Sucre es sin lugar a dudas una de las ciudades más bellas de Sudamérica. Paseando por las encantadoras calles de la ciudad, uno se siente sobrecogido por el aura y la belleza expresada por las fachadas neoclásicas y las magníficas iglesias coloniales.

También conocida como la "Ciudad Blanca", Sucre ha orgullosamente preservado su centro histórico manteniendo estrictas reglamentacionesuitectura colonial de los siglos pasados.

Caminando por el centro de la ciudad uno no puede evitar el quedar impactado por la bella "Plaza 25 de Mayo". Situadas alrededor de la plaza, encontramos la Catedral, el Palacio de Gobierno, la Alcaldía y la famosa "Casa de la Libertad", lugar donde fue declarada la independencia de Bolivia en 1825, el señorial aire de sus calles permiten al visitante persivir una muestar de la importancia de esta ciudad en la vida de la república de Bolivia.

Siendo la Capital Constitucional de Bolivia, Sucre alberga a la Corte Suprema de Justicia y es el eje central del poder judicial del país. Sucre a mantenido mucho de su glorioso pasado y sus 36 iglesias, palacetes y teatros famosos como el "Teatro Gran Mariscal de Ayacucho" son el testimonio de su rica historia.

El corazón de la ciudad, la plaza 25 de Mayo, sigue siendo tan importante como hace 450 años.
Lo que durante el día es un lugar de encuentro para jóvenes y viejos, cambia con el anochecer, convirtiéndose en un jardín de discusiones filosóficas para la gran población estudiantil. Iluminada por bellas lámparas y adornada con asientos artísticamente trabajados, la plaza es un lugar muy importante de reunión para los colegiales, académicos y los bohemios.

Durante el siglo XIX Sucre fue la sede de gobierno y no quiso permanecer atada a las tradiciones españolas, mas bien empezó a introducir estilos arquitectónicos de la "Grande Nation" y comenzó a adornar la ciudad con mansiones, obeliscos, arcos de victoria e incluso una réplica pequeña de la Torre Eiffel, todo lo cual le hará recordar a París.