El Caminante Nº 13..........................................................Página 2
EDITORIAL
Nuestra entrañable plaza de la fuente está siendo, según el ayuntamiento de Montellano, "restaurada", en estos últimos días.
El año pasado, IU de Montellano, lanzó a la calle un proyecto elaborado por el área de Obras y Urbanismo de nuestra asamblea local, donde se les decía cómo y de qué forma entendíamos nosotros que debía llevarse a cabo la labor de devolver el agua a la fuente, a través de un circuito cerrado, que impidiera el derroche de agua.
Este año, el equipo de gobierno llevó a pleno la propuesta de restaurar la plaza de la fuente, que los concejales de IU de Montellano aprobaron con la condición expresa de que el proyecto de obras les fuera facilitado con tiempo suficiente para proceder a su estudio, de manera que pudieran aceptarse nuestras sugerencias, en caso de necesitarlas.
Las obras comenzaron antes de que pudieramos ver el proyecto, y en consecuencia no pudimos aportar nuestro punto de vista.
En cualquier caso, estamos ante una nueva muestra de despotismo protagonizada por nuestros gobernantes locales, quienes desprecian continuamente la ayuda que se les ofrece desde las distintas areas de trabajo de IU Los Verdes de Montellano.
Por otra parte, no creemos necesario desmantelar la plaza entera para llevarle agua a la fuente, lo que supone un nuevo derroche de dinero, que podía haberse invertido en otras necesidades importantes del pueblo.
Pero éste caso no supone solamente un derroche de dinero público, también pone de manifiesto esa modalidad de despotismo a la que nos tiene acostumbrados el PSOE de Montellano. Hacer las cosas sin contar con nadie, despreciando abiertamente la ayuda de quienes les tienden la mano, en este caso nosotros, es un claro ejemplo de soberbia política.
También cierta soberbia social. Hacerlo todo sin consultar con el pueblo, es gobernar para el pueblo pero sin contar con el pueblo, y eso es despotismo, no ilustrado, desde luego.
El hecho de tener mayoría absoluta no autoriza a unos gobernantes a hacerlo todo sin consultar con nadie, porque entonces un ayuntamiento puede terminar convirtiéndose en un triste cortijo.
Se ha actuado así con respecto a la plaza de la fuente, y lo mismo se hizo con los lavaderos. Veremos a ver cómo nos dejan la plaza. Cuando nos permitan acceder al proyecto, mantendremos al pueblo informado de los pormenores, aunque ya sea tarde para que estos señores puedan admitir algún consejo, ni de los vecinos ni de nosotros. Mientras tanto habrá que encomendarse a Dios y al Diablo, y decir como el otro: por lo menos, como estaba.
La prosperidad de un pueblo
Fernando Izquierdo

La prosperidad de un pueblo no se consigue con unos gobernantes prepotentes y caprichosos, y ésto es lo que le hapasado a Montellano, a lo largo de los 18 años que lleva gobernando el PSOE. Es verdad que supieron aprovechar la coyuntura en el momento preciso. Sin embargo, otras personas que arriesgaron sus vidas y la de sus familias por un futuro mejor para el pueblo, están olvidados, y ni siquiera se les tiene, a veces, un mínimo respeto; por eso, el poco bienestar que tenemos no se le puede atribuir solo al PSOE de Montellano; fueron los que menos hicieron, y todo ha sido una conquista social.
Hace mucho tiempo que el gobierno municipal del PSOE trata de hacer una política de tapar bocas: que una persona se expresa libremente, tratan de comprarla con alguna promesa; que no lo consiguen, lo desprestigian e intentan hundirlo moralmente.
Hasta ahora, esa táctica les ha dado buen resultado, demostrando que no luchan por los problemas de Montellano, sino por mantenerse a toda costa en el poder.
Sin embargo, el tiempo pasa factura a todas las personas, y esa mayoría que los llevó al poder, los quitará de él algún día. Montellano está estancado y olvidado; los gobiernos municipales del PSOE han derrochado cientos de millones y, ¿dónde está el resultado de esos dineros públicos, que es dinero de todos?
Estos gobernantes no han respetado la cultura de nuestros antepasados, destrozándola para implantar sus caprichos. Cuando las personas se equivocan y no quieren reconocerlo, al final el pueblo lo padece. Ahora hay una oposición que está trabajando seriamente, está controlando todo lo que puede, a pesar de todos los impedimentos. Está informando a todos los vecinos, cosa que nunca se hizo; se le están proponiendo proyectos alternativos; es decir, que un buen trabajo para el pueblo, se puede hacer mejor y con menos dinero, todo es cuestión de hacer una buena gestión.
El pueblo está entendiendo el trabajo de IU, y si en las próximas elecciones el pueblo nos da su confianza para tener más concejales, pues las mayorías no son buenas, el pueblo será el que gane. El nombre de los partidos es lo de menos, son las personas buenas, honradas y con sentido común las que hacen el progreso de un pueblo.


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