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Poesias
de Alicia
La
Mirada de la Verdad
Cuando todo parece perdido, están los sueños.
Y si no... un suspiro, tu mirada, los amigos...
Sonríe, suspira y calibra, emerge... ¡vuela!
Alcanza la espuma que se disipa,
y en tu vuelo... imagínate por sobre la loma
frente al radiante sol que cada día asoma.
Tú suspiras y acontece... Todo; en un suspiro,
tu cercanía brota y ella huye... despacio...
Y, cual dulce olvido que en la cuna se mece,
cuanto más te acercas, más despacio huye...
Sonríe, amigo, así la calma fluye e influye
para que todos Seamos en el espacio.
Tiempo y más tiempo, corre y discurre,
cansa, acomoda, repercute.
¡Qué buena la mirada de la Verdad!
¡Qué bueno si te sonríe sin un por qué!
Porque un cierto día soñé
y vi que veía... sin mirar. ¿Por qué?
Alicia Avalon 17/11/2000
Palabras de
Mar... Palabras de Arena...
¡Tantas gotas de agua unidas, entrelazadas!... en el mar,
¡tantos granos de arena!... tan imposibles de contar...
Y el mar y la arena unidos en la playa al son
de un rumor... que la caracola recoge y deposita
en mi oído con esa cadencia, que viene y que va...
bramido de gotas, convertidas en olas, vertidas
en la orilla, formándola. La blanca espuma aflora,
eclosiona, se disipa... y en el aire queda... como bruma
que la brisa a mi rostro acerca... y su intenso aroma
me embriaga... de gaviotas, de horizonte, de claridad...
En mis pupilas se refleja su fuerza, su eterna levedad
de flujo y reflujo constante, su danza de gotas aladas
y devueltas a la mar. Y cuando vuelven, ya no son blancas,
asumen el color del cielo... me inundo, mis gotas se funden,
me vuelvo mar... y beso la arena y dejo en ella algunas,
me voy entremezclando... ya estoy siendo mar y arena...
me baño en el sol y espero la noche, meciéndome...
El atardecer me acoge suave con sus cobrizas luces...
un niño se acerca, me transforma, sus deditos firmes
me cosquillean... yo a él también; me ama, lo siento, me ve
luz radiante y brisa, como él. Recopila mi arena, con mi agua
la forja y construye... ya soy castillo, torre, puente levadizo...
la tarde cae y el niño se va... asoma la luna y un camino
de plata cruza mi regazo de mar hasta... mi arena...
Somos tan frágiles, tan pequeños y tan inmensos...
Y la vida en nuestros dedos... como arena que se desgrana...
La acaricio en la playa, acerco al mar mi mirada,
y retorna a mi como un eco... su llamada...
...como mar y arena...
Alicia Avalon 17/01/2001
Las
Horas
¡Bella espuma que afloras
en tu ola de mar tan pura!
efímera como la vida...
como el transcurrir de las horas...
Horas aladas y volátiles,
presas huidas y fugaces
que nuestra vida desgranan
y la gobiernan toda...
A su paso acompasado
desfilamos, disfrazados
con máscaras y mil velos
raras veces descubiertos...
Hurgamos en sus baúles,
evocando sus influjos,
removemos en sus naves
proyectadas a destiempo...
Si pernoctárais en mi aliento
como la espuma en la ola,
¿percibiría vuestra entraña?
¿la desmenuzaría toda?
Necesito vuestro espejo,
el que guardáis tan celoso...
el que todo lo distingue,
en el que se refleja todo...
Cruzaría al otro lado
y miraría vuestras manos;
sabría si están vacías...
o tan llenas que rebosan.
Contemplaría vuestro rostro
de secretos encontrados,
tan sutil como la nada
que respalda el universo.
Os miraría a los ojos,
apresaría vuestra mirada
y volvería a mi vida,
volvería... a mi alma
como la espuma a la ola...
Alicia Avalon 01/06/2001
Si las
Piedras Hablaran...
Si las piedras hablaran,
reclamarían con sus voces
los aturdidos ensueños
perdidos en su esencia,
incontrolados, dispersos,
olvidados en lo profundo
de sus recovecos abstractos,
cincelados a golpe de tiempo.
Con sus palabras de silencio,
temblarían los cimientos
que sostienen tantos mundos,
tantos universos deshechos...
alumbrarían otros versos
y, como jinetes rapsodas,
volcarían, hábiles, en su seno
las nostalgias del pasado.
Alcanzarían, raudas, la galaxia,
acallando tanto estruendo
y entonando los acordes
de la música de las esferas,
impregnarían con su canto
cada átomo, cada estrella...
¡Ay si las piedras hablaran!
No quedaría... piedra sobre piedra.
Alicia Avalon 22/08/2001
Sólo una
Lágrima
Quisiera encontrar tus manos
unidas a las mías,
como antes,
cuando era suave el camino
y alcanzable el horizonte,
al retratarse,
nítido,
en tu pupila...
Prendidas tus huellas,
impresas,
selladas,
sin mácula,
atraviesan mis sentidos,
me reflejan tu vida
y apagan mi fuego.
Te percibo...
como el viento en la playa
peinando la arena,
creando la ola,
esparciendo su espuma,
besando el mar...
¡Bendita imagen!
Bloquearé con mil cerrojos
mi mente...
¿Dónde está la puerta?
ésa que se acaba de abrir...
¡Calla, corazón!
No eres capaz de retener mi visión.
No puedes darme mi amor,
no puedes...
Y tú, lágrima, ¡vuelve!
Quédate quieta, no salgas,
dilúyete,
no atravieses mis pestañas,
¡detén tu traición!
Desvelarías en tu transparencia
mi secreto si lo hicieras,
¿no lo ves?
No...
no lo ves, no.
Ya no están tus manos, mi amor...
ni tus huellas
ni tu viento en mi playa
ni tu pupila...
Tan sólo queda
una lágrima en la mía
que refleja, borrosa,
la otrora diáfana imagen
del horizonte aquel...
Alicia Avalon 09/04/2002
Andando
Sigo...
Andando sigo. ¡Largo camino...!
Ya no debato irresponsabilidades...
El paisaje... tiene dos facetas;
no son opuestas
pero sí distantes.
Recurro a menudo a mi esfera,
ésa que flota en el vacío,
y penetro en ella
y contemplo mi vida... colgada de un hilo,
balanceándose en el tiempo,
en un halo de misterio
que me emociona y me mantiene viva,
latiendo.
Me acerco, me acompaño
y me veo eterna,
luchando contra el enemigo amigo
que asoma, sutil como bruma,
su rostro, voraz y risueño,
sediento de mí...
Le acepto al fin, abrazo mi destino,
sé que ha anudado mis pasos
entre vaivenes inconstantes
pero perfectos:
inefable cuna de mi función.
Y cedo ante su imparable oferta.
Y le pregunto qué he desaprendido
o si algún olvido ha ocultado
la razón de mi andadura
o mi afán de ver.
"Compañera -me dice-:
No hay libreto en el mundo
que sirva de guía,
sólo señales agazapadas, sin tiempo,
ofreciendo, inefables,
a la audaz y despierta mirada
su aliento por descubrir".
Alicia Avalon 21/06/2002
La Soledad
La soledad es renuncia ahogada
que acompaña mi sentir.
Es la larga ausencia
pernoctada que acude
al vibrar los instantes
que zozobran
ante mí.
Pero la amo
por condescendiente,
por sosegada...
Me intuye,
me calma...
navego en su presencia
por mis mares,
sin brújula,
entre intenciones despiertas...
La miro. Me sonríe.
Me otorga libertad e independencia,
bienes inmensos
que no puedo soslayar...
Rehúsa mis costumbres,
las aparta,
las diluye como nubes cansadas
ante el peso de la lluvia.
Mezcla mis emociones,
dispersa mis sentidos,
acuna mis nervios,
relaja mis oídos.
Me escucha en silencio,
habla conmigo,
discute mis motivos,
aporta conclusiones
y yo... olvido.
Ya no puedo vivir sin ella,
es mi latido,
mi mundo divino,
mi eternidad, mi suspiro...
Amada soledad,
¡vive conmigo!
Alicia Avalon 16/07/2002
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