A ORILLAS DEL MAR


 
Casi fui mar.
Casi fui arpegio de olas
contra los corales
de un sueño.
  Casi verde
como el alga
de los pechos de mi verso.
Casi azul como el azul
donde Dios está inmerso.
  Casi sol.
Los marullos sobre mí
se derritieron en luceros,
y las estrellas del mar
se alumbraron con mis dedos.
  Casi del mar...
como el viejo marinero
que respira sal y viento,
y sangra azules de plata
por el caracol del pecho.
  Casi Hombre,
Con los ojos entreabiertos
fui desgranando la hora
del pez y de la garza
y desperté,
náufrago del tiempo.

Francisco Feliciano Sánchez
De: Azogue, ©1982