pero siguió tenía que cumplir su compromiso.

-Vaya Granger, veo que te buscaste un consuelo muy rápidamente.

-Malfoy... no me he buscado consuelo.

-Ah si y entonces como explicas la panza, o ¿Es mi imaginación ese bulto?

-Mira... ahora... no tengo ... tiempo de discutir- dijo entrecortadamente Hermione por un dolor demasiado fuerte en el estómago.

-Pero yo si quiero saber.

-Ahhggg- grito Hermione el dolor le era insoportable

-¿qué tienes Granger?

-Llévame.... al ... hos..pi..tal.