El amor y la falta.

 

Por Manuel Jiménez Rodríguez alumno de 3° de preparatoria.

 

Que difícil ha sido para la humanidad entender, comprender y asimilar la concepción del Amor.

 

Tratando de ir a las raíces filosóficas de este asunto decidí ir al encuentro con la lectura de El Banquete de Platón.

 

Este Diálogo aborda el concepto del Amor, fijando en las reglas del Diálogo que nadie tiene derecho a interrumpirse entre sí, es decir que cada uno hablaría del amor con plena libertad.

 

En un principio es establece que el propósito central es el de alabar al amor.

 

El discurso es fuerte, el debate encendido y las ideas fluyen con velocidad y certeza.

 

El clímax, es decir el momento de mayor lucidez lo encontramos cuando Sócrates reflexiona y nos recuerda que Eros, el Amor, es hijo de Poros y Penia.

 

La madre es la penuria. Poros es la representación de la abundancia o suficiencia.

 

Eros entonces es la síntesis entre la penuria y la abundancia.

 

Es aquí cuando se aborda “la falta”.

 

El Amor anda en las calles, anda en el mundo, ronda entre nosotros y por lo tanto no es otra cosa que la búsqueda de algo que no se tiene.

 

Hay un reconocimiento de que somos incompletos, de que algo nos falta, de que padecemos carencias y por lo tanto el Amor es la falta y la búsqueda.

 

Sócrates debatía que puede ser una falta espiritual por lo que el Amor se centra en la necesidad de llenar todo lo que te falta.

 

Por eso el banquete de Platón se traslada a nuestro milenio en donde tal parece que la falta es la del poder adquisitivo, el dinero, en nuestros sistemas capitalistas y mercantilistas.

 

Es decir como en el mundo actual existe tanta penuria, pobreza, injusticia, marginación y desigualdad social, el amor se define por la falta del dinero y al no encontrarlo, podríamos decir que el amor salta por la ventana.

 

No cabe duda que la discusión filosófica sobre este tema y muchos otros es inagotable, forma parte de la reflexión y del pensamiento universal, se da en todo el mundo y pienso que el trecho es demasiado ancho entre lo que hemos logrado comprender y lo que nos falta conocer.

 

La falta y el amor, como ayer, nos conmueve.