ðHgeocities.com/area51/station/2598/ipar824.htmoocities.com/area51/station/2598/ipar824.htm.delayedxÿpÕJÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÈ°ÆŸÚ%OKtext/html€˜w5óÚ%ÿÿÿÿb‰.HMon, 18 May 1998 05:50:27 GMTMozilla/4.5 (compatible; HTTrack 3.0x; Windows 98)en, *ÿpÕJÚ% La Dama Guerrera

(...Ipar "El Mercenario" sigue huyendo de los implacables cazarecomensas que Moreded ha puesto tras su pista. Tras despedirse de Mosen Piko y encontrar casualmente a Sir Clarin totalmente borracho, decide continuar camino al Norte, hacia su hogar en el Bosque que se haya tras la Gran Cordillera...)

LA DAMA GUERRERA

   Las brasas crepitan iluminando débilmente el vivac en el pequeño claro del hayedo. El fuego juega con los contornos del rostro del Mercenario, marcando su cicatriz, intentando desvelar el por qué de la tristeza de sus ojos. Tras dos días de jornada en un caballo que consiguió a ajustado precio en Pompaelo, Ipar ha llegado a los lindes del Valle Agote. Ha preferido no aventurarse por esos lares hasta que el sol no ilumine sus pasos...si las leyendas son ciertas, es preferible ver a los Agotes antes de que ellos te vean a tí.

   El venado parece estar en su punto, sabroso olor para un estómago hambriento. De repente un chasquido a su espalda eriza el vello de la nuca de Ipar. Girándose con rapidez agarra a la sigilosa figura que se acercaba por detrás tumbándola violéntamente en el suelo y colocándola el puñal en el cuello.

    - Habla rápido cazarecompensas, habla antes de que la sangre de tu garganta ensucie mi puñal...

     Un risita se deja oir dejando confundido al Mercenario.

    - Siempre tratas así a las visitas?

     Ipar afloja la presión y el desconocido se levanta ágilmente dando una voltereta.

    - Sonja??

     El desconocido suelta una sonora carcajada y arranca un trozo de venado.

    - Sonja!!

     El desconocido se quita la capa que cubre su cabeza, es una bella dama de mirada maliciosa y largos cabellos que caen en cascada sobre sus hombros. Sin embargo la armadura y la espada, semiocultas bajo la mencionada capa, revelan que es una guerrera, acostumbrada a juzgar por los cortes del peto, a las escaramuzas y combates.

    - Me vas a desgastar el nombre, Mercenario.

    - Pero qué haces tú aqui??

     Sonja se acomoda a los pies del roble y ataca vorazmente el venado.

    - Pasaba por aquí y me he dicho...

    - Venga Sonja...Tú nunca estás en ningún sitio de casualidad. ¿Dónde está el botín? ¿Cúal es el tesoro?

     Sonja lanza otra carcajada que cascabelea en la estrellada noche. Sus ojos oscuros miran con inteligencia al Mercenario.

    - Ipar... ¿No disfrutas de mi compañía? No me guardes rencor por lo de Rid-Mad...fue una cuestión de fuerza mayor...

    - Fuerza Mayor? Las tropas reales parecían un enjambre furioso detrás mío cuando te escapaste con el Pergamino del Conxuro...

    - Bueno...¿Estás vivo no? Tenía que elegir entre que te persiguiesen a tí o a mí...Aquel pergamino se cotizó a muy buen precio en Malagant.

    Ipar enfunda su puñal y coge otro trozo de venado. Sonja es una de las damas guerreras, siempre dispuesta a saquear el tesoro de algún templo, o hacerse con las riquezas de alguna cámara real. La conoció en Rid-Mad, allá en las Tierras Medias, debían hacerse con el Pergamino del secreto del Conxuro, antiquísima fórmula que convoca a los diablos del orujo. La guerrera se saltó el plan a la torera escapando alegremente con el Pergamino hacia el Sur, mientras que él se vio con medio ejército real echándole el aliento en la nuca.

    - Me engañaste...

     Sonja suspira fastidiada.

    - Lo pasado es pasado. Vengo a echarte una mano y me vienes con lo del dichoso Conxuro...¿Para qué lo querías? ¿Acaso eres nigromante también?

    - Albanel de Arousa me había contratado para recuperar esa fórmula secreta...Yo al menos tengo una profesionalidad en el oficio...

     Sonja empieza a reirse incontroladamente.

   - Profesionalidad?? Desde cuándo los ladrones son profesionales? Venga Ipar...Ahora el Conxuro anda a buen recaudo en otras manos, no importa si era auténtico o no, lo único que perdura es el oro que me pagaron por él.

   - He oído que se lo vendiste a Sir Tyr...

   - Sí, el Emperador de Sinderland siempre bregó por el secreto del Conxuro. Supongo que habrá puesto a sus hechiceros a trabajar en esos bebedizos...asunto de él, lo único que me importa es que pagó bien.

    Ipar aferra la pata del venado dando un poderoso mordisco. La llamada de un lobo rasga la quietud de la noche.

  - Aún no me has respondido...¿Qué buscas aquí?.

   - Estaba en Pompaelo cuando tú y el Mosen os dedicabais a bajar la bebida corriendo tras esos toros. Ciertamente no me extrañó verte perseguido, Ipar, se está convirtiendo en un una mala costumbre tuya. Sin embargo tras el embrollo que organizasteis en la Arena os perdí la pista...Me encontré a Clarin más ebrio que un enano gamuth, y me dijo que habías seguido hacia el Norte...Curioso lo de Clarin, está embarcado en una cruzada para erradicar el alcohol de las tabernas ventilándoselo él...

   - Y? Desde cuándo te interesa el camino que cojo?

     Sonja se arrebulla en su capa.

    - Desde el preciso instante en que supe que atravesarías Agoteland. Dicen que la Esmeralda del Baztán es tan grande como el puño de un Gnoll...Aparte, matarte a tí mercenario también sería un alivio para mi bolsa. Dicen que tu cabeza se cotiza muy alta...

    - Cuida esa boca Sonja...Hay ciertas cabezas muy apegadas a su cuerpo. La Gema del Baztán es un mito. No existe, además, si existiese, esos malditos Agotes no te dejarían acercarte. No cuentes conmigo guerrera. Bastantes problemas tengo ya...

    - Sí, después de lo que le habeis hecho a Amurath, parece que habeis irritado al rey...no veas cómo está Pompaelo de soldados.

    Ipar prepara el lecho donde piensa pernoctar junto a las raices de un roble gigantesco.

    - Moreded me viene persiguiendo desde que huí de Martutainhs. Ya le llegará el turno a ese hijo de Seth.

    Sonja se acerca a donde está tumbado el mercenario.

   - Supongo que no te importará cederme tu lecho. Hace frío por estas latitudes y una dama "indefensa" como yo necesita el calor de unas mantas...

   - Creía que no te motivaban los caminos de la carne, Sonja.

    - No te hagas ilusiones Ipar, de tí por el momento, me interesan tan sólo tus mantas y tu venado.

    - Bueno...yo de aquí no me pienso mover. O duermes conmigo o lo haces con el caballo. Y te advierto que ese garañón da más empujones que yo...

    - También huele mejor que tú...

    - Que Sugar te lleve...

    - Eres un bastardo.

    - Y tu eres más falsa que una moneda Yijath.

    Sonja intenta acomodarse entre las raíces del roble.

    - Acaso no te enseñaron modales aquellos monjes con los que estudiaste?

    - Acaso no piensas cerrar la boca de una vez?

    Las llamas del vivac se van consumiendo y las estrellas abrigan a ambos guerreros. Las noches de las Tierras Altas son tan frías como peligrosas, por eso Ipar siempre duerme aferrando la empuñadura de su espada. Por eso maldice a Sugar por haberle deparado esta vida de correrías. El bosque cierra su telón entre sonidos misteriosos y susurros del viento. Es la hora de las criaturas de la noche. La hora del Gaueko.

    - Al menos podrías lavarte de vez en cuando...

    - Grpffgsc!!!

Itzuli