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Cynotilapia afra

Autor: Manuel Zapater.

En este breve articulo pretendo describir el mantenimiento de esta especie, que considero personalmente una de las más atractivas y sencillas del grupo de los incubadores bucales del lago Malawi.

Empezaré por una descripción del pez en cuestión. Los machos son los mayores y más coloreados, no sobrepasan los 8 cm. de longitud. El color de fondo es azul pálido, atravesado por hasta 8 rayas verticales más oscuras, que se vuelven casi negras en época de celo. Las aletas pectorales y anal son negras, mientras que en la dorsal se encuentran las prolongaciones de las bandas verticales que cruzan el cuerpo, siendo el borde superior amarillo. Las hembras son de color marrón con las aletas amarillo pálido.

Cynotilapia afra. Ejemplar macho juvenil.

Los parámetros de mantenimiento no tienen mucha importancia siempre y cuando el pH sea superior a 7,5 y la dureza mayor de 20 º dH. La temperatura adecuada es de 25 º C, aunque son poco sensibles a cambios, siempre y cuando no sean demasiado bruscos. El volumen mínimo para mantener 1 macho y 3 ó 4 hembras es de 200 l.

En cuanto a salud, son peces muy resistentes, como casi todos los incubadores bucales y sólo he tenido algún caso de hongos cuando han cambiado bruscamente las características del agua, por ejemplo, al devolverlos del estanque que ocupaban en verano al acuario en que pasan el resto del año. Estas infecciones se solucionan sin problemas con azul de metileno u otros medicamentos más específicos.

Para hacerse con un grupo interesante de esta especie, lo mejor es adquirir unos 8 ó 10 subadultos, si es posible procedentes de distintos criadores, para poder elegir el macho que antes se coloree y quedarnos con las hembras de mayor tamaño. Los machos restantes no conviene que se queden con el dominante, ya que a partir de los 5 – 6 cm de tamaño, éste empieza a mostrarse agresivo con sus congéneres del mismo sexo.

El comportamiento interespecífico es bueno, aunque es un pez bastante dado a ocupar un territorio, puede haber algún problema en época de celo, pero no suele acarrear consecuencias importantes.

El único problema de este pez, como buen incubador bucal, es cuando hay más de 1 macho en un acuario, el dominante no tolerará a ningún otro macho cerca de él, por lo que se debe tratar de evitar esta situación desde que veamos a los alevines (que son bastante fáciles de obtener) empezar a colorearse.

Como compañeros de acuario, recomiendo preferentemente otras especies similares en tamaño y comportamiento, como Labidochromis, Labeotropheus, Iodotropheus, etc. Tampoco he tenido problemas con Lamprologus o Julidochromis siempre que el volumen sea importante.

No recomiendo el mantenimiento de esta especie con otras mayores y más agresivas como Melanochromis o Pseudotropheus, ni con otras demasiados tímidas como el grupo Aulonacara, Sciaenochromis, etc.

La reproducción es sencilla de obtener, sin tener que dedicar ninguna atención especial, ya que se dará en el momento en que los peces se encuentren confortables en el acuario.

Si la alimentación es buena y los cambios de agua de por lo menos un 10 % semanal, pronto se verá como el macho empieza a cavar cráteres de unos 8 – 10 cm de diámetro debajo de alguna roca a los que intenta atraer a las hembras que estén dispuestas. En este momento es cuando más se intensifica el color de los machos y también su agresividad, aunque no pasan de asustar a los pobres despistados que se acercan a su territorio.

La incubación de los alevines dura unas 3 semanas a 25 º C y cada hembra puede liberar de 6 a 14 pececillos de color negro y 1 cm de longitud, más o menos cada dos meses. Si se quieren obtener crías, recomiendo sacar la hembra y dejarla en un acuario tranquilo para que las suelte sin riesgos de que sean confundidas con comida viva por parte de los demás habitantes del acuario.

Para los criadores con más experiencia, es posible sacar los alevines de la boca de la hembra después de unas dos semanas de incubación sin ningún riesgo. Los pequeños siguen adelante sin problemas y podemos dejar a parte a la hembra durante unos días para que empiece a alimentarse. De este modo obtendremos siempre algún alevín más que si dejásemos que la hembra los liberara de forma natural.

El crecimiento de los alevines no es excesivamente rápido, alcanzan su tamaño adulto después de 1 año, pero como compensación tengo que decir que pueden alimentarse con comida seca, congelada o viva desde el principio y son tan resistentes como los adultos.

Personalmente, guardaba los alevines en un acuario de 40 l. hasta que medían unos 3 cm y luego los pasaba a otro acuario más grande (200 l) en compañía de peces tranquilos como guppys, xiphos, platys, barbos, etc. Quizás no sea lo más adecuado, pero estaba obligado por problemas de espacio. De esta manera no tuve nunca ninguna baja.

A partir de unos 5 cm las hembras pueden pasar al acuario de los peces adultos, pero no conviene hacer lo mismo con los machos, ya que se verían amenazados por el dominante de la pecera y al ser menores, correrían graves riesgos.

Como conclusión, recomiendo el mantenimiento de esta especie a todos aquellos que quieran introducirse en el mundo de los incubadores bucales africanos, ya que tiene un colorido espectacular y un comportamiento interesante, además de conformarse con un volumen de agua moderado debido a su pequeño tamaño. Todo esto son ventajas con respecto a otros peces, quizás más fáciles de obtener como los Pseudotropheus o Melanochromis, que requieren una experiencia un poco mayor.

Quizás la insistencia que podamos hacer sobre los vendedores de peces tenga como recompensa la disposición de peces distintos a los que siempre encontramos y nos proporcionen tantas satisfacciones como lo han hecho estos cíclidos para mí durante muchos años.

Manuel Zapater.  05/99

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