Joshin Bachoux Sensei
De la necesidad de tener un maestro
por Georges-Emmanuel HourantActualités des Religions-nº28-junio2001
 

"Si queremos comprometernos en una vía espiritual, hay que aceptar su disciplina porque es lo que va a limar el ego"

Joshin Bachoux Sensei, cincuenta años, descubrió el zen hace unos veinte años, en Paris, antes de partir al Japón. Allá, ella recibió la ordenación de monje del maestro Moriyama quien le pidió, a su vez, volver a Francia para enseñar en su país, la Vía de Buda.
Siempre contenta, sonriente, dirige, con disciplina y firmeza, su monasterio, cerca de Saint-Agrève, en Ardèche. El horario se respeta estrictamente, todos los gestos realizados con una gran concentración. Joshin Bachoux Sensei aplica escrupulosamente lo que recibió de su maestro, si bien lo adaptó al contexto occidental. "No utilizamos palitos para comer, dice riendo, y cantamos los sutras en francés...No deseo que la gente venga por exotismo, eso no me interesa. Se viene acá por uno mismo."

¿Se practica una vía como el zen, para un mismo o para los otros?
La práctica de Buda no se puede concebir más que con los otros y para los otros. El kanji que significa zazen simboliza dos personajes sentados. Y "dos", en chino o en japonés, quiere decir "muchos". Desde el momento en que estamos en la vía, estamos juntos, siempre juntos. En este monasterio, cada persona participa en todos los trabajos. No se trabaja para uno mismo sino para las otras personas que vendrán luego; y se puede vivir allí gracias a los que trabajaron antes. Así, cada uno es como un eslabón de una cadena, y eso permite tomar conciencia de lo que es una donación. Es importante porque vivimos en una sociedad del "dando-dando", donde todo es tomado como por derecho. Para mí, todo es como un regalo. Todo el universo participó en cada cosa que llega hasta nosotros. Gente que trabajó para que yo coma este pan, pero también está la tierra, la lluvia, el sol... Verlo, hace crecer nuestro corazón. Nos "religamos". El Maestro Dogen decía: "Con el tiempo que pasa, los otros se convierten en mí, y yo me convierto en los otros". Es la raíz de la práctica.Dar es también recibir!
También es difícil recibir porque eso nos compromete con el otro. Cuando se es monje, ya no se tiene nada, sólo el kesa recibido del maestro el día de la ordenación, los cuencos, y algunas ropas de trabajo. Todo hay que pedirlo, uno se encuentra en una dependencia total. Por supuesto que dependemos unos de otros. Pero, habitualmente, tratamos de no verlo. Cuando se es monje hay que aceptar esa dependencia y eso obliga a una gran humildad. Pero al principio, vamos a tender a recibir eligiendo.
¿Cómo aceptar lo que no se desea?: las cosas materiales y también la vejez, la enfermedad, la muerte; las personas que no queremos; los aspectos de uno mismo que no queremos. Es un gran trabajo con uno mismo. Poco a poco se aprende a recibir, con gratitud, todo lo que nos es dado, y a expresar, esa gratitud, en los gestos. Ser monje es aprender eso. Si ya no se posee nada, realmente nada, entonces, la mínima cosa que nos es dada se transforma en algo extraordinario.

Lo que usted llama "la apertura del corazón" es, para usted, algo importante...
La apertura del corazón se hace durante la meditación, cuando empieza a desprenderse el ego, y toda su gritería, de nuestra cabeza. Entonces se percibe que estamos religados a todo, que todo está ahí. También se hace a través de los actos, durante el samu - zazen y samu no son cosas separadas, son dos formas de una misma realidad.
De todos modos, la apertura del corazón no se busca, encuentra su lugar naturalmente porque se siente el deseo de decir "gracias". Para mí, este reconocimiento se expresó, al comienzo, hacia mi maestro. Que mi maestro exista, que haya decidido ser monje, trasmitir la enseñanza, y que yo pueda aprovecharlo: para mí, eso era extraordinario. La mayor ayuda que nos pueda dar un maestro, es ser el primer receptor de nuestra gratitud. El hace posible esta gratitud, y, luego, ésta se extiende a todos los seres.

"La mayor ayuda que nos puede dar un maestro, es ser el primer receptor de nuestra gratitud"¿Es indispensable tener un maestro?
Antes de encontrar a mi maestro yo pensaba que no! (risas...)Pero si usted hace esa pregunta es, posiblemente, porque en la sociedad occidental, la palabra "maestro" evoca a alguien que estaría por encima de nosotros, que nos recortaría la libertad...Mientras que nuestra práctica es una práctica de la libertad, para empezar, una libertad de nosotros mismos;una libertad total del cuerpo, del espíritu, del corazón. Y el maestro es alguien que encarna esa libertad.
Hay allí algo paradojal:ese aprendizaje de la libertad pasa por una disciplina muy rigurosa! Es lo mismo en cualquier aprendizaje de la libertad.
Fíjese, una gran bailarina: ella es como una nube que pasa, completamente liberada de su cuerpo y aún, liberada de la ley de gravedad. Pero para alcanzarlo, necesitó años de ejercicios. Para los seres humanos es así: la libertad necesita un marco, y es en ese marco que va a desplegarse. Se puede lamentar o disfrutar. Pero si deseamos comprometernos en una vía espiritual, hay que aceptar la disciplina, porque es lo que va a limar el ego.

El maestro no es sólo un ejemplo, es también alguien que educa.
Por supuesto! Y a veces es difícil, porque nuestros deseos, nuestro ego, se instalan por todas partes. Entonces, cuando alguien nos impide instalarnos por todas partes, sentimos mucha frustración y mucha cólera. Ahí es posible ver, hasta qué punto la cólera está todo el tiempo presente en nosotros, como un volcán en ebullición. Esto es otra cosa por la que se puede sentir la gratitud hacia el maestro: el hecho de soportar nuestra ira.

¿Qué es ser monje?
En japonés, monje se dice shukke, lo que significa literalmente "dejar la casa". ¿Qué es ser monje, hoy en día, en Occidente? Es elegir no caminar hacia lo que constituye el interés de la mayoría de la gente: la familia, el dinero, lo social, todos los placeres de la vida. Implica abandonar una cantidad de cosas, grandes o pequeñas. Al principio, se rechaza porque siempre tratamos de tener todo al mismo tiempo. Pero cuando se acepta abandonar, se camina hacia la liviandad...¿Qué significa vivir en un monasterio, lejos del mundo, y sin embargo, sin estar separado de él? Yo creo que la vía del monje es la de preguntarse siempre esto.

¿Se puede seguir plenamente una vía espiritual sin ser monje?
No existen jerarquía sino dos caminos diferentes y complementarios. El monje consagra su vida al Dharma, y lo trasmite al laico, y el laico ayuda materialmente al monje, a consagrar su vida al Dharma. Existen prescripciones para los laicos. A su vez, deben construir su propia vía en nuestra sociedad. Acá, en el monasterio, los practicantes pueden desarrollar otra visión de sus vidas cotidianas, a partir de la donación, del silencio, del espacio; pero luego deberán encontrar, en casa, cómo poner en marcha esta práctica. La práctica no es una cosa ya bien masticada y que sólo tenemos que tragar. La práctica es una búsqueda.

¿Qué es la fe en el budismo?
Joshin, el nombre que recibí cuando mi ordenación, significa "fe pura". Era un gran tema para mí, porque no tengo la fe tal como se entiende en el cristianismo. En un texto célebre, el Buda dijo: "No crean algo porque yo lo haya dicho. Experimenten esa cosa y vean si es buena para ustedes y para los otros. Si tal es así, entonces es una cosa correcta"
Experimentar es difícil: no queremos mucho las cosas nuevas que nos desacomodan. Pero la meditación nos abre una puerta interior que nos permite tener confianza y hacer el primer paso en la vía. Una confianza que se fortalece mientras avanzamos - es por eso que se habla de un camino, de una vía.
Es importante tener confianza, tener fe, para avanzar en esta vía pues sin ello nos quedamos dentro de nuestras propias certezas, y no llegamos a abrirnos un mínimo para escuchar otra palabra.

¿En ese andar se desarrollan la sabiduría y la fe, y también la compasión?
En el Budismo, la palabra "compasión" cubre dos aspectos. El primero es el del amor benévolo, comparable al que siente un padre por su hijo, y que se extiende a todos los seres. El segundo es el de la compasión a través de los gestos, figurada por Kannon. Este bodhisattva es representado, generalmente, con once rostros y numerosos brazos y manos que él utiliza para ayudar a todos los seres. A este respecto, hay una historia, un koan, que me gusta mucho. Un día, un discípulo preguntó a su maestro: "¿Cómo es que Kannon utiliza todas sus manos?". El maestro le contesta: "como una persona dormida que se da vuelta, en medio de la noche, para acomodar la almohada" Eso es un gesto de compasión: un gesto que no fue decidido, que no fue querido; justo el gesto que nos hará sentirnos mejor a través de la ayuda que hemos dado a los otros, sin ninguna distancia, sin retorno, sin pensamientos previos.
 

Glosario
Sutra:       Texto que contiene una enseñanza de Buda
Kanji :      Carácter chino o japonés
Zazen :     Meditación en postura sentada
Dogen:     Maestro japonés(1200-1253)
Kesa  :     Ropa de Buda, luego de los monjes
Samu  :     Trabajo manual
Dharma:   Enseñanza o ley
Bodhisattva: Ser despierto que ha hecho el voto de reencarnar, para volver a ayudar atodos los seres que sufren.


 
 
 
 
 

Shin: corazón/mente.
Caligrafía del maestro Moriyama



 

Traducción : zendo_3tesoros-  julio 2001     Montevideo- Uruguay
Este material es un regalo del Dharma, puede ser reproducido para uso personal y puede ser distribuido sólo en forma gratuita, para el despertar de todos los seres



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