LAS GUERRERAS DE LA LUNA MÁGICA.

 

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CAPITULO I. Un grito en el tiempo

La escena es conocida, el reino es Céfiro, un lugar lleno de magia y poder, el castillo donde ahora se libra una batalla es el último refugio de sus habitantes en contra de una criatura llena de maldad que ha sido llamada Demoner, ella es quién ha enviado a las criaturas que son enfrentadas en este momento, las chicas que están peleando son las que han sido llamadas guerreras mágicas, niñas de otro mundo que han sido llamadas a este lugar para enfrentar el mal que se avecina sobre este, Lucy, Marina y Anaís, cada una dotada de un poder suficiente cómo para destruir todo este lugar, pero aún este poder resulta insuficiente cómo para detener a sus oponentes. Los otros que pelean a su lado son sus aliados, antiguos guerreros que lucharon en su contra en otros tiempo, pero que ahora son la última esperanza para salvar este mundo, Guruclef, el maestro hechicero, Calvina y Ráfaga, amantes que ahora luchan hombro a hombro, Latis, hermano del que alguna vez trato de destruir este mismo mundo, París, espadachín que protege su mundo y a la mujer que ama, y finalmente Ascot, el único que evita un combate cuerpo a cuerpo y utiliza bestias que surgen de sus manos para pelear.

Ascot... un guerrero prescindible en la lucha, sin poder propio, o al menos, eso parece.

Las bestias de Demoner disminuyen, es evidente que los guardianes de Céfiro han ganado esta batalla sin que hayan sufrido perdidas considerables, Lucy, Marina y Anaís se tiran en el suelo junto con sus armas, cansadas, sabiendo que el próximo ataque será mas fuerte, pero que estarán preparadas para resistirlo, es entonces cuando una sombra se mueve detrás de ellas, una bestia de Demoner que no ha sido muerta salta por encima de las chicas sin darles tiempo de reaccionar, los que creían ganada la pelea miran impotentes la imagen, todos a excepción de uno... Ascot.

Ascot, quién aún se encuentra junto a una de sus bestias mira horrorizado el riesgo en el que se encuentra la mujer que ama, sin pensarlo, sin saber lo que hace, deja que un poder que se encontraba dormido dentro de el salga a flote de una manera impresionante, una ráfaga de aíre hirviendo acompañada de un brillo dorado sale de su mano, golpea de lleno a la criatura de Demoner haciéndola Polvo ante la mirada incrédula de las guerreras mágicas y de sus aliados, Ascot no posee ese poder, el único respaldo que posee son sus bestias, o al menos eso era lo que todos pensaban hasta este momento.

Un grito débil y lejano hace eco en la mente del muchacho quién, lentamente deja que su cuerpo caiga de rodillas con la mano aún humeante a su lado.

Miradas curiosas lo rodean, sin saber que decir o que preguntar, sus amigos y aliados permanecen callados y sin moverse hasta que la chica llamada Marina se acerca a él...

—Gracias Ascot, pero... ¿Cómo hiciste eso?—

No hay respuesta, el muchacho permanece inmóvil y con la mirada en el suelo... de repente, su cabello se alza cómo empujado por el aire dejando caer el gorro que llevaba en su cabeza, un destello rojizo rodea al chico mientras que un viento que parece venido de ninguna parte inunda el lugar, los que miraban curiosos al joven hechicero ahora buscan un refugio ante el viento que se ah convertido en un tornado. Es entonces cuando el muchacho levanta la mirada dejando ver sus ojos, encendidos, cómo si ardieran, un despliegue impresionante de energía surge del cuerpo del chico rompiendo las paredes del palacio y creando un agujero, sin voltear la mirada, sin decir una sola palabra, Ascot deja ver una nueva habilidad al salir volando del lugar, su imagen se pierde rápidamente al mismo tiempo que el viento deja de soplar dentro del castillo. Todos los que ahí se encuentran se miran unos a otros sin saber lo que paso, voltean a mirar a Guruclef quién mira fijamente el punto donde desapareció Ascot, lentamente voltea a mirar a sus amigos quienes lucen confundidos y extrañados, avanza entre ellos mientras que sus labios empiezan a moverse al pronunciar una frase...

—Me imagino que querrán saber que es lo que paso ¿No es así?—

Aún cuando nadie responde, es evidente que todos esperan que Guruclef se los explique...

—Esta bien... entonces se los diré, ya no hay razón para seguir ocultándolo—

Guruclef toma asiento a la sombra de un árbol mientras que apoya su bastón junto a su tronco, cierra las ojos al momento que comienza a narrar una historia a los que le rodean, invocando un antiguo hechizo, crea una bola de energía que ha de servir cómo una pantalla y comienza...

—Creo que... si he de explicarles lo que paso debo empezar por decirles que Ascot no nació en Céfiro, él, al igual que Aguila o cualquiera de los que quieren invadir Céfiro nación en otro planeta. Hace tiempo, antes de Demoner, antes de Las Guerreras Mágicas, incluso antes de Zagato, había un mundo, un planeta, donde la guerra entre dos clanes había perdurado desde antes de la historia, en ese mundo, cada uno de los guerreros que peleaban por la victoria poseía un poder tal, que podría destruir Céfiro en cuestión de segundos, hechiceros y guerreros eran los dos bandos que se disputaban el planeta, pero había un...un tercer clan, pacifico, sin poderes, un clan que fue exterminado a lo largo de la guerra, sólo algunos de sus integrantes sobrevivieron, escondidos, huyendo, la familia de Ascot fue una de las últimas que lograron sobrevivir tanto tiempo, sin embargo, lograron establecerse en un lugar que había sido declarado zona neutra, junto con otras dos familias, la familia de Ascot trato de rehacer su clan, pero tanto los hechiceros cómo los guerreros consideraron que sería mejor el destruir a los que estorbaban en el campo de batalla, un solo hechicero fue capaz de destruir a todo un clan, la familia de Ascot y las otras dos familias fueron eliminadas en una noche, al amanecer, lo que era un lugar prospero y pacifico se había convertido en fuego y cenizas, la sangre corría en vez de agua y los cuerpos inertes de padres y hermanos sirvieron de alimento para los cuervos. Sólo hubo dos sobrevivientes de esa masacre, uno fue una chica de la tercera familia, su nombre era Pamela, el otro sobreviviente fue el mas joven de la primera familia... el era Ascot.

Después de esa noche, era claro que un tercer clan no sería posible mientras que los guerreros y los hechiceros estuvieran en guerra. Sin otra opción, tanto Ascot cómo Pamela se vieron obligados a unirse a uno de los dos clanes, aunque Ascot pensó que sería mejor unirse al clan de guerreros, Pamela opto por el clan de Hechiceros, y un deseo de la chica era cómo una orden para Ascot. Una vez dentro, Ascot aprendió la magia que usaban los hechiceros durante la guerra, aprendió cómo invocar el poder del mismo infierno para usarlo a su favor, se asomo a artes que habían sido olvidadas por los mismos hechiceros, aún cuando a Pamela le desagradaba de sobremanera el que Ascot peleara, decía que siempre había otra forma de solucionar las cosa sin tener que matar a alguien, Ascot en cambio pensaba que la fuerza era la única forma de Vengar a su familia. Aún cuando no era un hechicero de nacimiento, rápidamente domino la magia mas poderosa y fue ganando renombre en ambos bandos, un día desafío al líder de su propio clan, lo venció sin ningún problema, fue entonces cuando Ascot dejo de ser un hechicero, los de su propio clan lo veían con miedo veían en su imagen a un traidor, los guerreros lo miraban cómo a un enemigo demasiado peligroso, fue la primera vez en miles de años que guerreros y hechiceros estuvieron de acuerdo en algo, Ascot debería de ser muerto antes de que adquiriera mas poder, atrapado entre ambos clanes, Ascot comenzó huir junto con Pamela, una noche guerreros y hechiceros decidieron dar el golpe final; mientras que ambos dormían, ambos clanes mandaron a sus mejores elementos en contra de  Ascot. No tuvieron éxito en matarlo, pero en cambio dejaron muy mal herida a Pamela, casi muerta, Ascot se sintió desesperado y utilizo un poder que le había sido prohibido a todos los mortales , uno a uno, Ascot destruyo ambos clanes, masacrando, asesinando y destruyendo todo aquel hombre que se considerara Guerrero o Hechicero, el sólo termino con una guerra que había perdurado por milenios, ciego de ira y de odio hacía los que le habían arrebatado tanto a través del tiempo, Ascot no descanso hasta que sólo algunos de los integrantes de ambos clanes quedaron con vida.

Después de eso, Ascot fue proclamado cómo soberano absoluto de aquel planeta ,al lado de Pamela quién apenas había logrado sobrevivir llevo a su reino a una nueva época de paz y prosperidad, sin embargo, los veteranos de la antigua guerra educaron a sus descendientes cómo guerreros, una vez más el planeta de Ascot se vio amenazado por una nueva generación de Hechiceros y de guerreros que querían traer una vez mas la época de guerra.

Los ancianos que acompañaban a Ascot en el trono decidieron que la mejor forma de acallar los instintos guerreros de los nuevos clanes era darles su propia guerra, en la que pudieran pelear entre si sin dañar a otros ajenos a su pelea, fue así cómo comenzó algo así cómo un torneo, donde guerreros y Hechiceros se enfrentaban unos a otros ya sin disputarse el poder sobre el planeta, sino cómo una forma de probar quiénes eran los más fuertes, después de cada pelea, solo uno de los dos que peleaban permanecía vivo, así avanzaban hasta que sólo los mas fuertes sobrevivían, al final solo habría un hechicero o un guerrero que tendría el derecho de retar a Ascot por el poder sobre le planeta.

El torneo se dio cómo se esperaba y fue un hechicero el que venció al final, reto a Ascot aún cuando parecía que no había comparación en sus poderes, Ascot quién paso todo el torneo cuidando a Pamela, surgió lleno de dolor para dar la pelea, sin que se diera cuenta Pamela lo siguió hasta el coliseo donde habría de tener lugar la última pelea.

El combate fue largo, aún cuando los ancianos pensaban que Ascot era invencible, el chico nuevo resulto ser muy poderoso, tanto que orillo a Ascot a hacer una técnica con la cual había destruido la mayoría de los clanes, una técnica que consistía en aprisionar el alma de su oponente, pero que arrastraba a todos los que estuviera cerca, los ancianos ofrendaron sus vida gustosos para evitar una nueva guerra que era seguro, desataría el joven hechicero, pero Pamela, ella no sabía nada acerca de esa técnica y no pudo evitar el que le afectara también, Ascot se dio cuenta de la presencia de la chica cuando ya era demasiado tarde, pero aun así logro evitar que el alma de Pamela fuera destruida completamente, cuando el torneo termino, Ascot dejo de ser el guerrero orgulloso y fuerte para convertirse en alguien entregado a tratar de salvar la vida de su amante, sin embargo, Pamela no mejoro, día a día el estado de la chica fue empeorando hasta que su muerte se hizo inminente, fue cuando Ascot volvió a desafiar a los mismos dioses y utilizo un hechizo prohibido, un hechizo que para algunos era una luz de esperanza y para otros una maldición, un hechizo que dejaba al afectado en un largo sueño, donde no moría pero tampoco podía despertar, Ascot sabía que sería cómo matarla el mismo, pero albergo la esperanza de que podría curarla algún día. Antes de que Ascot la durmiera, Pamela movió sus labios por última vez, obligo a Ascot a prometerle que nunca volvería a usar la magia para pelear contra alguien, lleno de dolor, Ascot le juro por su honor de hechicero que nunca volvería a hacerlo, puso sus manos sobre el rostro de la chica e hizo que sus ojos se cerraran , sabía que para que la muerte no consumiera a la chica y el hechizo tuviera éxito, esta debía tener una razón para seguir viva, cuando Ascot le prometió a Pamela que no volvería a Pelear, le dio a la chica esa razón por la cual seguir viviendo, el vigilar que Ascot cumpliera esa promesa.

La ira y el dolor hicieron presa del muchacho quién olvido su labor cómo soberano y dejo que una nueva guerra se apoderara de su reino, sin poder pelear, Ascot fue exiliado de su mundo y confinado a vagar por el espació, los que aún lo apoyaban fueron obligados a acompañarle sin derecho de volver a su planeta natal, durante mucho tiempo, Ascot estuvo vagando junto con sus aliados hasta que llego a Céfiro, fue en este mundo que tanto él cómo sus aliados encontraron refugio, se encontraron con la esperanza que creían perdida al saber que era la voluntad y no la fuerza la que regía este planeta. Cada uno inició una nueva vida y avanzo por distinto camino, Ascot en cambio, sintió que eran muchos los pecados que había cometido como para permanecer en un mundo cómo Céfiro, fue cuando conoció a la reina esmeralda, llena de lastima hacía Ascot, ella le prometió que si sacrificaba su vida, le otorgaría una nueva oportunidad en la forma de un nuevo ser, un ser que se formaría según lo educaran y que no tendría recuerdo alguno de su anterior vida, pero que aún tendría el poder dentro de él.

Ascot acepto gustoso la propuesta y entrego su vida en brazos de esmeralda, fue así cómo nació el Ascot que ustedes conocieron, fue entonces que comenzó la pelea contra Zagato, de todos los lugares de Céfiro los guerreros de Zagato fueron invocados, ya fuera con o en contra de su voluntad, Ascot, un niño que no distinguía lo bueno de lo malo pensó que sería cómo un juego y fue reclutado por Zagato quién conocía su verdadero origen y pensó que algún día podría utilizarlo a su favor—

Guruclef interrumpe su relato mientras que la bola de energía que había estado usando cómo pantalla se desvanece, tanto las guerreras mágicas cómo sus aliados miran embobados a Guruclef, nadie se atreve a pronunciar una palabra haciendo que el sonido del viento sea lo único que se escuche en la sala, y es la voz casi con miedo de Lucy la que interrumpe el silenció...

—Pero... tu dijiste que Ascot había prometido que nunca volvería a usar la magia, ¿Entonces... cómo invocaba a sus bestias?—

Clef mira fijamente a la chica al momento que le da una respuesta...

—Aunque a Pamela nunca le agrado el que Ascot usara la magia, las bestias que invocaba siempre fueron una excepción, ellas eran sus amigas y sus protectoras mientras que Ascot estaba lejos de ella, nunca evito que Ascot invocara a una nueva bestia, incluso a veces le pedía a él que las trajera—

Un nuevo silenció se produce mientras que los guerreros miran incrédulos a Guruclef, la historia fue tan fantástica, tan irreal, simplemente no pueden creerla...

—Aún así, no entiendo por que Ascot se fue de esa forma, si lo que dijiste es cierto el no debió de recordar nada— Dice la fría voz de Latis

—Ascot no es un estúpido, aún cuando su cuerpo original fue destruido y su alma fue puesta en otro no pudo olvidar una pena tan grande, estoy seguro de que Ascot no pudo olvidar su pasado— Responde Guruclef

—Dime Guruclef, cómo es que tu sabes todo eso— Pregunta Marina mientras que mira preocupada al hechicero

.—Yo se eso por que... yo lo se por que era uno de los aliados de Ascot, al igual que el yo no o al menos mi alma no es de este planeta, aún cuando fui ordenado cómo guardia de Céfiro, yo también soy un hechicero de un planeta diferente, yo también pelea al lado de Ascot, yo fui uno de los hechiceros que el venció—

El grupo de guerrero miran asombrados a Guruclef, todos lucen incrédulos por las palabras del Mago, hasta el día de hoy pensaron que el era de este planeta, que peleaba para proteger a su mundo, sin embargo las palabras de este los deja desconcertados, sin saber que creer o que pensar, pero por el momento, sin opción alguna mas que seguirlo hasta que la pelea contra Demoner termine, y con la única esperanza de que Ascot vuelva, algo que no sucede mientras que las guerreras mágicas permanecen en Céfiro.

Enmedio de... ningún lugar...

El hechicero llamado Ascot a vagado durante semanas, tal vez meses, tal ves años, cuando comienzas a viajar entre dimensiones el tiempo se vuelve algo relativo, desde aquel día fatal, en que condeno el alma de la mujer amada, el se ha sentido incompleto, con un poder enorme dentro de su pecho gritando por salir, pero oprimido por una promesa que salvaría una vida. Hoy, esa promesa se ha perdido, fue rota cuando la magia surgió de sus manos para salvar a otra mujer, y junto con ella, el último vestigio del que se supone debió de ser un nuevo ser se vio perdido en el tiempo.

Desde ese día, el hechicero que ahora vuela en busca de un oponente ha buscado la muerte, pero la muerte de un guerrero, una muerte en batalla, cómo debió haber muerto desde el principió, pero hasta este momento, lo único que ha encontrado son oponentes débiles que mueren con el primer ataque , y parece que el hombre que ahora enfrenta no será la excepción.

No conoce su nombre, pero el guerrero que pelea contra Ascot es famoso por que cuida la puerta entre el cielo y la tierra, entre una dimensión y otra, una pasaje que te lleva o te trae si el te lo permite, un guerrero que según las leyendas de su mundo, es el mas poderoso que existe, o existirá, pero que resulta una nulidad ante el poderío de un hechicero cómo Ascot. Sin embargo, el día de hoy, Ascot aprenderá una lección que hace tiempo había olvidado, el día de hoy, Ascot aprenderá que nunca debe de subestimar a un enemigo.

La pelea es cruenta y brutal al menos para uno de los combatientes, el que ha sido llamado Guardián aún no sabe bien que es lo que pasa, un mortal vino a él pidiéndole que pelara a lo que el accedió pensando que se trataba de una broma, pero el chico de ninguna manera está bromeando, y es el primer ser que hace que el guardián sienta miedo.

Por su parte, Ascot se siente decepcionado al mirar el poder de su oponente, esperaba que un ser de leyenda ofreciera una mejor pelea, lentamente, Ascot se acerca a su oponente para dar el golpe de gracia, un rayo azuloso surge de su mano al momento que su contrincante cae al suelo derrotado y humillado, es entonces cuando Ascot comete su único error, le da la espalda y camina hacía el portal que hace unos instantes era protegido por el guerrero que yace tendido en el suelo. Lo mira curioso sin notar que la sombra de su oponente se levanta y rápidamente lo ataca por la espalda causándole una gran herida, el chico da la vuelta e inconscientemente trata de atacarlo, pero todo se oscurece a su alrededor mientras que siente que el suelo se desvanece bajo sus pies, su cuerpo cae dentro del portal perdiéndose en la oscuridad ante la mirada alegre de su oponente quién suelta una carcajada mientras que mira perderse la silueta del muchacho...

—Vaya, se lo merecía, lo único que me extraña es donde ira a caer su cuerpo, bueno, no importa, ahora tengo que curar estas heridas—

El Guardián da la espalda al portal dejando el cuerpo de Ascot sumergido en un abismo de oscuridad, Ascot sabe que va a morir, sin embargo , cae con una sonrisa, pensando que por fin habrá de reunirse con la mujer por la cual ya ha muerto dos veces, y además su muerte ha sido la de un guerrero, como debió ser siempre, cómo él la había deseado, un pensamiento que consuela a Ascot mientras que sigue sumergiéndose en la oscuridad, la muerte de un guerrero, la muerte de un hechicero...

 

Continua...