¿Por qué, qué tipo de maestro se interesa?
El docente interesado en Filosofía para Niños es por lo regular una persona involucrada de manera activa en la labor educativa. Está interesado de manera genuina en buscar alternativas para mejorar su labor y desarrollar mejor las potencialidades de sus estudiantes. Hay muchos docentes que han asistido a multitud de cursos y prácticamente en todos ellos existe el acuerdo de que la memorización de datos no es productiva para el desarrollo intelectual y académico de los estudiantes. Hace ya años que se está hablando de la necesidad de concentrarse en el desarrollo de procesos y la adquisición de estrategias y habilidades para poder adquirir la información necesaria cuando esto sea pertinente.
La explosión del conocimiento y la inevitable globalización del mismo que estamos viviendo hace todavía más urgente para el maestro comprometido con su labor el encontrar alternativas metodológicas y pedagógicas que aborden la problemática de nuestra realidad actual.
Filosofía para Niños es una propuesta pedagógica que le ofrece al docente una respuesta
en cuanto a dicha problemática. En muchos contextos educativos se habla de la
necesidad de formar niños y adolescentes críticos, reflexivos, que piensen por
sí mismos; y sin embargo los materiales curriculares y los programas oficiales
hacen el desarrollo de estas actitudes prácticamente imposible. El discurso
oficial es muy congruente con los postulados de Filosofía para Niños pero no
ofrece al docente un camino para lograr las metas de dicho discurso.
La misión del maestro de Filosofía para Niños es la de transformar su clase en una comunidad de indagación. Esto no es fácil pues implica el dejar atrás una actitud autoritaria y de protagonismo y abrir las puertas al diálogo con sus estudiantes, además de propiciarlo entre ellos.< Implica también una posición ante el conocimiento como algo inacabado y producto de una construcción social. El maestro deja de ser infalible, es capaz de equivocarse y de buscar respuestas junto con sus estudiantes sin miedo a decir en un momento dado “no lo sé, vamos a averiguar juntos”.
LA ESCUELA
¿Por qué se interesa una escuela en la propuesta de Filosofía para
Niños?
Por una parte, las escuelas “tradicionales” se están dando cuenta de que si no se
actualizan en cuanto a sus métodos y propósitos se van a quedar atrás en
comparación con las escuelas que están en constante búsqueda de innovaciones
educativas y que siguen de cerca los avances del conocimiento y de la
investigación pedagógica. En este tiempo de cambios tan rápidos, donde el conocimiento
presente se vuelve caduco en un corto tiempo, las escuelas tradicionales –no
todas- han comenzado a buscar nuevos caminos, nuevas alternativas, y se han
visto obligadas a adoptar programas y metodologías que requieren una toma de
conciencia acerca de su misión y su visión de la educación y del educando.
Las escuelas “tradicionales” que se han interesado en la propuesta no ven el hecho
de que el niño y adolescente sean críticos y piensen por sí mismo como una
amenaza para su filosofía educativa. Han descubierto que puede coexistir una filosofía basada en principios
religiosos humanisticos por ejemplo, con una filosofía pedagógica que promueva
el diálogo y la reflexión entre el estudiantado. Es el caso de escuelas Lasallistas, Maristas, Teresianas y muchas
otras de este tipo que han comenzado a trabajar la propuesta de Filosofía para
niños en todos sus niveles.
Las escuelas “activas”, no “tradicionales” siempre están tratando de buscar
innovaciones educativas sólidas que ofrezcan una formación integral a sus
educandos. El concepto de democracia y de participación activa de los
estudiantes en su proceso de aprendizaje no es ajeno a ellas. Estas escuelas encuentran
en la propuesta de Lipman todo un currículum, una metodología y una base
teórica sólida que los puede ayudar a alcanzar esta meta. Por esto, generalmente
han sido las primeras en interesarse en formar a sus docentes dentro del programa.
La escuela que adopta el programa de FpN comienza a sufrir transformaciones estructurales graduales. Esto se debe al clima de respeto y de escucha que se desarrolla en la comunidad de diálogo a nivel de cada salón de clase y que se transfiere poco a poco a las relaciones entre maestros y maestros, maestros y alumnos y alumnos entre ellos. Necesita comenzar a desarrollarse un espacio de diálogo a nivel del contexto escolar en donde se aborden temas relativos al propósito de la educación, la misión o labor del docente y de la escuela y el tipo de persona que se intenta formar. Esto lleva a una gradual congruencia entre los métodos y estrategias de enseñanza aprendizaje y las relaciones entre los diferentes actores del contexto escolar.
Es conveniente que las decisiones que se toman en el ámbito escolar con respecto a estrategias pedagógicas, lineamientos en cuanto a las reglas del control de clase y políticas que afectan a los estudiantes se discutan entre los responsables de su elaboración dentro del contexto de una comunidad de diálogo.
- Los otros maestros
Para los maestros que no tienen conocimiento de la propuesta de Filosofía para Niños
puede ser difícil entender por qué en algunas clases los niños o adolescentes
hablan tanto, por qué colocan las bancas en forma de círculo, y por qué el
maestro deja que los estudiantes le discutan y en ocasiones le digan que no
están de acuerdo con él o ella. Estos maestros pueden ver amenazado su sentido
de autoridad dentro de la clase y dentro de la escuela. Por esto es indispensable
que toda la planta docente conozca de que se trata y así sus miedos puedan ir
desapareciendo.
- Los directivos
En muchas ocasiones los directivos de una escuela que quieren estar al tanto de
las innovaciones educativas y saben la importancia del desarrollo del
pensamiento como una de las prioridades de lo que se hace en la escuela, mandan
a sus maestros a tomar un curso en donde aprendan cómo llevar esta dimensión a
las aulas. Sin embargo, cuando los maestros implementan la propuesta en sus
aulas los directivos no entienden de que se trata y no saben cómo apoyar a los
docentes.
Es esencial que los directivos conozcan la propuesta para que ésta pueda desarrollarse en un contexto escolar determinado.