Gina Lollobrigida
Adorada como símbolo sexual por toda una generación de espectadores, Gina Lollobrigida encarnó el prototipo de la mujer voluptuosa y ligera en el cine de los cincuenta y los sesenta. Estudió bellas artes, canto y drama en Roma, y, tras hacerse popular como modelo de fotonovelas y participar en varios concursos de belleza, empezó a trabajar como extra de cine tras el final de la segunda guerra mundial. Hasta mediados de los cincuenta, trabajó en películas de diversos géneros, entre las que se destaca el elogiado drama Sucedió así (1952), que la proyectó en su consuetudinario papel de mujer fácil, acusada de asesinato en un pequeńo pueblo. Su belleza exuberante y sus picantes caracterizaciones la hicieron enormemente popular en Italia a partir de Pan, amor y fantasía (1953), la primera de varias comedias románticas en las que la actriz arrastraba a la tentación a Vittorio de Sica, entre otros coprotagonistas. El gran juego (1954), La romana (1954), La provinciale (1955) y Anna of Brooklyn (1958) contribuyeron entre otras cintas a la imagen de mujer fatal de la "Lollo", como se la conoció durante ańos en Italia. Contratada en Hollywood a fines de los cincuenta, la actriz intentó refinar esta imagen a través de la década siguiente en diversos dramas y comedias, y, en 1963, obtuvo un resonante triunfo internacional como la hermana encantadora y lasciva de Napoleón Bonaparte en Venus imperial (1962). Sus caracterizaciones, sin embargo, permanecieron marcadas por su propio estereotipo de seductora, y obtuvieron reseńas progresivamente desfavorables de parte de la crítica. A partir de los setenta, la actriz capitalizó su popularidad nacional de los cincuenta como anfitriona de su propio programa televisivo en la Radio Televisión Italiana, y realizó sólo apariciones esporádicas en el cine, más de una vez interpretándose a sí misma.