Al llegar a la plaza, una brisa te trae hojas de todos los colores bailando en el viento marino... Allí, al lado de una estatua de mármol, entre abedules, descubres a un bardo con una extraña arpa dorada. El bardo se da cuenta de tu presencia y sonríe invitándote a su lado.

- Hola extranjero, a estas horas de la mañana no suele haber mucha gente por aquí... ¿ Quieres que cante en tu lengua? Bien, veamos -.

El bardo cierra suavemente los ojos mientras sus dedos acarician los finos hilos del arpa, poco a poco empiezas a escuchar una dulce melodía que te obliga a cerrar también tus ojos. Las notas amables componen una música extraña pero arrebatadora, triste y melancólica a veces, alegre y rápida otras, dura y fría ...

Namárie, Altariello nainie Lóriendesse

Ai ! laurie lantar lassi súrinen
yéni únótime ve rámar aldaron !
Yéni ve linte yuldar avánier
mí oromardi lisse-miruvóreva
Andúne pella Vardo tellumar
nu luini, yassen tintilar i eleni
ómaryo aire-tári-lírinen.
Sí man i yulma nin enquantuva ?
An sí Tintalle Varda Oiolosseo
ve fanyar máryat Elentári ortane,
ar ilye tier undu-láve lumbule;
ar sinda-nóriello caita mornie
i falmalinnar imbe met, ar hísie
un-túpa Calaciryo míri oiale.
Sí vanwa ná, Romello vanwa, Valimar !
Namárie ! Nai hiruvalye Valimar.
Nai elye hiruva. Namárie !

Ambar Altariello

Imbe laurië lóti, imbe filici,
imbe hallar Eldar tauriessë lórieno,
ara Celeborn, aranya, síla i halla
wende Altariel i-haryare minë corma eldaron.
Vanima, aire ar tári, sisílare visil,
ar tuluva i auzë, ar lelyuvare ear pella,
andúnë pella, ar Valimarssë
tenn´ilúvemetta tennoio maruvare.
Ananta yondoryar picaruvar ar atani valuvar.
A ! Altariel, inye tye-melë ar sí etye lelya.
Namárië ! Lindelelda ´hlápuva tennoio, namárie !

El destino de Galadriel

Rodeada de flores doradas, entre pequeños pájaros,
entre los elfos del bosque de Lórien, al lado de Celeborn, su señor,
brilla la Alta Dama Galadriel que posee un anillo élfico.
 
Preciosa, santa y de sangre noble, brilla como la Luna
y un día llegará, y ella partirá más allá del Mar,más allá del Oeste,
y en Valinor, hasta el final del Mundo, por siempre ella habitará.
Pero sus hijos disminuiran y los Hombres dominarán el Mundo...
¡Ay! Galadriel, ¡te amé y ahora te vas!
¡Aiós! Tu canto permanecerá en el viento para siempre,
 ¡Adiós!

 

Arwen Undómiel

Arwen Undómiel, i elen imbe eleni,
calma lómesse, calma i-síla tiessenya,
calma undómessë, máldat fána, mori locsenya,
ná ve lóme i-´hlápur Imladrissë.
Elrondiel, vala imbe valar, i ista eldaron
ná etyenen ar to fírer melmeldanen, ananta
melmelda ná Telcontarnen, hil Isilduro.
Ananta inye linduva tin Valimarssë, ar calmalda
sisíluva tennoio lindelenya.
Namárië ! Inye lelya Valimarnna ar lembatye,
sí caluvatye antar atanon, namárië !

Arwen Undómiel

Arwen Undómiel, la estrella más bella,
luz en la noche, luz que ilumina mi camino, luz en el crepúsculo,
Sus dos blancas manos, su cabello negro es como la noche que flota sobre Rivendell.
Hija de Elrond, poderoso entre los poderosos, la Sabiduría de los elfos está contigo,
y ellos suspiran por tu amor, pero tu amor es para Aragorn, heredero de Isildur.
Pero yo seguiré cantando para ti en Valimar y tu brillo iluminará mi canto eternamente.
¡Adiós! Me marcho ahora hacia Valimar y tú te quedarás aquí,
Ahora tú iluminarás los corazones de los hombres. ¡Adiós!

 
Nota: Evidentemente ningún bardo de Númenor conoció a Galadriel o a Arwen de la manera en que aparecen en estos poemas y canciones, pero presentarlos así les añade magia...
El primero es el famoso Namárië de Galadriel escrito por Tolkien y los otros dos son obra mía (Aranarth - {E|fo} - Pablo Ruiz Múzquiz)

Para cualquier sugerencia o comentario escríbeme.

Númenor, Año I
Última actualización 20/12/97