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          Se deja de querer.

 

Se deja de querer...

Y no se sabe porque se deja de querer

Es como abrir la mano y encontrarla vacía

Y no saber de pronto que cosa se nos fué.

Se deja de querer...

Y es como un río cuya corriente fresca ya no calma la sed

Como andar en otoño sobre las hojas secas

Y pisar la hoja verde que no debió caer.

Se deja de querer...

Y es como el ciego que aun dice adiós llorando

Después que pasó el tren.

O como quien despierta recordando un camino

Pero ya solo sabe que regreso por él.

Se deja de querer...

Como quien deja de andar una calle sin razón, sin saber

Y es hallar un diamante brillando en el rocío

Y que ya al recogerlo se... se evapore también

Se deja de querer...

Y es como un viaje detenido en las sombras

Sin seguir ni volver

Y es cortar una rosa para adornar la mesa

Y que el viento deshoje la rosa en el mantel

Se deja de querer...

Y es como un niño que ve como naufragan sus barcos de papel

O escribir en la arena la fecha de mañana

Y que el mar se la lleve con el nombre de ayer.

Se deja de querer...

Y es como un libro que aun abierto hoja a hoja quedó a medio leer

Y es como la sortija que se quitó del dedo

Y solo así supimos... Que se marcó en la piel.

Se deja de querer...

Y no se sabe porque se deja de querer.

 




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