Pedro Almodóvar
Además de ser el director vivo más
admirado en su país y más conocido internacionalmente, Pedro Almodóvar es
considerado el catalizador de un nuevo tipo de sensibilidad en la estética
cinematográfica española. Ha explorado los límites del kitsch en la comedia,
el drama y el melodrama, a la vez que ha estudiado la subcultura española y ha
examinado las posibilidades y el significado de la realidad de España como una
cultura occidental alternativa. Sus películas, de gran riqueza visual y cromática,
irresistible humor y un muy logrado
ritmo, se abren a múltiples y profundas interpretaciones, influidas como están
por el drama norteamericano, la comedia española de los años cincuenta y el
surrealismo. En los años setenta, Almodóvar empezó a participar en el
'underground' madrileño, adentrándose en el mundo de la música con su propia
banda, actuando con el grupo teatral Los Goliardos, escribiendo cómics y
relatos y empezando a redactar las ficticias memorias de una actriz pornográfica,
Patty Diphusa. Filmó en super 8 su primera película, Dos putas o
historia de amor que termina en boda (1974). Le siguieron otros cortos
en super 8, hasta que en 1980 dirigió y escribió su primer largometraje, Pepi,
Luci, Bom y otras chicas del montón (1980). Dos años después, triunfó
con Laberinto de Pasiones (1982), a la que siguieron Entre
tinieblas (1983), ¿Qué he hecho yo para merecer esto!
(1984), la ya clásica Matador (1986) y La ley del deseo
(1987). En 1988, recibió una nominación al Oscar por Mujeres al borde de
un ataque de nervios (1988), película con la que ganó el premio al
mejor guión en el Festival de Venecia, y en 1990 consolidó su estilo y técnica
narrativa con ¡Átame! (1989) Su siguiente película, Tacones
lejanos (1991), de interesante textura dramática, fue alabada por la crítica
y el público. Tras la moderada recepción de su producción Acción
mutante (1992), de Álex de la Iglesia, y sus películas Kika
(1993) y La flor de mi secreto (1995), volvió a ganar la admiración
internacional con la sutil Carne trémula (1997). Gracias a la
aclamada Todo sobre mi madre (1999), este director ha demostrado
una vez más que no sólo comprende a las mujeres como pocos artistas, sino que
conoce y es capaz de representar la sexualidad contemporánea y sus más
profundos símbolos e implicaciones de manera magistral. Por este trabajo ha
conseguido galardones de festivales, instituciones y asociaciones de críticos
de todo el mundo, incluyendo el Oscar a la mejor película extranjera, el Goya a
la mejor película, al mejor director y mejor actriz protagonista (para Cecilia
Roth), además de otras categorías de este premio, el Globo de Oro a la mejor
película extranjera, el César a la mejor película extranjera, el David de
Donatello a la mejor película extranjera, la Palma de Oro del Festival de
Cannes al mejor director, entre otros muchísimos premios más que incluyen
también a sus protagonistas, equipo técnico y producción, consagrando
definitivamente al inclasificable maestro manchego como uno de los autores
fundamentales de la cinematografía mundial de finales del siglo XX.