Democracia y Filosofía para Niños

Eugenio Echeverría
CELAFIN - Chiapas - México
celafin@sancristobal.podernet.com.mx

EL DOCENTE
El docente interesado en Filosofía para Niños

¿Por qué, qué tipo de maestro se interesa?

El docente interesado en Filosofía para Niños es por lo regular una persona involucrada de manera activa en la labor educativa. Está interesado de manera genuina en buscar alternativas para mejorar su labor y desarrollar mejor las potencialidades de sus estudiantes. Hay muchos docentes que han asistido a multitud de cursos y prácticamente en todos ellos existe el acuerdo de que la memorización de datos no es productiva para el desarrollo intelectual y académico de los estudiantes. Hace ya años que se está hablando de la necesidad de concentrarse en el desarrollo de procesos y la adquisición de estrategias y habilidades para poder adquirir la información necesaria cuando esto sea pertinente.

La explosión del conocimiento y la inevitable globalización del mismo que estamos viviendo hace todavía más urgente para el maestro comprometido con su labor el encontrar alternativas metodológicas y pedagógicas que aborden la problemática de nuestra realidad actual.

Filosofía para Niños es una propuesta pedagógica que le ofrece al docente una respuesta en cuanto a dicha problemática. En muchos contextos educativos se habla de la necesidad de formar niños y adolescentes críticos, reflexivos, que piensen por sí mismos; y sin embargo los materiales curriculares y los programas oficiales hacen el desarrollo de estas actitudes prácticamente imposible. El discurso oficial es muy congruente con los postulados de Filosofía para Niños pero no ofrece al docente un camino para lograr las metas de dicho discurso.

El docente que se interesa en FpN quiere un cambio real, no sólo un cambio a nivel de discurso. Por eso ve en la propuesta de Lipman un camino para implementar, a nivel áulico, las estrategias metodológicas necesarias para acercarse a ese cambio que realmente impacte la vida de los niños y adolescentes con los que trabaja para desarrollar en ellos un espíritu democrático, de tolerancia, una actitud de entendimiento y respeto a la diversidad y una capacidad crítica. Está cansado de quedarse en el discurso y ha decidido pasar de la teoría a la praxis. Filosofía para Niños le ofrece un camino.

La misión del maestro de Filosofía para Niños es la de transformar su clase en una comunidad de indagación.  Esto no es fácil pues implica el dejar atrás una actitud autoritaria y de protagonismo y abrir las puertas al diálogo con sus estudiantes, además de propiciarlo entre ellos.< Implica también una posición ante el conocimiento como algo inacabado y producto de una construcción social. El maestro deja de ser infalible, es capaz de equivocarse y de buscar respuestas junto con sus estudiantes sin miedo a decir en un momento dado “no lo sé, vamos a averiguar juntos”.

LA ESCUELA

¿Por qué se interesa una escuela en la propuesta de Filosofía para Niños?

Por una parte, las escuelas “tradicionales” se están dando cuenta de que si no se actualizan en cuanto a sus métodos y propósitos se van a quedar atrás en comparación con las escuelas que están en constante búsqueda de innovaciones educativas y que siguen de cerca los avances del conocimiento y de la investigación pedagógica. En este tiempo de cambios tan rápidos, donde el conocimiento presente se vuelve caduco en un corto tiempo, las escuelas tradicionales –no todas- han comenzado a buscar nuevos caminos, nuevas alternativas, y se han visto obligadas a adoptar programas y metodologías que requieren una toma de conciencia acerca de su misión y su visión de la educación y del educando.

Una de las características de estas escuelas es su organización jerárquica, donde el maestro es el que sabe y dice lo que se hace y los alumnos escuchan, aprenden y obedecen. El preparar ciudadanos para que funcionen en un contexto democrático requiere sin embargo que los niños y adolescentes aprendan a pensar por sí mismos, a tomar decisiones después de analizar alternativas y a ser tolerantes con las personas que no piensan igual que ellos. El clima de obediencia y pasividad que prevalece en una escuela tradicional no los prepara para este tipo de contexto.

Las escuelas “tradicionales” que se han interesado en la propuesta no ven el hecho de que el niño y adolescente sean críticos y piensen por sí mismo como una amenaza para su filosofía educativa. Han descubierto que puede coexistir una filosofía basada en principios religiosos humanisticos por ejemplo, con una filosofía pedagógica que promueva el diálogo y la reflexión entre el estudiantado. Es el caso de escuelas Lasallistas, Maristas, Teresianas y muchas otras de este tipo que han comenzado a trabajar la propuesta de Filosofía para niños en todos sus niveles.

Las escuelas “activas”, no “tradicionales” siempre están tratando de buscar innovaciones educativas sólidas que ofrezcan una formación integral a sus educandos. El concepto de democracia y de participación activa de los estudiantes en su proceso de aprendizaje no es ajeno a ellas. Estas escuelas encuentran en la propuesta de Lipman todo un currículum, una metodología y una base teórica sólida que los puede ayudar a alcanzar esta meta. Por esto, generalmente han sido las primeras en interesarse en formar a sus docentes dentro del programa.

Desgraciadamente son las escuelas particulares las primeras en reconocer y adoptar este tipo de programas.  Sin embargo, cuando menos en México, el discurso oficial a nivel de la Secretaría de Educación Pública está promoviendo una educación democrática, no memorística y que ayude a los estudiantes a desarrollar una conciencia social.  FpN es un camino para aprovechar la apertura del discurso oficial y vemos cada vez mas interés en escuelas del sector público por la adopción del programa.  Es un proceso lento pues implica desaprender hábitos adquiridos a lo largo de años y sobre todo, tener una intención genuina de hacer las cosas de modo diferente.

- Necesidad de compatibilidad en la aceptación del programa a nivel del contexto escolar.

La escuela que adopta el programa de FpN comienza a sufrir transformaciones estructurales graduales. Esto se debe al clima de respeto y de escucha que se desarrolla en la comunidad de diálogo a nivel de cada salón de clase y que se transfiere poco a poco a las relaciones entre maestros y maestros, maestros y alumnos y alumnos entre ellos. Necesita comenzar a desarrollarse un espacio de diálogo a nivel del contexto escolar en donde se aborden temas relativos al propósito de la educación, la misión o labor del docente y de la escuela y el tipo de persona que se intenta formar. Esto lleva a una gradual congruencia entre los métodos y estrategias de enseñanza aprendizaje y las relaciones entre los diferentes actores del contexto escolar.

Es conveniente que las decisiones que se toman en el ámbito escolar con respecto a estrategias pedagógicas, lineamientos en cuanto a las reglas del control de clase y políticas que afectan a los estudiantes se discutan entre los responsables de su elaboración dentro del contexto de una comunidad de diálogo.

- Los otros maestros

Para los maestros que no tienen conocimiento de la propuesta de Filosofía para Niños puede ser difícil entender por qué en algunas clases los niños o adolescentes hablan tanto, por qué colocan las bancas en forma de círculo, y por qué el maestro deja que los estudiantes le discutan y en ocasiones le digan que no están de acuerdo con él o ella. Estos maestros pueden ver amenazado su sentido de autoridad dentro de la clase y dentro de la escuela. Por esto es indispensable que toda la planta docente conozca de que se trata y así sus miedos puedan ir desapareciendo.

Los demás maestros también tienen que irse acostumbrando a que los estudiantes se vuelvan más inquisitivos y quieran saber cosas acerca de las cuáles antes no preguntaban. Esto es una consecuencia de la práctica de la dimensión filosófica dentro de la comunidad de diálogo. Sin embargo, el maestro se va dando cuenta de que muchas de las preguntas de los estudiantes no tienen una respuesta específica y que ellos no están obligados a tener dicha respuesta. Por ejemplo, en una clase de física alguien puede preguntar si existía el tiempo antes de que hubiera seres humanos. Aunque la cuestión del tiempo es relevante en física, en este caso la pregunta no es científica sino filosófica, y en las escuelas en donde se lleva el programa los maestros tienen que estar preparados para recibir cada vez más este tipo de preguntas.

- Los directivos

En muchas ocasiones los directivos de una escuela que quieren estar al tanto de las innovaciones educativas y saben la importancia del desarrollo del pensamiento como una de las prioridades de lo que se hace en la escuela, mandan a sus maestros a tomar un curso en donde aprendan cómo llevar esta dimensión a las aulas. Sin embargo, cuando los maestros implementan la propuesta en sus aulas los directivos no entienden de que se trata y no saben cómo apoyar a los docentes.

Esto es porque Filosofía para Niños no es una técnica o estrategia metodológica a la que se someta a los estudiantes para que desarrollen su pensamiento.  Filosofía para Niños es una propuesta pedagógica que lleva implícita una concepción de la educación y del educando como persona. Implica cambios fundamentales en la visión de la escuela y del maestro. El directivo o maestro que toma un curso de Filosofía para Niños pensando que le van a dar una serie de pasos a seguir como receta de cocina para desarrollar las habilidades de sus estudiantes va a ver estas expectativas completamente derrumbadas.

Es esencial que los directivos conozcan la propuesta para que ésta pueda desarrollarse en un contexto escolar determinado.


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