Finalmente, el puente ha quedado desmontado y almacenado en no muy buenas condiciones en el muelle de las Delicias, en espera de su tan vociferado traslado. Sus pilares fueron demolidos a explosión de goma-2, a pesar de haber prometido el traslado de todas sus partes. Las bases de entrada al puente, algo que no era necesario destruir, también arrasadas.
La "saña" parecía ser completa.

Estado actual del puente Alfonso XIII tal como se encuentra almacenado en el muelle de las Delicias, esperando un traslado del que ninguna administración parece querer hablar. Mucho se prometió, sin embargo, a la hora de desmontarlo.

El destino pareció hacer justicia y la suerte parece que no acompañaría a los "destructores" del Puente de Hierro. A pesar de haber ganado las elecciones municipales en 1999, doña Soledad Becerril se dejó arrebatar la alcaldía de Sevilla, pasando a la oposición. A los pocos meses abandonaría su responsabilidad con la ciudad por un cargo en Madrid. A la primera de cambio dejó tirados a sus electores aunque, eso si, segun sus palabras "siempre llevaría Sevilla en su corazón". ¿Llevará también el puente sobre su conciencia?.

Tampoco pareció irle muy bien al señor Miyares. Al pasar la gestión del Puerto al gobierno autonómico en enero de 1999 quedó fuera de la presidencia, y esperando un cargo en la administración se le hizo encargado de recoger los lodos y fangos de la catástrofe de Aznalcollar de 1999. Sea como fuere ambos pasarán a la historia de la ciudad como los que desmantelaron el puente de Hierro.

Y mientras tanto ...

A la derecha artículo publicado en ABC de Sevilla el lunes 17 de julio del 2002.

Desgraciadamente los hechos acabaron por darle la razón a PLANUENTE, que ya avisó de que no había garantías y de que únicamente el puente debía de ser desmontado para montarlo inmediatamente. La famosa "urgencia" del desmontaje que sus co-destructores esgrimieron parece que acabó siendo un completo "timo" a los ciudadanos.