Recinto ferial, un capricho tan caro como peligroso


La numerosa afluencia de público a la caseta municipal en éstos jubileos de 1997, contrastó escandalosamente con la nula asistencia del año anterior. Este hecho viene a demostrar que llevábamos razón cuando decíamos que la caseta municipal debía ser gratuita.

No obstante, el recinto ferial y particularmente la caseta municipal, volvió a revelarse como un lugar pequeño, sin espacio para albergar a las montellaneras y montellaneros que acudieron a la actuación de los Romeros de la Puebla. No es que no se pudiera bailar, como es normal en una caseta de feria, es ni siquiera podían tocarse las palmas en muchos lugares.

Por desgracia, lo más llamativo de éstos jubileos 97, no ha sido la falta de espacio, a la que ya nos vamos acostumbrando, sino la inseguridad del recinto en general. La víspera del jubileo, algunos miembros de nuestra asamblea recorrieron el recinto ferial, tomando nota de los puntos que podían resultar peligrosos para los vecinos, y se descubrieron muchos. Al día siguiente se presentó un escrito en el registro general del Ayuntamiento, advirtiendo al equipo de gobierno de cuales eran esos puntos, con la intención de que fueran corregidos por el bien de todos los vecinos, pero nuesro escrito no tuvo ninguna respuesta, como es costumbre. De modo que nuestro interés por colaborar en la organización y mejora de servicios de los festejos sirvión para bien poco.

De todas formas, Montellano debe saber que se advirtió al Ayuntamiento de la urgente necesidad de una reja o protección al lago artificial, para evitar accidentes, mayormente de niños. En la unión metálica mediante alambres, entre las casetas y el alumbrado de los festejos, faltaba aislamiento, corriéndose riesgo de masas y derivaciones de tierra de cierta peligrosidad. También faltaban aislamientos en las uniones metálicas entre los postes sustentadores números 7, 12 y 13 con respecto al alumbrado general. Existió un incumplimiento en la ubicación de las distintas atracciones de feria, con respecto al plano de distribución, ocasionando malestar y enfrentamientos entre los feriantes. Los conductores eléctricos, de la acometida eléctrica de las casetas, a través de los monolitos, carecían de protección, estando a la intemperie. Asímismo, algunas farolas de alumbrado del parque estaban aisladas de las atracciones de feria por un simple trocito de cartón, a merced de cualquier transeunte, corriendo el riesgo de contacto tanto directo como indirecto. También había barreras arquitectónicas en ciertos accesos.

Comprendemos que los funcionarios encargados de estas labores son muy pocos, y que esos días están sometidos a un presión extraordinaria, y que es normal que se escapen muchos detalles, mayormente si tienen que "aguantar" una vez y otra los caprichos de unos políticos metidos a técnicos; lo que no es normal es que éstos políticos, cuando se les echa una mano de buena voluntad, ni siquiera respondan, aunque sea para decir que no nos alarmemos, que todo está en orden. Nada. Como es costumbre, silencio.

En nuestro escrito exigíamos al ayuntamiento de Montellano que subsanara de inmediato éstas deficiencias, por el bien de todos los vecinos. También le pediamos tener acceso al Proyecto Técnico de Protección y Seguridad de la feria, puesto que nuestras leyes actuales les obligan a tenerlo, y mucho nos tememos que ante el escandaloso silencio que han tenido nuestras peticiones, dicho proyecto ni siquiera exista, con lo que estaríamos ante otro caso imperdonable de irresponsabilidad municipal, pero tampoco nos asombraríamos de ésta nueva irresponsabilidad, porque ya estamos bien acostumbrados. Como botón de muestra baste decir que posteriormente a nuestro escrito, descubrimos en la feria otra "barbaridad" que ponía los pelos de punta. ¿Saben ustedes dónde estaba situada la arqueta para tomar el agua en caso de incencio en el recito ferial? Asómbrense: debajo de una atracción infantil. En caso de incendio, ¿como se hubiera apagado?

De todas formas es bueno hacer hincapié, y a partir de ahora lo haremos, en el silencio producido al pedir nuestros concejales el Proyecto Técnico de Protección y Seguridad de la feria. ¿Por qué no han contestado, ni para bien ni para mal? ¿No será que las montellaneras y montellaneros estamos asistiendo, un año tras otro, tan tranquilos y felices, con nuestros hijos, a un recinto ferial que ni siquiera tiene proyecto de seguridad?. Eso ya sería el colmo de los colmos.

Seguiremos insistiendo en ver ese proyecto. Tenemos el derecho y la obligación de acceder a él, si es que existe, e informar a los vecinos de las condiciones de seguridad de una feria, que cada año se muestra más cara, más insegura y más pequeña.

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