Manga Films

 

 

Manga Films, modelo de empresa independiente en el panorama audiovisual español, ha conocido un crecimiento espectacular desde su creación en 1993 hasta el presente. Todo comenzó con la introducción de la animación japonesa en el mercado peninsular, especialidad que la firma no tardó en liderar en el sector videográfico gracias al número y calidad de sus títulos. El éxito sin precedentes de la serie nipona Dragon Ball encendió la mecha de una evolución tan vertiginosa como consistente, traducida en la fuerte presencia actual de la casa en los ámbitos del cine, el vídeo, la televisión y las nuevas tecnologías (a propósito de estas últimas, Manga Films demostró ser una visionaria de su potencial al ser la primera compañía ibérica del segmento en exhibir su catálogo de productos en Internet). Pronto el compromiso con el público más joven, ejemplarizado en coleccionables como el citado Dragon Ball GT o el también masivo Teletubbies, dos récords de venta en España, se extendió a las audiencias adultas, poniendo de manifiesto el dinamismo de Manga Films en la gestión de derechos audiovisuales.

En el campo de la televisión, el grupo se convirtió en uno de los mayores proveedores de contenidos a través de miles de largometrajes de todos los géneros, series y documentales de procedencia nacional y foránea. El cine, por su parte, se ha visto beneficiado por una impresionante nómina de películas que han conocido una magnífica respuesta de público, los aplausos de la crítica y los más prestigiosos galardones en festivales internacionales. Sus títulos hablan por sí solos: Very Bad Things (1998),  Despertando a Ned (1998), El baile de Agosto (1999), La cena de los idiotas (1998), Hilary y Jackie (1998) y La fortuna de vivir (1999), entre muchos otros. En este sentido, ha sido crucial la relación entre Manga Films y Sherlock Films, expresada en el vehículo conjunto Sherlock Media, responsable de la distribución de las cintas a las salas, así como, con su equipo de marketing y el de Manga Films, del sustancioso apoyo publicitario de cada estreno en los medios más diversos.

También ha jugado un papel fundamental en el éxito de las obras cinematográficas confiadas a la casa su espíritu de anticipación, materializado en una política de adquisición de derechos que se concreta en el mismo momento de la preproducción de las mismas. Es así como será posible ofrecer a lo largo del año 2000 una tentadora treintena de films en la que sobresalen thrillers como Thirteen Days (2000) de Roger Donaldson y con Kevin Costner o The Criminal (2000) de Julian Simpson y con Steven Mackintosh; la comedia dramática Family Man (2000) de Brett Ratner y con Nicolas Cage; las románticas Dr. T and the Women (2000) de Robert Altman y con Jennifer Aniston o Relative Values (2000) de Eric Styles y con Julie Andrews; dramas como Joe the King (1999) de Frank Whalley y con Val Kilmer, Mi mapa del mundo (1999)de Scott Elliott y con Sigourney Weaver, RKO 281 (1999) de Benjamin Ross y con John Malkovich o Vatel (2000) de Roland Joffé y con Gérard Depardieu y Uma Thurman; las comedias de acción Falsas apariencias (2000) de Jonathan Lynn y con Bruce Willis o Beautiful Joe (2000) de Stephen Metcalfe y con Sharon Stone; las familiares Cocodrilo Dundee 3 (2000) de Paul Hogan, Pinocho y Gepetto (2000) de Michael Anderson y con Martin Balsam o Dungeons & Dragons (2000) de Corey Solomon y con Jeremy Irons, o las comedias White River Kid (1999) de Arne Glimcher y con Antonio Banderas, El pez gordo (2000) de John Swanbeck y con Kevin Spacey, Cheer Fever (2000) de Peyton Reed y con Kirsten Dunst o Company Man (2000) de Douglas McGrath y Peter Askin y con John Turturro.

Además de esta avalancha de títulos ganadores distribuidos por Sherlock Media, en lo que concierne al cine español, el progresivo interés de Manga Films en la participación directa en la producción la ha llevado a intervenir desde (1998) en la de títulos como Ave María (1998) de Eduardo Rossoff y con Juan Diego Botto y Ana Torrent. También merecen atención las estrategias desarrolladas de la mano con Video Mercury y Lolafilms, resultados de las cuales han sido las prontas y triunfales ediciones videográficas de la película más taquillera del séptimo arte nacional, Torrente, el brazo tonto de la ley (1998) de Santiago Segura, y de otros récords de ventas en el sector del VHS, Muertos de risa (1999) de Álex de la Iglesia, y La niña de tus ojos (1998) de Fernando Trueba. Todo esto sin olvidar la fuerte apuesta por el DVD realizada por la empresa, que, amén de contemplar innumerables cintas extranjeras, ha devenido en la invitación de Segura y Trueba a dirigir, y así, a enriquecer, los contenidos en este formato de sus creaciones respectivas Torrente, el brazo tonto de la ley (1998) y Belle epoque (1992) y La niña de tus ojos (1998).

Recientemente independizada de su casa matriz en el extranjero, lo que le procura una posibilidad de gestión más ágil, si cabe, que en el pasado, Manga Films se adentra en el siglo XXI con un catálogo proverbial y bajo una imagen corporativa renovada que hablan a las claras de su confianza en el futuro, cimentada en un presente inmejorable.

 

   

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