Versão em português
Mi nombre es Érico Hermes, fui criado
desde niño en un barrio humilde de en la ciudad de Itu-SP, Brasil, fui incentivado por
mis padres, a ser un niño religioso. Iba siempre a misa cuando era pequeño, y también
fui monaguillo durante 4 años. Mi vida siempre fue muy monótona y nada mejoraba en
esa época. Mis padres se la pasaban peleando y yo me sentía muy triste por eso. A los 12
años hablé con el padre de mi parroquia y le pedí que me hablara un poco mas
sobre religión , pero el me rechazó alegando que yo no tenia la edad suficiente
para participar en el grupo de oración de las mujeres. Pero lo cierto es que yo estaba en
la iglesia casi todos los días , dando buen ejemplo, a pesar de todos los problemas en mi
vida familiar, y las personas que me rechazaron solo iban a misa los domingos, dando
además mal ejemplo!
Entonces me rebelé. Me rebelé
con la iglesia, con las personas, con mis padres, con todo y todos, y empecé la felicidad
en otra parte. Entré en el mundo del vicio, del alcohol, de las drogas... Y entre los 13
y 14 años conseguí una arma de fuego, comprada por mi.
Empecé a involucrarme en
asaltos, ya que la mayoría de los drogados comenzó a asaltar para cambiar el producto de
los asaltos por droga... Consumí varios tipos de droga como la cocaína, el LSD, tés,
pastillas, anfetaminas, y barbitúricos.
Mis padres no me podían
controlar, la policía siempre estaba detrás de mi, buscándome por todas partes.
Fui un elemento de alta peligrosidad, cometí varios crímenes infringiendo el artículo
121 del Código Penal, entre otros. Siempre con problemas con la justicia, mi vida estaba
en constante peligro.
Fui preso varias veces, y en
muchas de ellas me soltaron por falta de pruebas.
Me involucré con gangsters de
break para intentar escapar de esta vida y fui bien-sucedido. (Pv. 14.12).
Empecé a tener contactos con personas que y también eran de alta peligrosidad y sin
esperanzas de recuperación para la sociedad. Mi vida se desmoronaba cada día mas, sufrí
varias enfermedades, tuve relaciones con personas portadoras del virus HIV, y que murieran
por eso, igual no me arrepentía de nada.
Empecé a vender armas de fuego,
pero el dinero que ganaba no daba para nada. Entonces opté por el tatuaje,
abriendo con un amigo un taller de tatuaje, empecé a tatuar a nuestros clientes y a
nosotros mismos y hasta pensé en vender mi piel a la mafia japonesa (ya que ellos compran
pieles tatuadas), por 5 millones de dólares. Pero, la Biblia no dice: ¿de que le
sirve al hombre ganarse el mundo entero si pierde su alma? (Mt 16.26).
Fue cuando conoci a una
persona especial enviada por Dios a mi vida, mi última enamorada, y ella empezó a hablar
del amor de Jesús por mi, aunque al principio yo no le hacia caso. Ella me dió un hijo,
nos casamos, pero yo seguía pensando lo mismo. Luego practiqué el último crímen
de mi vida balanceando a varias personas ( mientras tanto me había separado de mi
esposa), y huyendo de la policía todo ensangrentado... fue cuando me convertí al Señor
de la Biblia: Jesús.
Mucha gente debe estar pensando
ahora, los pecados de esta persona son muy graves y Dios no le puede perdonar. Pero, la
Biblia nos dice que se Dios fuera a matar a los pecadores, no existiria nadie en la faz de
la Tierra, pues al pecar todos están destituídos de la gloria de Dios (Rm
3.23).
Todos nosotros necesitamos
aceptar a Cristo como salvador personal de nuestras vidas (Rm 10.9), pues no existe nadie
en la faz de la Tierra que no peque (Rm 3.10).
Todo lo que acabo de relatar me
pasó porque me enseñaron a practicar la religión, pero no a leer las Sagradas
Escrituras (Mt 22.29), ya que infelizmente mis padres no me enseñaron el camino del
Señor (Pv 22.6) y también porque desobedecí a mis padres (Ef. 6.1-4).
Conclusión sobre mi vida de
criminal:
* 9 años de drogadicto; 14
tentativas de homicidio, 12 años de criminal, 47 tatuajes en todo mi cuerpo, varias
amenazas de muerte...
Conclusión de mi vida con
Cristo:
* Una familia unida,
ninguna enfermedad, una esposa a la que amo mucho, un hijo muy especial. Y ninguna condena
de la justicia ni de Cristo (Rm 8.1).
Trabajo para el Señor Jesús como
misionero, llevando la palabra de Dios a penitenciarias, reformatorios, cárceles,
hospitales, casas de recuperación humana... Soy miembro efectivo de una iglesia
evangélica en plena acción...
Agradecimientos especiales a: en
primer lugar a Jesús Cristo que me rescató de mi vida del crimen y del yugo de la
maldición, a mis padres, mi esposa y mi hijo (que me llevaran para el buen camino, la
iglesia), al pr. Josias Gonçalves y a la hermana Cristiane (2ª. iglesia Baptista
Nacional, fueron ellos que me llevaron a Cristo), pr. José Paulo Ventura, pr. João
G. de Oliveira y familia (iglesia Cristo es la Vide), al pr. Abraão Moreira y hermana
Márcia (as. de Dios Bom Sucesso de Rio de Janeiro, que dan el mayor
apoyo a las misiones), a los hermanos que oraron y creyeron en mi conversión y
ministerio, a mis hermanos Rafael Mendonça, a Genimar dos Santos (iglesia octava
presbiteriana de Belo Horizonte, por cederme este espacio en su página web y orar por
mi), que Dios los bendiga a todos ustedes, y que me perdonen si me he olvidado de alguien.
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DEL DIABLO Y SALIR DEL EFECTO DE SUS
MALDICONES (JO 8.32). |
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