GALLOS

7 de Abril de 1996

Ese amor propio que tanto le hizo falta en el debut, ese espíritu de lucha, esas ganas de no irse con la cabeza gacha al camarín y viajar con la sombra de la derrota a tierras uruguayas, le dio a Sporting Cristal un merecido triunfo sobre Universitario de Deportes por 2 goles a 1, que le devuelve la respiración y las esperanzas para clasificar a la segunda ronda de la Copa Libertadores de América.

Más allá del triunfo, los hinchas del bicampeón tienen muchas razones para festejar. Sin jugar enteramente bien, su equipo le arrebató a su rival el bien más preciado que ostenta: la garra, se regodeó con su impotencia y le aplicó dos severos remezones en el instante que buscaba una salida en medio del nubarrón celeste.

El mérito de los rimenses se acrecienta porque desde los 31 minutos, ya con el marcador en contra, perdieron a Jorge Soto, quien nuevamente confirmó lo lejos que está de conocer lo que significa ser un jugador profesional. Tras ser castigado con una tarjeta amarilla por una falta sobre Alex Rossi, le respondió mal al árbitro y este lo expulsó.

La inferioridad numérica, al contrario de aplacarlos, fue un acicate para los cerveceros, que a partir de ese momento iniciaron un bombardeo, desordenado, es cierto, pero a la larga efectivo, ya que puso de manifiesto las notables flaquezas del bloque posterior merengue, en especial del golero Oscar Ibáñez.

El portero argentino estuvo dubitativo en el juego aéreo, saliendo a "cazar mariposas" en varias oportunidades. Su hasta ese momento segura defensa se contagió de su nerviosismo y las imprecisiones empezaron a aflorar.

BUEN INICIO CREMA

Antes, la noche había sido crema. Apenas al minuto, Martín Rodríguez sirvió un pase largo por encima de los zagueros celestes, dejando en inmejorable posición a Rossi. Este, sin marca alguna y con tiempo suficiente para acomodarse, decidió fusilar y pateó al lugar que no debía: el pecho de Balerio.

Su revancha llegó a los 26 minutos. Esta vez fue Gabriel González autor del pase (soberbio, desde casi la media cancha), otra vez la defensa que ve pasar la pelota y otra vez Rossi solito ante Balerio. Ahora sí tuvo cabeza fría y sobre la salida del todavía uruguayo la puso justa, marcando la ventaja.

El partido tenía vibración, aunque técnicamente era malo. Nunca habíamos visto errar tantos pases a Torrealva, Ferrari, Solano, al propio Julinho en tan corto tiempo. Las imprecisiones se repartían en ambos bandos, pero la "U" prevalecía por su mayor tranquilidad y porque los pelotazos del "loco" abrían brechas en la defensa, apoyados en la desesperante lentitud de José Soto y Asteggiano.

Del lado celeste, el único que luchaba arriba era Flavio Maestri, cuyo permanente "pivoteo" no encontraba buenos reslutados por la falta de colaboración de sus compañeros, en especial Julinho, muy distante de otras actuaciones.

Sin embargo, a partir de la expulsión del menor de los Soto, Universitario se creyó ganador, se aburguesó con la temprana ventaja y pronto se vio apurado. Por eso no extrañó que, a tres minutos del descanso, Asteggiano, de cabeza, estrellara la pelota en el travesaño, cuando Ibáñez no tenía nada que hacer.

EL INGRESO DE RIVERA

Cristal necesitaba jugársela y tras el descanso, Carbone mandó a Rivera en lugar de Struway. Pegadito a la derecha, el "Coyote" se valió de su velocidad para driblear a Carranza y luego a Domínguez las veces que quiso. El "Cheta" había pasado a marcar punta izquierda, cambiando de puesto con el "Puma" quien subió a la volante. La modificación, pensamos, le podía dar más fuerza a la contención crema, ya que Rodríguez no se daba abasto para perseguir a los cada vez más peligrosos Palacios y Magallanes.

Inesperadamente, Markarián ordenó el cambio de Carazas por Carranza y, como dice la canción, todo se derrumbó. Imaginamos que el "Puma" debió estar lesionado, porque quien necesitaba irse a las duchas con urgencia era Guadalupe, una rémora mientras estuvo en la cancha por su falta de tino para desplazarse sobre el verde y torpeza para zafarse de la marca.

Sin Carranza en el campo, las puertas de la punta derecha se le abrieron a Rivera. Palacios creció, Magallanes se decidió a tocar, Garay empujó de atrás y la defensa crema empezó a sufrir.

Fruto de ese bombardeo inclemente, vino el empate: córner desde la derecha, cabezazo de Asteggiano al centro (los defensas de la "U" nunca ganaron una pelota por alto) y el brazo de Espinoza que se interpone. Penal, que Solano con un disparo a rastrón, pegado al palo izquierdo de Ibáñez, convirtió en el 1-1.

Ooole, ooole. "Vamos a ganar, vamos a ganar", Flavio Maestri abre los brazos y alienta al cortejo celeste que regresaba del festejo del gol de Solano. El empate había sido. Y aún quedaba harto tiempo en el reloj. Ahí van, ahí luchan. Fuerza, señores.

Ooole, Ooole. "Vamos a ganar, vamos a ganar", grita Carbone, en sus pocas apariciones sobre la raya en el complemento. Se ladea, cierra un ojo, y señala con el dedo los lugares por donde debía transitar el peligro celeste hacia la puerta crema. Esta vez, la defensa rival era la que vivía en zozobra y había que aprovecharlo todo, cada espacio libre, cada espalda al descubierto, cada nervio suelto, todo. Porque Maestri, en su regreso, no se detiene en su porfía y choca, y arremete, y auneue el gol no fue con él, va abriendo caminos. Ahí va, ahí luchan. Fuerza, señores.

Ooole. Ooole. "Vamos a ganar, vamos a ganar". La sur no estuvo llena, pero la gente que se cubrió de celeste le dio alma al cemento y prendió la noche. Apasionado el hincha, no titubeo en su fe. Y, apenas vio que el equipo dejó la timidez inicial de quedarse con diez hombres, apenas se sacudió del miedo a perder y le puso el pecho al riesgo, el hincha le subió todo el volúmen a su entusiasmo para brindarle empuje y valor a esas casaquillas celestes que buscaban una mejor suerte allá abajo. "Somos menos, pero somos más". Ahí van, entonces, a luchar centímetro a centímetro. Fuerza, Cristal.

Julinho no podía olvidarse de jugar al fútbol. No, señor. Anda con perfil bajo, medio escondido de aquella imágen pícara y valiente que el creó para sí; pero sabe que no podía irse sin hacer una jugada que renuncie a largarse al olvido. Tenía que dejar siquiera una para el recuerdo. Y llegó a los 27 minutos del segundo tiempo. En su mejor jugada de todo el partido, Julinho sirvió un excelente pase cruzado a Palacios que encontró fuera de lugar a los centrales cremas.

Palacios no podía olvidarse de jugar al fútbol. No señor. Su voluntad no se quebró por la marca fuerte, tampoco porque su capacidad aún no discurre por un óptimo nivel. Pero se acerca. Ya llega a ser el de antes. Por eso, cuando a los 27 minutos sus botines reciben el balón, cuando encara con suficiencia hacia el arco y hace inútil la cobertura de Espinoza y el lento Barco, cuando deja que el guardapiolas Ibáñez gaste su chance y apueste a cubrir su primer palo, ya se sabía que "Chorrillano" tenía que poner el del triunfo. Saca el remate cruzado, a media altura, para que nada se interponga, y a las redes. Ooole. Ooole.

En la tribuna pocos lo creían. Con diez hombres, Sporting Cristal le ponía marco celeste a una noche que arrancó crema y luego se fue destiñendo. Y la diferencia pudo ser mayor, porque mientras la "U" se hacía mil problemas para llegar con claridad al arco de Balerio, Maestri seguía luchando cuerpo a cuerpo, creando resquicios, fabricando espacios que la puntería de sus compañeros no pudieron transformar en gol.

La igualdad encontró a la "U" desconcertada, sin manija ni personalidad. Markarián.. Pareció contagiarse del nerviosismo de sus dirigidos y mandó a Maldonado por Guadalupe, y ya con el marcador en contra, a "Mágico" González por Rodríguez. Pero la crema, además de atacantes, necesitaba alguien que aquietara pelota en mitad de cancha, que calmara los malos vientos que la zarandeaban. El "loco" eludió la responsabilidad y cuando Ferrari se animó, sus errores lo abrumaron.

Los minutos que faltaban para que el juez Arana; mal cuando quiso; bien cuando pudo, diera por concluido el encuentro, no trajeron más goles para los celestes, pero no hicieron falta más tantos para que la alegría fuera más alegria. Y, en oposición de espíritu, esos mismos minutos se fueron colmando de pesar para Universitario porque su desorden, su hombre más, se hicieron más graves y cómplices. Entonces... Ooole. Ooole... El toque de Cristal... Ooole... Dejó correr el tiempo... Ooole... Para culminar en un abrazo... Ooole... En un baile... Ooole... En una ilusión vuelta a nacer... Ooole... En una racha que llegó a su fin de gran forma... Ooole. Ooole.

Dentro del poco fútbol que ambos contrincantes ofrecieron, Sporting Cristal fue superior a Universitario y ahora viaja con algo más de confianza a conseguir su clasificación a Montevideo. Para los cremas, la noche de ayer debe servir de reflexión. perder como lo hicieron, tan tontamente, es una lección que no deben olvidar. Nunca.

RESUMEN : 7MA. FECHA COPA LIBERTADORES DE AMERICA 1996 - GRUPO 2

UNIVERSITARIO (1) :
Jugadores : Ibañez (4), Torrealva (4), Barco(4), Espinoza (4), Domínguez (4), Rodríguez (4), Carranza (5), Ferrari (4), G. González (4), Rossi (4) , Guadalupe (3).
D.T. : S. Markarían.
Cambios : Carazas (4) x Carranza, Maldonado (3) x Guadalupe y C. González (3) x Rodríguez.
Goles : Rossi (26').
T. Amarillas : Carranza, Espinoza, Domínguez y Rodríguez.

SPORTING CRISTAL (2) :
Jugadores : Balerio (6), José Soto (5), Asteggiano (4), Jorge Soto (2), Solano (6), Struway (5), Magallanes (6), Garay (5), Palacios (6), Julinho (5), Maestri (6).
D. T. : J. Carbone.
Cambios : Prado (4) x Julinho, Hidalgo (4) x Magallanes y Rivera (5) x Struway.
Goles : Solano (60`) y Palacios (71`).
T. Amarillas : Jorge Soto y Magallanes.
T. Rojas : Jorge Soto.

Arbitro : José Arana (Mal).
Escenario : "Nacional" (Lima-Perú).
Asistencia : 21,970 Espectadores.
Recaudación : 368,276 Nuevos Soles.

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