Diario «El Sol»12 de noviembre de 1992

Mercado para pocos

o País para todos

 

El gobierno de Menem intenta consolidar en la Argentina un modelo neoliberal salvaje que acaba de derrumbarse en Estados Unidos. El premio Nobel Paul Samuelson afirmó que Bush fracasó porque abandonó el Estado. Uno de los artífices del "milagro japonés", el ex-canciller Saburo Okita, asegura que "los mecanismos del mercado no son infalibles; requieren la intervención del gobierno a través de políticas de planificación". Y la revista "The Economist" comentó en setiembre pasado que "sin la mezcla correcta de Estado y mercado, los países nunca tendrán una infraestructura económica que regule el crecimiento".

El Estado debe fijar equilibrio entre la regulación y la iniciativa privada, porque si el granjero no regula el gallinero, lo regula el zorro. Mercado sin Estado, es mercado negro.

Los norteamericanos acaban de tirar por la borda a los extremistas de mercado que en los últimos cuatro años provocaron un aumento de su tasa de desempleo del 5,4 al 7,8 por ciento, y un incremento de su déficit fiscal de 155.000 a 350.000 millones de dólares.

Bush proponía más de lo mismo: reducir el Estado, achicar el déficit público y desregular aún más el mercado laboral. Clinton prometió incrementar las inversiones en educación y salud, crear un fondo para investigación y desarrollo, impulsar una red de centros para ayudar a la pequeña y mediana empresa a incorporar nuevas tecnologías y requerir al empresariado que destine el 1,5% de la nómina salarial al entrenamiento de personal.

ANTES DEL FIN

Cavallo dio un paso atrás al borde del precipicio. Se estima que la balanza

comercial, es decir la diferencia entre lo que compramos y lo que vendemos al exterior, sumará este año un déficit de 2.000 millones de dólares, que el ministro esperaba compensar con inversiones externas que no llegan. Entonces aumentó un poco los aranceles y autorizó reintegros selectivos a los exportadores. No alcanza porque actúa sobre los efectos y no sobre las causas.

El sueño de las inversiones extranjeras en realidad es una pesadilla. Desde 1989 hasta el primer semestre de este año, México ha pagado 44.000 millones de dólares de su deuda externa; 29.000 millones en pago de intereses, un 13% más de los 25.600 millones de inversiones extranjeras.

¿De qué inversiones se trata? Las principales provienen de las terminales automotrices norteamericanas, que envían sus autopartes para que sean ensambladas por obreros mexicanos que cobran un dólar por hora, mientras que en Estados Unidos esa misma mano de obra cuesta 11 dólares la hora.

Muy pronto sufriremos este fenómeno en carne propia. Por eso el gobierno impulsa una "flexibilidad" laboral que deje sin protección a los trabajadores. ¿Qué ocurrirá cuando se concrete el promocionado MERCOSUR?. Aumentarán los salarios brasileños, bolivianos, paraguayos y uruguayos, o bajarán los argentinos?

En los términos en que está planteado MERCOSUR,  Bolivia, Paraguay y Uruguay terminarán girando como satélites económicos del Brasil -que de por sí es un subcontinente- y la Argentina se verá gravemente afectada, como ya lo está siendo: en los primeros ocho meses de este año, acumulamos un déficit de 900 millones de dólares en la balanza del intercambio bilateral.

Chile intenta huir de esta maniobra trasnacional, negociando directamente con los Estados Unidos. El precio no es bajo: Latinoámerica transfiere anualmente un promedio de 750 dólares por habitante en pago de su deuda externa; Chile 1300 por habitante.

Richard Feinberg, ex funcionario del Departamento de Estado y del Departament Tesoro norteamericano, estimó que Latinoámerica transferirá a exterior entre 137.000 y 154.000 millones de dólares en la próxima década.

Así es imposible seguir pagando la deuda externa, habrá que ver otra forma.

NUESTRA PROPUESTA

La corrupción sigue a la dependencia como la sombra al cuerno. El señor Cavallo confesó pubhcamente que cobra 1.800 dólares del gobierno y 8.200 de la Fundación Mediterranea, una entidad auspiciada por los grupos empresarios que se están beneficiando con las políticas que implementa el ministro. ¿A quién servirá mejor?

En junio pasado denunciamos que el 58% de la cartera de deudores en descubierto del BANADE pertenece a empresas de la Fundación Mediterránea.

De modo que esta gente no tiene plata para pagar sus deudas al Estado pero sí para pagarle 98.400 dólares anuales al ministro Cavallo.

El modelo de empobrecimiento y desnacionalización se caracteriza por la concentración de riqueza. Solamente cuatro grupos empresarios (Techint, Pérez Companc, Astra y Comercial del Plata) integraron los consorcios adjudicatarios de más de la mitad de las empresas públicas privatizadas. En la Argentina menemista el 40% más pobre de la población percibe sólo el 14% del ingreso nacional y el 10% más rico se queda con el 36%.

Para salir de este pozo en el que nos hundieron quienes prometieron "revolución productiva y salariazo", hay que hacer todo lo contrario de lo que se está haciendo.

Nada de bajar el "costo argentino". El salario no puede ni debe ser la ventaja comparativa de un país que tiene recursos naturales y capital humano más que suficientes para establecer otros parámetros de competencia.

Nada de reducir el consumo para no generar inflación. Necesitamos un mercado interno tan poderoso, que su demanda sea capaz de cubrirlos costos fijos de las empresas para que después puedan exportar sus excedentes de producción a precios marginales. Las verdaderas causas de la inestabilidad económica son la desinversión y la desindustrialización, provocadas por la transferencia de la renta nacional al exterior.

Nada de salarios deprimidos y desocupación. Salarios dignos para dinamizar el consumo, activar el comercio y movilizar la producción; y ocupación plena.

Nada de transferencia de la renta nacional al exterior. Recuperemos la riqueza que producimos los argentinos con nuestro trabajo, y orientando el ahorro nacional hacia la inversión, lo convertiremos en desarrollo. Porque sin inversión no hay tecnología; sin tecnología no hay desarrollo, y sin desarrollo habrá conflicto social, porque el desarrollo -como bien lo definió Paulo VI- es el nuevo nombre de la paz.

Esta es nuestra propuesta: trabajo y producción argentinos; recuperación del mercado interno y de la renta nacional. En síntesis: desarrollo y trabajo para todos; crear más riqueza y distribuirla mejor.

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Modin. Una patria con Justicia, Dignidad y Libertad