Ramón
Marrero Rosa
(1925-2004)
Don Moncho (o abuelo Moncho, como era
conocido
en su Iglesia)
partío con el Señor el 4 de septiembre del 2004 luego de
librar una
batalla con el cáncer. Su partida ha dejado un profundo
vacío.
Puertorriqueño de cuna humilde, soldado y mecánico de
profesión, era un
hombre destruído cuando Dios se le reveló. Rinde su
vida
incondicionalmente al Señor y comienza su ministerio
multifacético.
Predicador, educador, defensor de los no-nacidos, capellán,
diácono,
evangelista, cocinero, "handy-man", todo y en todo por amor al
Señor.
Nunca se le conoció un "no" como respuesta cuando de servirle al
Señor
se tratara, sin importar dónde, cuándo, o
cómo. Su legado a todos los
que le conocieron fue: " y yo
con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me
gastaee del todo por amor de vuestras almas..."(2 Corintios
12:15) y "Todo lo puedo en Cristo que
me fortalece" (Filipenses 4:13)
Su recibimiento en el cielo fue todo un
acontecimiento. Ángeles y
hermans en la fe se dieron cita para estrechar la mano de ese hombre
sencillo y humilde que se añade a la Galería de la Fama
de los grandes
hombres de la fe.
En memoria a su dedicación, su
empeño
por la excelencia y su
compromiso con el Señor, hoy lo honramos al ponerle su nombre a
nuestra
Academia. Que al pronunciar su nombre recordemos siempre lo que
Dios
puede hacer con una vida entregada a Él.
Que ésta sea nuestra meta:
Preparar
hombres y mujeres
comprometidos con el Señor, hombres y mujeres que descubran y
desarrollen el potencial que Dios les ha dado, hombres y mujeres que
sepan gastarse por el Señor.
Que
así sea.
7
de agosto del 2005
Academia Cristiana Ramón Marrero
Caguas, Puerto Rico