LAS GUERRERAS DE LA LUNA MÁGICA.

 

Comentarios criticas o sugerencias a caronte@mailcity.com

 

 

CAPITULO V. Juegos de niños

Arriba... no tanto como hace unas horas pero lo suficiente como para que la luna se vea tan cerca que puedes tocarla con tus manos...

Una nave, el hombre que lleva el mando en ella es Zaarel, el mismo hombre que ahora espera frente a un cuarto cerrado donde habrá de regresar su emisario...

Un zumbido seguido de una luz que se vislumbra por debajo de la puerta hace que los lacayos ahí reunidos se formes a cada uno de los lados de la puerta para recibir a otro hombre...

Su nombre es Shouten, el no es un guerrero, tampoco un hechicero, mucho menos un humano, de hecho todos los presentes, incluso el propio Zaarel ignoran que demonios es. Pero los que han tenido oportunidad de presenciar aún la mas mínima muestra de su poder sabe que alguien esta en graves problemas si el llega a enfadarse... Desafortunadamente para Zaarel ese es justamente la actitud que tiene cuando cruza la puerta...

—Ha, mi querido Shouten, como te...—

Zaarel no termina su pregunta cuando siente que una mano tan poderosa como el acero lo toma de cuello y lo alza pegándolo contra una pared...

— * Ghak...  * que... es lo.. que pasa?— Pregunta Jadeante el guerrero

—¿Por que enviaste a una de tus bestias? Iba en una misión de Paz— Contesta Shouten mientras que mira al guerrero tratando de zafarse...

—Oye viejo... no podemos discutir esto como personas *Ghak* civilizadas...—

—¡No, no podemos, quiero una respuesta ahora!—

—*Ghak* tuviste exi..to, ellas aceptaron...—

—No—

—Bueno, entonces *Ghak* que importa el que haya enviado una pequeña bestia a que se divirtiera—

—Aun no habían rechazado la oferta ¡¿Cómo sabías que había fracasado con la negociación?!—

—*Ghak* bueno, he vivido por siglos, uno sabe esas cosas antes de que *Ghak* pasen, ahora... puedes soltarme de una vez?—

Shouten mira los ojos de Zaarel al momento que su rostro se deforma en una mueca de disgusto mientras que sus manos liberan al guerrero quién cae pesadamente al suelo...

—Ah... *Ghak* *Tienes que hacer algo con esa personalidad viejo... es *Ghak* demasiado... violenta...—

—Sabes Zaarel, realmente comienzo a dudar de tus intenciones, sabes que te ayudo solo por que Ascot debe de ser juzgado, cometió muchos crímenes hace tiempo, soy un vigilante y como tal es mi deber ver que un jurado justo decida su destino...—

—Y... así se hará mi querido Shouten, un jurado justo e imparcial, pero no podemos permitir que alguien se interponga en nuestra búsqueda, que importa destruir pequeños planetas semidespoblados si cientos de galaxias están en juego— Pregunta burlón Zaarel mientras que trata de jalar aire...

—¿Semidespoblados? el último planeta que destruiste tenia una civilización pacifica de mas de tres mil años y tu la arrasaste en una noche—

—Vamos señor guardián, no fue benévolo de mi parte el otorgarles una muerte sin dolor en vez de que Ascot los destruyera uno por uno?—

—Si, supongo... pero solo se te ha concedido el permiso para destruir un mundo mas en busca de ese hechicero, si fracasas esta vez es mi deber remitirte al consejo, espero que esta vez no falles...—

—No te preocupes, Shouten... no lo haré, pero... ¿Por que no te pones cómodo y descansas, debe de haber sido un viaje largo, te asignare un cuarto para que descanses, ya solo faltan tres días para que lleguemos a ese planeta... ¿Cómo se llama? a si...—

Tierra, una hora después del incidente en el edificio Asana el nuevo grupo de protectoras hablan sobre lo que han averiguado...

—Bien, lo que tenemos es esto, ese tal Shouten dijo que Zaarel vendría cuando la luna sangrara, tanto Anais como yo estamos seguras de que se refería a una eclipse de luna— Dice Ami mientras que mira a sus amigas sentadas frente a ella

—La próxima eclipse de luna será dentro de tres días, eso quiere decir que tenemos tres días antes de su llegada— Continua Anais...

—¿Solo tres días— Pregunta Serena mientras que mira preocupada a la chica...

—Eso quiere decir que no tendremos tiempo de desarrollar mas nuestras habilidades...— Musita calladamente Lucy...

—El poder que han demostrado hasta ahora es todo el que poseen?— Pregunta Ascot antes de ponerse de pie...

—Si, tal vez poseamos un poco mas, pero prácticamente ese es todo nuestro poder—

—Y la mujer, y la niña, aún no he visto su poder—

—Setsuna tiene un poder un poco mayor que nosotras, aún no conocemos los limites de Hotaru, pero su poder debe ser un poco mas que el nuestro...—

—Entonces no tendrán oportunidad.... Hmmm, no quería hacer esto, pero creo que no tendré otra opción— Dice Ascot mientras que saca unos extraños guantes de entre sus ropas...

—Marina. Lucy, Anais, reconocen estos guantes... sus armas están dentro de ellos, solo tienen que pensar en ellas...

—Ascot... como los...—

—Eso no importa, basta con decirles que además incrementaran su poder mientras que los traigan puestos—

—¿También guardan a nuestros genios?— Pregunta Marina mientras que se pone el extraño guante...

—Si, pero ignoro si ellos puedan surgir en esta dimensión, de ser así serían mucho mas poderosos que en Céfiro, por su bien les pido que no traten de llamarlos hasta que se vuelva necesario...—

—Y los demás guantes?— Pregunta Lucy señalando los diez guantes restantes en las manos de Ascot

El hechicero exhala un suspiro para después repartir los guantes entre las Sailors...

—Esto es para ustedes, incrementara su poder mientras que los traigan puestos y sin que la joya que esta incrustada en ellos sufra daños , deben de aprender a controlarlos, no será  fácil pero valdrá la pena...—

—¿Quieres decir que bastara con ponernos esos guantes para que nuestro poder sea como el tuyo?—

—No, no será como el mío, su poder dependerá de ustedes, de su decisión y su coraje... quiero que entiendan algo, esta prohibido que un hechicero comparta un poder tan grande con otro ser que no sea otro hechicero, pero en primera no soy un verdadero hechicero, y en segunda, las circunstancias creo que valen mis actos...—

Las chicas toman sus guantes para mirarlos con curiosidad, todas a excepción de Haruka observan brillar la extraña piedra que ostenta cada uno...

—¿Que pasa Haruka, no vas a probar tu guante?— Pregunta Ascot al notar la actitud de la chica

—¡Claro que no! ¡Ponerme eso seria como depender de ti, nunca haré eso!— Contesta Haruka mientras que da la vuelta y sale por la puerta del templo...

—¡Haruka espera...— Grita el muchacho mientras que trata de correr detrás de ella cuando una mano se lo impide...

—¡Michiru!— Exclama el hechicero al ver la figura de la chica prohibiéndole el paso

—Yo hablare con ella Ascot, creo que se lo que le pasa...— Contesta la chica al mismo tiempo que sale corriendo detrás de la chica.

Afuera, Haruka camina molesta por las escaleras del templo cuando escucha una voz gritar su nombre... de inmediato reconoce la dueña de esa voz, es Michiru... Por un momento, el deseo de echar a correr se apodera de sus pensamientos, pero en vez de ello, agacha la cabeza y espera a la chica tras de si...

—Haruka, ¿Por que hiciste eso?— Pregunta Michiru a la chica sin que esta le de una respuesta... —¿Qué es lo que te pasa Haruka, no entiendo tu actitud?—

—¡Yo tampoco te entiendo Michiru!— Grita Haruka mientras que alza la mirada... —Por que confías en él, por que todas confían en él, ni siquiera lo conocemos—

Michiru retrocede con una mirada incrédula pero de inmediato reacciona para contestarle... —¿No será que estas celosa de Ascot Haruka?— Pregunta Michiru.

—¡¿Que si estoy celosa?! ¡Claro que estoy celosa, no puedo creer lo que esta pasando, que tiene él que tanto te gusta?!—

Sin poder contenerse Haruka rompe a llorar calladamente ante la mirada de Michiru...

—Haruka...— Dice débilmente Michiru  a la chica frente a ella y lentamente deja que sus brazos rodeen a Haruka

—Michiru, tu eres lo que mas aprecio en esta vida, no quiero perderte, no a ti— contesta Haruka mientras que llora en los brazos de la chica...

—Haruka, sabes que lo que nos une es mas que el amor, mas que el cariño, compartimos la misma alma, somos una, nos necesitamos la una a la otra, desde antes de que nos dieran estos cuerpo nuestras esencias estaban unidas, desde hace años compartíamos los mismos pensamientos, tu dolor es mi dolor, tu felicidad es mi felicidad, pero tienes razón, quiero mucho a Ascot, en verdad lo quiero, no lo necesito como a ti, pero realmente siento algo por él, pero si para ello necesito perderte, entonces lo olvidare, no podría vivir sabiendo que te estoy lastimando...— Michiru agacha el rostro al sentir que las  lágrimas la traicionan también...

Haruka deja de llorar, alza el rostro y mira brillar los ojo de Michiru...

—En verdad... en verdad lo amas?— Pregunta mientras que levanta el rostro de Michiru...

—Yo... no lo se, nunca había sentido algo así por un hombre, solo por tí—

—Yo... lo siento, fui muy egoísta, solo pensé en mi, pero tu lo dijiste, tu dolor es mi dolor, tu felicidad es mi felicidad, si es lo que quieres, si en verdad lo amas, no puedo hacer nada, no me sentiría bien sabiendo que tu sufres por mi egoísmo...—

—Haruka.. ¿Quieres decir que...—

—Lo entiendo, somos una, aun cuando ames a otro, eres parte de mi, siempre lo serás, como yo soy parte tuya, Ascot nunca podrá  cambiar eso, me conformo con saberlo—

—Entonces usaras el guante...—

—Si, pero no le digas nada de esto a Ascot—

—Descuida, no lo haré—

Ambas chicas regresan al templo seguidas por la mirada de Ascot quién las sigue en su camino, sonríe, no sabe como lo logro, pero Michiru la trajo de regreso...

" Esa chica es increíble" piensa Ascot mientras que la mira entrar "El hombre que haya conquistado su corazón tiene mucha suerte"...

Arriba...

Shouten ya se ha retirado a su aposentos y es ahora cuando Zaarel convoca a una reunión de los generales a bordo de su nave...

Son cinco, los últimos cinco sobrevivientes de un planeta que alcanzo su máximo esplendor bajo el mando de Ascot, cada uno ha sobrevivido gracias a su fuerza o su ingenio, pero son mercenarios y se han quedado solos, su mundo fue destruido por ellos mismos, pero a decir verdad... no les importa, ahora se dedican a trabajar para quienes les ofrezcan el salario suficiente aun cuando su verdadera motivación no es otra que el divertirse, son destructores de mundos, cazadores, asesinos, ellos son los últimos cinco guerreros que aún siguen con vida, al mando de Zaarel , el más fuerte de ellos, han arrasado con galaxias enteras, eso fue antes de saber que había seres con poderes mas allá de los suyos que no estaban conformes con lo que ellos hacían.

Pero si algo tienen los guerreros es que no son estúpidos...

El consejo quería una explicación, pues una explicación les fue dada, su cacería era en contra de un hechicero rebelde, un hechicero que arraso con un mundo y dos clanes, un hechicero de nombre Ascot que ahora viaja de planeta en planeta buscando que destruir... Hasta cierto punto esta historia es cierta, por siglos Zaarel y los demás buscaron a Ascot viendo en él a un traidor, pero desde hace mucho tiempo Zaarel y los demás perdieron el interés en su búsqueda, todos menos uno, que ahora duda de su decisión pero que no tiene otra opción que apegarse a ella...

En fin, Tal vez una coincidencia pero Ascot apareció justo cuando dejaron de buscarlo, algo afortunado para el pequeño grupo de guerreros que vieron hecha una verdad su historia.

Al consejo le agrado esta explicación, no del todo, pero fue suficiente para ellos, así que enviaron a un supervisor que regulara sus acciones, ese fue Shouten, y es hasta este punto que se encuentra la historia...

—Bueno señores, creo que tenemos suerte, como ya todos saben Ascot se esconde en ese planeta, como llego ahí y que diablos es lo que busca, No lo se, y no me importa, y aunque he perdido interés en su búsqueda, ya que lo encontramos creo que no debemos de desperdiciar esta oportunidad, además, el enviado del consejo esta sospechando por lo que sugiero que destruyamos a Ascot lo más rápido posible para dejar satisfecho a nuestro amigo... ¿Preguntas?—

Los cinco cuerpos que se ocultan entre las sombras se miran entre si esperando que alguien alce la mano, murmullos y palabras incompletas salen del pequeño grupo mientras que Zaarel comienza a impacientarse...

—Dije... ¡¿Preguntas?!—

Una mano se alza para dar paso a una pregunta...

—Zaarel, quieres decir que vamos a ir a ese planeta, buscaremos a Ascot y lo destruiremos junto con su planeta—

—Pues... si, es justo lo que quiero, ¿por que? ¿No lo habías comprendido?—

—Ascot destruyo a cientos de guerreros el solo, que te hace pensar que podremos vencerlo?—

—Eso fue hace Milenios, esos eran sus antepasados, yo lo se por que yo ya estaba vivo en esos tiempos, y es por eso que se que el poder de los guerreros no tenia comparación con el poder que ustedes tienen ahora, nuestras armas son mucho mas poderosas que las de ellos, Ascot es un hechicero, eso quiere decir que su poder no puede aumentar como nuestra tecnología, cada uno de ustedes debe ser mas poderoso que Ascot... Pero... parece que alguien tiene otra cosa que decir, ¿No es así Yamena?—

El es Yamena, el mas nuevo del grupo de guerreros, el mas misterioso, tal vez Yamena no sea su verdadero nombre, tal vez ni siquiera sea un guerrero, su pasado es desconocido para todos excepto para Zaarel, y aunque ninguno a presenciado una demostración de su poder, saben que por el cuidado con que lo trata Zaarel debe ser muy, muy peligroso...

Un día su líder les dijo que había un nuevo integrante, ese era él. Siempre escondido entre las sombras, no come, no participa en los entrenamientos, y de hecho ahora que lo piensan... es la primera vez que va hablar...

—Yo conozco el verdadero poder de Ascot, yo también estaba vivo cuando el destruyo a los clanes, se lo terrible que puede llegar a ser cuando el se enfada, tal vez ahora tu y tus hombres sean más fuertes que él, pero no veo la necesidad de destruir todo ese mundo cuando solo lo buscamos a él, un hombre que ya no tiene nada que perder es muy peligroso—

—Bonitas palabras amigo, pero entonces cuidaremos que el muera antes que el resto del planeta—

—No entiendes verdad, esperaba que el tiempo te diera sabiduría, pero veo que sigues igual que...—

—¡Basta! tu no me conoces, no puedes hablar de mi—

—Alguien que no acepta su pasado no puede mirar al futuro— Dice Yamena mientras que se levanta de su asiento y desaparece en una nube de humo dejando tras de sí la mirada enfadada de los demás guerreros...

—Bien... de todas formas peleara con nosotros, me lo debe, y en cuanto a ustedes mis guerreros, son jóvenes, pero han escuchado las leyendas de Ascot, si lo vencemos... será su victoria mas gloriosa...

¡Ah! otra cosa, también se que ese planeta tiene sus guardianes, no entiendo bien cual es su poder, pero por lo que me dijo Shouten no son nada de cuidado, nuestro objetivo es Ascot, pero no habrá problema si alguien se nos interpone, la victoria esta frente a nosotros... brindo por que así sea...—

La nave sigue moviéndose por entre la oscuridad mientras cinco copas se alzan en el aire, la luna se aleja y es ahora el brillo del planeta frente a ellos su nueva meta, el planeta es la tierra, el objetivo es Ascot, y es el futuro lo único incierto...

Un día...

 ya ha transcurrido un día desde que Anais y Ami entendieron el mensaje de Shouten, un día en que las Sailors Scouts y las guerreras  mágicas ya han dominado casi a al perfección sus nuevos poderes, y sin embargo aún tienen tiempo para preocuparse por sus amigas... "No cabe duda de que estas humanas son increíbles” piensa Ascot mientras que mira a la niña que descansa frente a él, su nombre es Hotaru, la mas joven de las guerreras, no ha despertado desde el último ataque de las bestias de Zaarel, sus amigas la han cuidado sin dejarla sola un instante y es ahora el turno de Ascot...

—Hmmm, Se... Setsuna— Musita débilmente la niña mientras que abre lentamente sus ojos...

—Vaya, ya despertaste, empezabas a preocuparnos...—

—¿Que? ¿Quien? ¡Ah, es usted señor! ¿que hace aquí? ¿Dónde estamos?—

—En casa de Michiru—

—¿Donde están ellas?—

—Están entrenando, me dijeron que te cuidara— Ascot acerca su mano a la frente de la niña sin dejar de sonreírle...

—Ya no tienes fiebre, me alegro, empezabas a preocuparme, ¿Cómo te sientes?—

—Yo... yo me siento bien señor, de hecho me siento mejor que nunca— Dice Hotaru mientras que se alza sobre la cama donde descansaba...

—Vaya, veo que puedes estar en pie—

—¿Donde están entrenando mis amigas?—

—En el templo de Rei—

—¿Desde cuando estas aquí?—

—Desde hace unas horas, ¿por que lo preguntas?—

—Entonces debes tener hambre... ¿Quieres algo de comer?—

—Vamos pequeña, acabas de despertar, estuviste inconsciente durante dos día, no crees que es muy pronto para pensar en hacer de comer—

—No se preocupe señor, me siento bien, además yo también tengo hambre, es lo menos que puedo hacer por quien me cuido...—

Ascot sonríe mientras que mira a la niña dirigirse hacía la cocina, asombrado, mira como toma un sartén y hábilmente comienza a cocinar un plato típico...

—Eres muy buena cocinando...—

—Mamá  Michiru me enseño—

—¿Mamá  Michiru?—

—Si, ella y papá  Haruka me cuidan desde que era un bebe—

—¿Papá  Haruka? Quieres decir que Haruka y Michiru...—

—Ellos me cuidan desde hace tiempo...—

—Ya veo... tiene suerte...—

—¿Quien señor?—

—Haruka... Ah, en fin—

—Tome señor, es un poco de Tepanyaki, espero que le guste—

—Esta delicioso, se parece al denalama que preparaba Pamela... cocinas muy bien pequeña...— Por un segundo Hotaru guarda silencio mientras que mira comer al muchacho, pero de inmediato lo rompe con una pregunta...

—La quería mucho verdad señor?—

—A quién—

—A esa chica, a... Pamela—

Ascot deja de comer para bajar el rostro ante Hotaru.

—Lo siento, yo no quise—

—No... esta bien, si, la quería mucho, ella siempre me apoyaba, a veces no estaba muy conforme, pero nunca me abandono—

—La extraña—

—Si, a veces pienso en que hubiera pasado si ella no hubiera...— Las palabras de Ascot se ahogan en un suspiro ante la mirada llena de compasión de Hotaru quién se arrepiente de su pregunta

—Lo entiendo señor, lo siento, no debí de preguntarle eso—

—No te preocupes pequeña...—

Contesta Ascot dejando la cara de Hotaru con un gesto de tristeza...

—Sabes, hay algo que no entiendo— Comenta el hechicero tratando de cambiar el tema

—¿Que es señor?—

—He visto pelear a tus amigas, tengo una idea de su poder, pero a ti, no he tenido oportunidad de ver tu poder, solo he visto como utilizas tu lanza, puedes hacer algo mas?—

—Si señor, pero mi poder es tan grande que podría destruir este mundo, es por eso que solo lo uso cuando es realmente necesario—

—¿Podría verlo?—

—No, no lo creo, no quiero destruir este lugar—

Ambos callan por un momento hasta que Ascot sonríe al tener una idea, lentamente comienza a mover las manos haciendo que una estrella de fuego se trace en el aire, un viento frío emerge del extraño portal mientras que Ascot invita a pasar a la pequeña...

—Vamos, solo será un momento—

—Pero señor...— Hotaru titubea por un instante pero de inmediato se decide a seguir al hechicero, ambos cruzan el portal que se cierra tras de ellos para dar paso a un extraño lugar, árido, con un cielo rojo y rocas como únicos accidentes del terreno...

—Donde estamos señor?— Pregunta la niña mientras que mira curiosa el lugar...

—Esto pequeña... es Firegal, una dimensión creada por mi para entrenar, también vengo aquí cuando quiero estar solo, ¿Que te parece?—

—Por que... por que es tan...—

—¿Tan feo? Bueno, cuando lo cree era un lugar hermoso, pero cómo ya te dije venia a entrenar a este lugar, así que poco a poco fue decayendo...—

—Sabe señor, creo que debería de redecorar este lugar...—

Ascot sonríe al escuchar las palabras de la niña quien se acerca a las rocas mientras que dice...

—Por ejemplo, unas flores en este lugar no le harían daño a nadie, y tal vez un lago por aquí, si... ya lo estoy viendo—

La risa de Ascot resuena por el extraño lugar mientras que Hotaru sonríe al escucharla...

—Sabes niña, eres la primera persona que me hace reír de esa forma desde que llegue a este mundo, pero.... tal vez después piense en adornar este lugar, ahora... quiero que me muestres tu poder

—Esta bien señor— Contesta Hotaru mientras que se transforma

—Aléjese señor, no quiero que salga lastimado—

Ascot obedece a la pequeña y rápidamente vuela hacia atrás de la niña, lentamente Hotaru deja su lanza en el suelo y acto seguido  un vapor púrpura sale de su cuerpo, un remolino de energía comienza a rodearla mientras que el piso a sus pies comienza a agrietarse, Ascot no puede evitar el que una sonrisa se escape de sus labios al sentir el enorme poder de la niña que sigue aumentando al momento que el remolino empieza a cerrarse para crear una especie de esfera...

Un grito de Hotaru es lo que precede a una gran explosión que destruye todo lo que estaba dentro de la esfera ante la mirada de Ascot quién mira fascinado el poder de la niña mientras que las rocas cercanas vuelan hechas polvo por el ataque...

Un leve zumbido comienza disiparse dejando tras de sí la silueta de Hotaru que comienza a caminar en dirección del hechicero.

—¿Le... le gusto señor?— Pregunta la pequeña sin poder dejar de tambalearse...

—Es... impresionante pequeña—

Hotaru sonríe al escuchar las palabras de Ascot pero de pronto siente que sus piernas se doblan obligándola a caer al suelo...

—¡Hotaru!— Grita el muchacho al momento que vuela rumbo a la pequeña que yace inconsciente a sus pies —¡¿Hotaru estas bien?!— Pregunta Ascot mientras que toma a la niña en sus brazos.

Lentamente Hotaru abre los ojos para encontrar el rostro de Ascot frente al suyo, sus mejillas se tornan de color carmín al sentir el aliento del chico en sus labios y ver sus ojos que la miran preocupados —Lo siento, no debí de presionarte, aún estas muy débil, pero no te preocupes regresaremos a casa...—

—Le gusto señor...— Pregunta débilmente la pequeña

—Ya te lo dije, tu poder es impresionante— Contesta Ascot y antes de que otra cosa suceda  abre otro portal con una de sus manos, el fuego que surge de ellas vuelve a crear una estrella de la cual emana una corriente de aire que invita a pasar a ambas personas...

Ascot toma a la niña en sus brazos para cruzar una vez mas por el extraño portal delante del cual las sombras comienzan a tomar forma

—Lo ves... estamos de vuelta— Dice Ascot al terminar de salir del portal.

Camina por los pasillos de la casa hasta llegar al cuarto de Hotaru, lentamente, coloca el cuerpo de la niña en la cama que ocupaba mientras que le sonríe. —Descansa pequeña, cuando despiertes estarás mejor—

Hotaru también le sonríe el muchacho mientras que este la arropa con cuidado y toma asiento a su lado...

—Señor—

—Si pequeña—

—¿Me cuidara mientras duermo?—

—Estaré a tu lado niña, duerme tranquila, yo estaré aquí, te lo prometo—

—Señor...—

—Si—

—Puedo pedirle un favor...—

—¿Que es pequeña?—

—Puede llamarme Hotaru, no me agrada que me llamen niña—

Una sonrisa en el rostro de Ascot acompaña su respuesta...

—Esta bien, pero entonces deja de llamarme señor, llámame Ascot—

—Esta bien señor...— Dice Hotaru mientras que sus ojos comienzan a cerrarse ante la sonrisa del hechicero quien mira su rostro...

—Duerme niña... duerme tranquila, yo te cuidare... Hotaru—

 

Cerca...

No tan lejos pero si lo suficiente...

El abuelo de Rei y Nicolás no están, recibieron una extraña invitación para una fiesta en las afueras de Tokio, aun cuando sea falsa ellos aceptaron, y aun cuando sea falsa les tomara tres días el ir y regresar de ese lugar, es por eso que ahora el templo quedo al cuidado de Rei, y es por eso que ahora el Dojo, el templo, y todo el bosque detrás de el sirve de campo de entrenamiento para estas guerreras...

La que se mueve sigilosa por entre los árboles con su espada en mano, Marina le llaman, sabe que esta no será una pelea fácil, pero que no vera morir a otro amigo, nunca, no lo permitirá...

Bonitos pensamientos, pero que son cortados abruptamente por el crujir de una rama detrás de ella, por instinto mas que por habilidad, Marina toma su espada y rechaza el ataque... —vaya, una flecha de fuego, quien es, ¿Lucy? ¿Rei?— grita la chica mientras que busca entre los  árboles a la responsable

—Eres muy buena— Contestan por entre las sombras, al mismo instante que decenas de esferas de fuego atacan a la chica que las esquiva hábilmente

Tu también Rei, da como respuesta Marina al darse cuenta de quien es su oponente,

—pero si no fuera por los guantes que les dio Ascot no serian rivales para mi—

—Tal vez pero recuerda que ustedes también incrementaron sus poderes— Ambas chicas se esperan inmóviles un nuevo ataque, ya no hablan, ambas comparten el silencio mientras que se miran desafiantes, Marina es la primera en atacar, extiende sus manos de las cuales surge una corriente de agua pero que no da en el blanco...

—Te mueves rápido hermana—

Rei no contesta, ella también tiene lo suyo, le llama "Fuego de Marte" y aunque originalmente no era tan poderoso, ahora es capaz de destruir todo el bosque si ella así lo desea, pero ese no es el caso en este momento, se conforma con derribar a Marina mientras que le grita...

— Ya es suficiente Marina, ya...—

—¡Ríndete Ami! no puedes contra mi tormenta verde...—

—Nunca—

La que dio la advertencia es Anais, la otra, la que esta en el suelo es Ami, ambas han encontrado en la otra una compañía casi placentera, ya sea para estudiar, trabajar, o en este caso... para pelear.

Ami reacciona rápido tomando por sorpresa a Anais, sus burbujas de mercurio ciegan a la chica mientras que la rapsodia acuática la golpea de frente, Anais también cae junto a su oponente que se aleja de un salto —Vaya, no esperaba eso— Murmura Anais mientras que comienza a seguir a la chica que escapa por entre los árboles...

Una corriente de aire delata a Ami quien ataca una vez mas a Anais, esta responde con su tormenta verde haciendo que ambos poderes choquen creando una especie de tornado que se disipa en el aire, las dos chicas sonríen al mirar su poder mientras que comienzan a adentrarse mas en el bosque...

En el templo... mas específicamente dentro de Dojo, el brillo de dos espadas se refleja con el sol, la pelirroja es Lucy, la otra es Haruka, una es la líder de su equipo, la otra ha demostrado ser demasiado necesaria para el equilibrio de las Sailors.

Cada una tan diferente como parecida a la otra, incluso las dos han sido dotadas con espadas, y el que una no la utilice de una forma tan común como la otra... no quiere decir que no sepa usarla.

El sonido de metal contra metal inunda el Dojo, los rostros de ambas chicas lucen cansados por el esfuerzo, Haruka vuelve a atacar mientras que Lucy la espera paciente...

Uno a uno los ataques de Haruka son esquivados por Lucy quien sonríe al pelear, ambas espadas se contienen una a la otra mientras que las contrincantes se miran a los ojos...

—Eres muy buena con tu espada niña—

—Gracias, pero no solo con la espada ¿sabes?—

Haruka no comprende el comentario de Lucy hasta que mira brillar su mano de la cual se desprende una flecha de fuego que golpea a Haruka en el pecho y la manda en contra del muro del Dojo

Rápidamente Haruka vuelve a ponerse de pie aun doliéndose del ataque de su contrincante, solo tiene tiempo de recoger su espada cuando mira a la chica abalanzarse sobre ella.

—Pues yo tampoco dependo de mi espada— Grita Haruka mientras que lanza su espada en contra de Lucy que la evade con facilidad dejando que esta se clave en la pared...

—¡Ja! Fallaste— Dice Lucy mientras que mira la espada clavada en el muro.

—¡¡Tiembla tierra!!— Grita Haruka mientras que Lucy apenas voltea el rostro para recibir el ataque de la chica que la manda fuera del Dojo rompiendo la pared...

—Yo tampoco dependo de las armas— Grita Haruka mientras que patea la espada de Lucy mandándola fuera del Dojo. —Además yo también poseo mas poder del que aparento...

Fuera... tres chicas pelean haciendo uso de la magia de la que fueron dotadas, Lita y Mina, ambas integrantes del primer equipo de Sailors Scouts se mueven rápido tratando de evitar los embates de la tercera chica, su nombre es Michiru, ella no es parte de las Sailors desde el comienzo , de hecho hubo un momento en que trato de apartarlas de su camino, pero eso fue antes, ahora no piensa en eso, ahora cada músculo de su cuerpo se tensa mientras que ataca a sus amigas, le llama "Maremoto de Neptuno" un ataque ya de por si poderoso que se vio aumentado gracias a un hombre, el hombre que hizo sentir a Michiru algo que nunca pensó sentir por otra persona que no fuera Haruka, pero así fue...

Piensa en ese hombre, Michiru titubea un segundo al pensar en Ascot, se descuida, algo que puede ser fatal en una pelea, tiene suerte de que ahora solo sea un entrenamiento, pero no por eso es menos doloroso recibir dos ataques a la vez, "hojas de roble" y "cascada de Venus" ataques de niñas piensa ella mientras que da una vuelta hacia atrás para evitar un nuevo ataque, otro error, el subestimar el poder de un oponente, en especial cuando ha sido aumentado y mejorado gracias a la magia, algo que Michiru aprende al sentir volar su cuerpo mientras que el suelo frente a ella se levanta y explota.

Mina y Lita se dan la mano al mirar el cuerpo de Michiru tendido en el suelo, un gusto que no dura mucho, solo hasta que Michiru se vuelve a levantar para atacar a las dos chicas que saltan para evitar el ataque, no lo logran, aún cuando no fue de frente, la explosión causada por este las alcanza haciéndolas caer ante Michiru, indefensas, no pueden hacer otra cosa que el ver como las manos de Michiru brillan frente a ellas, solo sienten un golpe antes de darse cuenta que están dentro del templo, la pared frente a ellas esta rota, sin embargo aun tienen el poder suficiente como para contestar ese ataque, de un salto ambas mujeres se levantan para encarar a Michiru que las espera en el otro extremo, ambas chicas salen por el agujero que abrieron por la pared dejando que la luz del sol se cuele hacia lo que era un cuarto oscuro.

No voltean, siguen peleando sin detenerse mientras que se alejan cada vez mas del templo. Desde dentro de él, un par de ojos siguen sus movimientos hasta perderlas de vista, cuando se sabe sola una vez mas, la chica llamada Serena sale de entre las sombras y vuelve a sentarse con la cabeza entre las piernas, sabe que ahora ella debería de entrenar como las demás, no lo hace, esta demasiado asustada con lo que pasa como para entrenar, se siente sola, aun cuando sabe que ahora tiene mas amigas que pelearan a su lado, ella se siente en verdad sola... y piensa, en un hombre, su nombre es Darien, el hombre con el que habrá de casarse, el hombre con el que habrá de tener una hija, el hombre que ahora se encuentra estudiando en otro continente y que por la misma razón no peleara a su lado... si tan sólo estuviera con ella, tal vez compartiría el entusiasmo de sus amigas, pero no es así, pero si se lo dice a alguien todas se van a dar cuenta de que esta muy asustada, no puede fallarles ahora, no si el enemigo es tan poderoso.

Por un momento la voz dentro de Serena calla mientras que sus pensamientos vuelan junto con el aire, de pronto, el murmullo de las voces de sus amigas la interrumpe

"Llego Ascot" se escucha a lo lejos mientras que la figura del hechicero junto con la de Hotaru se distinguen sobre los árboles.

El sonido provocado por sus amigas se disipa mientras que estas comienzan a correr a recibir al hechicero, al igual que ellas, Serena se levanta y comienza a caminar, "Ascot, si el supiera" Piensa mientras que corre cómo autómata.

El entrenamiento sigue bajo la tutela de Ascot quien las mira tranquilo e impasible, el segundo día de entrenamiento transcurre de igual manera pero a diferencia del día anterior donde entrenaron hasta el amanecer, esta vez concluye al asomarse la primera estrella indicando que ya es de noche, las trece chicas se reúnen al lado de su nuevo aliado quién las espera sonrientes al lado de una hoguera...

Al igual que Ascot, las chicas se sientan alrededor del fuego en espera de lo que el hechicero diga...

—Bueno... mañana en la noche, si lo que dicen Ami y Anais es correcto, Zaarel y otros guerreros llegaran a este planeta, yo... yo se que no aceptaran, pero quiero insistir una vez más en que me dejen pelear sólo—

Ninguna contesta, todas miran al muchacho con un gesto de desagrado que es más que suficiente para que el hechicero comprenda el mensaje...

—Si, lo sabía, solo quería hacer el intento, bueno, entonces solo me queda desearles suerte, no habrá entrenamiento el día de mañana , ya no podrán pelear si saben que sólo les resta un día, el día de mañana, quiero que lo disfruten cómo quieran, con sus familias, con sus amigos, con la persona que aman, no quiero que nos volvamos a ver hasta el anochecer, será entonces cuando tendrán que demostrarme lo que han aprendido....—

Callan, a decir verdad todas las presentes esperaban un entrenamiento especialmente difícil el día de mañana, pero esta bien, después de todo es una muy buena idea, “Casi no han tenido tiempo de divertirse desde que conocieron a Ascot" piensan mientras que miran cómo el hechicero se desvanece en el aire, al igual que el, las trece chicas se despiden deseándose una buena noche, cada una de ellas echa a caminar rumbo a un lugar distinto, "Tal vez vayan a divertirse" Piensa Serena  al dar la vuelta y alejarse en la oscuridad, hace frío, comienza a correr sin saber por qué, lo único que desea es llegar a su casa y estar sola. La luz de la luna la sigue hasta llegar a su hogar, entra, no saluda a su madre ni a su hermano, no cena, no les extraña, ha estado así desde que Darién se fue, probecilla. Rendida, Serena se arroja sobre su cama y llora, ya ni siquiera sabe por que, mira a su alrededor, Luna no esta, esta sola, "Dios, que es lo que me pasa? Me comporto cómo una niña" Es lo último que piensa Serena antes de que sus ojos se cierren y aún cuando ella no lo deseaba, se queda dormida, no piensa, no sueña, y si lo hace no puede recordarlo, simplemente duerme... tranquila, sin recordar, sin esperar nada. Una noche placentera, una noche que termina cuando la luz del sol se cuela por la ventana...

—!Serena! ¡Baja a desayunar!—

"¿Y eso? ¿Es que ya amaneció?"

—Serena dormilona, ya son las doce del día y tu aún sigues en tu cama—

Su hermano, generalmente esta escena se repite a diario, ella se para corriendo de su cama y persigue a su hermano hasta que este se oculta en el baño, Generalmente, hoy no, hoy para sorpresa de del chiquillo, serena lo abraza y lo besa en la frente, por que? No lo sabe, pero aún así corre hacía el baño sin esperar que ella lo siga. Una leve sonrisa se advierte en el rostro de la chica mientras que baja por las escaleras, abraza a su madre y a su padre sin que estos la comprendan, se sienta a la mesa y se dispone a desayunar lo Hot Cackes que le preparo su madre, "Es curioso, me siento muy bien" Piensa la chica mientras que se lleva un trozo del pan a la boca.

—¿Vas a salir con tus amigas el día de hoy— Pregunta la madre de Serena

"No, nos prepararemos para salvar al mundo mamá" Que fácil sería contestar eso

—No... no lo creó—

—Pero, ¿Por qué? Tu y tus amigas esta de vacaciones y es Sábado, cuando era joven siempre salía los sábados por la tarde—

—Si, pero es que...—

Serena no termina, el chillido de la puerta de su casa al abrirse la interrumpe, dejando pasar la silueta de una chica...

—Buenos días señora, esta Se... ¡Ah pero si estas aquí, pensé que habrías salido!—

—Buenos días Ami, que estas haciendo por aquí?—

—Vine a ver a Serena, pensé que tal vez podría salir a dar una vuelta conmigo—

—Pero claro, es sólo que se despertó un poco tarde, pero no hay problema—

—Ami... ¿Qué estas haciendo aquí?— Pregunta Serena mientras que mira a su amiga

—Yo... sólo venia a verte, pero si ya tenias otros planes...—

—No, no, es sólo que me sorprendió el verte aquí, pero estaré lista en un momento, iré a cambiarme—

Pasan unos minutos antes de que ambas chicas estén listas para irse, Serena se despide de su madre mientras que sigue a Ami quién ya va a media calle...

—¿Y bien?—

—¿Qué quieres decir Serena?—

—¿Qué estas haciendo aquí? Pensé que pasarías el día con...—

—¿Con Richard?— Pregunta Ami mientras que alza el rostro para mirar a la nubes

—Si, con Richard—

—Bueno, a decir verdad yo también, pero Richard fue a estudiar a Kanazawa, así que pensé, ¿Por qué no ir con Serena, después de todo Darién tampoco esta en la ciudad—

—Entonces ya somos dos chicas solitarias en busca de alguien con quién pasar el día— Dice Serena mientras que Ami sonríe ante el comentario

—¡Pues entonces ya somos cinco!— Grita una voz por detrás de Serena y Ami

—Rei, Mina, Lita, ¿qué están haciendo aquí?— Pregunta Ami al descubrir a sus tres amigas detrás de ellas

—Nosotras también venimos a buscar a Serena pero nos dijeron que acaba de salir—

—Si, también pensamos que la mejor forma de pasar este día es con nuestras amigas—

—Y además Nicolás no llegara hasta pasado mañana, así que estoy sola otra vez—

—Vaya, gracias chicas, sólo desearía que Haruka y las demás chicas estuvieran aquí—

—Pues deseo concedido Serena— Se escucha decir a la voz de Haruka quién aparece al dar la vuelta a una esquina.

—Haruka, Michiru, Setsuna, Hotaru, que...—

—Nosotras también pensamos que sería mejor si pasábamos el día con ustedes—

—Si, Haruka y yo hemos tenido algunas fricciones últimamente pero creó que aún podemos divertirnos juntas—

—Si, no hay una mejor forma de divertirse que con los viejos amigos—

—... ¡O con los nuevos!—

La voz es de Lucy quien, junto con Marina y Anais se acercan por el otro extremo de la calle.

—Claro, si no les molesta— agrega Marina

—No, claro que no, nos agradaría el que nos acompañaran— Contesta Michiru mientras que saluda a las demás chicas.

—¿Ustedes tampoco tienen novio?— Pregunta Mina mientras que mira a Lucy y las demás

No contestan, a excepción de Anais, las demás chicas saben que si hubo alguien especial pero que ahora esta ya es tarde para decírselo.

—Yo lo siento no quise—

—No, no hay problema, no tenemos novio—

—Si, así que si conocen a alguien—

—Si conociéramos a alguien no estaríamos aquí— Contesta Lita provocando las risas de sus compañeras...

Así es comienza el día para estas chicas, un paseo rápido por las tiendas departamentales del rumbo, un rico desayuno en el restaurante Uchanss, una visita a la feria local, el inminente coqueteo de chicos ante un grupo de mujeres tan hermosas, la visita obligada al centro de videojuegos, en resumen es un día placentero y agradable para las doce chicas...

Ríen, cómo si no fuera a ocurrir nada, junto a sus risas una mirada las sigue atentas desde el aire

" Se divierten, esta bien" Piensa Ascot mientras que se aleja del lugar sin que nadie lo vea. El no se divierte, no ríe, tampoco pasea, solo echa a volar rumbo al sol ... y piensa.

Mira a su alrededor, de entre sus ropas saca una extraña medalla, cómo una cruz, es lo último que le queda de su vida pasada, antes de Céfiro, cuando ella aún vivía, ella se la dio, recuerda su rostro mientras que una sonrisa inunda su rostro, una sonrisa que se ve opacada por un pensamiento, Ascot se detiene y permanece inmóvil. Sabe que esta cometiendo un error, pero ya es muy tarde para remediarlo, junta sus manos, y hace lo único que pude hacer... Ruega, ruega por el perdón de un dios en el cual ya no cree.

Arriba...

—... ¿Cuánto falta?—

—Tres horas, tal vez menos—

—Bien, ¿Dónde esta Shouten?—

—Aún esta dormido señor, ¿Quiere que lo despertemos?—

—No, déjenlo así, ¿Ya pudieron encontrar a Ascot?—

—Sabemos que esta en esa isla señor, no tenemos su localización exacta—

—Muy bien, entonces vamos ahí—

—Pero señor, no cree que Shouten podría molestarse si aterrizamos en un lugar habitado—

—Si... es una lastima verdad, pero ahora esta dormido, y por tu bien espero que no despierte hasta después de que hallamos aterrizado, ¿Esta bien?—

—Si señor—

Abajo...

—Miren, ya esta obscureciendo—

—Si, tienes razón, será mejor ir al templo—

—Chicas...—

—Qué es lo que pasa Serena—

—Yo... yo quería decirles que... me divertí cómo nunca, y... si esta es nuestra última pelea juntas, yo... solo quería decirles que conocerlas a todas ustedes es lo mejor que me ha pasado—

Sonríen, tanto Sailors cómo Guerreras, todas saben que el sentimiento es mutuo, no hace falta decirlo por que sus miradas lo dicen a gritos, no hablan, sólo corren rumbo al templo de Rei con un pensamiento en la mente, si esta es la última pelea, no se les ocurre una mejor forma de enfrentarla que junto con sus amigas.

Cuando llegan ahí Ascot ya las esta esperando, inmóvil, viendo hacia el cielo , esperando que comience, sus discípulas lo rodean mientras que alzan la mirada, la luna llena es hermosa piensan mientras que miran el gran círculo blanco, entonces comienza, una sombra rojiza opaca el brillo de la luna empezándola a cubrir, poco a poco el cielo se tiñe de rojo mientras que las personas miran asombradas lo que pasa, también las guerreras de la Luna Mágica la miran con curiosidad, no asi Ascot, quién fija su atención en otro punto, una estrella, una estrella que va cobrando forma y aumentando su tamaño mientras que parece acercarse a la tierra, así es, en cosa de segundos lo que parecía una estrella se convierte en una nave que se envuelve de fuego al cruzar la atmósfera, en ese instante las personas que corren en busca de refugio saben que eso no es común en una eclipse, no saben que es, pero por la forma en que se acerca al ciudad no parece ser algo bueno, un brillo ilumina la noche cuando la extraña nave parece chocar contra la tierra.

Sin inmutarse siquiera, Ascot se levanta e indica a sus alumnas que lo siga, así lo hacen, sin hablar, sin decir nada, solo lo siguen, tal vez a enfrentar su muerte, tal vez no, ni siquiera lo piensa, tan solo...

...lo siguen

 

CONTINUA...